El Instituto de las Mujeres, junto con la Universidade de Santiago de Compostela, ha presentado hoy el estudio “Indicadores de género en el emprendimiento de I + D + i”. Una investigación que se enmarca dentro del proyecto 8.3., que desde 2011 trata de introducir la perspectiva de género en los procesos de transferencia de conocimiento y creación de empresas. Uno de los puntos principales que ha querido destacar durante su intervención Antonia Morillas, directora del InMujeres, señalando la falta de neutralidad en la tecnología y la reproducción de un androcentrismo presente hasta en la inteligencia artificial, con algoritmos que analizan modelos masculinos.
La directora ha hecho especial hincapié en la 67º CSW (comisión de la Condición social y jurídica de la mujer), de las Naciones Unidas, que se celebrará el próximo mes de marzo y tendrá como tema principal la innovación, el cambio tecnológico y la educación en la era digital como pilares del empoderamiento de las niñas y mujeres. Para finalizar su aportación, ha querido detenerse en cómo las las tecnologías están abriendo nuevos campos de expresión de las violencias, añadiendo un elemento más de discriminación en este ámbito.
El estudio ha contado con la participación de los principales centros nacionales de I+D+i, entre los que se encuentran Universidades, OPIS e Institutos de Investigación que han ayudado a determinar cuáles son las estrategias para conseguir más presencia de investigadoras y un mayor enfoque de género en este sector.
Antonia Morillas, directora del InMujeres, ha señalado la falta de neutralidad en la tecnología y la reproducción de un androcentrismo presente hasta en la inteligencia artificial
Una de las líneas fundamentales del trabajo para eliminar las brechas de género en el ámbito tecnológico es analizar la presencia de las mujeres. Los resultados apuntan que del total del personal investigador, el 70,56% son hombres, frente al 29,44% de mujeres. Una diferencia que en el top 50 se agudiza, ya que la presencia de mujeres cae hasta el 8%.
Para encontrar el mayor porcentaje de mujeres hay que irse hasta las cátedras, donde representan un 42% frente al 58%, aunque a la hora de dirigir los proyectos, 83,40% son hombres. En lo que respecta a la creación de spin off, destaca lo reducido de las tasas de creación, con solo un 1,23% del personal investigador con iniciativas de emprendimiento. Asimismo, sólo el 13,4% de las personas que conforman estas iniciativas son mujeres.
Para concluir, desde el Instituto de las Mujeres resaltan el papel de las universidades que participan en el proyecto, para que se produzca una transferencia efectiva de los resultados obtenidos por Innovatia 8.3. a sectores económicos y laborales del ámbito tecnológico