La llegada de inmigrantes irregulares a nuestro país se ha convertido en las últimas semanas en uno de los asuntos que más polarizan la actualidad. España es testigo de un importante número de personas que, ante las dificultades que encuentra en su hogar, no ven otra salida que emprender un peligroso viaje hacia Europa. Muchos de ellos cruzan el estrecho de Gibraltar o se dirigen a Canarias buscando una vida mejor. Afortunadamente, existen todavía instituciones y ONG´s que les aguardan al otro lado para cubrir sus primeras necesidades sanitarias.
En este contexto, hemos querido conocer la opinión de la Dra. Maite De Aranzabal y la Dra. Dolors Canadell, coordinadoras del grupo de Cooperación de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), que explican a ConSalud.es que “todavía nos queda mucho camino por recorrer en términos de cooperación con África, así como a la hora de concienciarnos de que compartir recursos nos beneficia a todos”. Por tanto, remarcan, “la solución no es cerrar la puerta a la inmigración, como muchos plantean”, sino ayudar a esos países de origen.
“Lamentablemente, los recursos que se destinan son limitados e insuficientes para atender a los inmigrantes que alcanzan nuestras costas"
En esta línea, la cooperación de los países ricos con los más desfavorecidos se presenta como una interesante vía para evitar que lleguen a nuestras fronteras tantas personas desesperadas por salir de la miseria. “Lamentablemente, los recursos que se destinan son limitados e insuficientes para atender a los inmigrantes que alcanzan nuestras costas. Además, nos parece muy grave que algunas comunidades se nieguen a atender y acoger a los inmigrantes que por cuota les corresponden”, reflejan.
Una vez en nuestro país, las facilidades que el colectivo de inmigrantes se encuentra a la hora de una correcta integración no son nada fáciles. Un punto clave es que puedan encontrar un empleo que les permita construir su vida en España. En este sentido, las cooperantes consideran que se deberían “flexibilizar las leyes españolas” para facilitar el permiso de trabajo de los inmigrantes, porque “la mayoría de ellos están deseando hacerlo y no quieren vivir de ayudas”.
"LOS NECESITAMOS"
Por otra parte, conviene aclarar que la inmigración es un fenómeno natural que se ha dado siempre. En países occidentales, de hecho, si no se diera la llegada de estas personas, la pirámide poblacional se derrumbaría, dada la baja tasa de natalidad de las sociedades locales. Por tanto, sirven para algo tan esencial como sostener con su trabajo e impuestos los propios servicios públicos. “La inmigración es un hecho irrefutable y, además, necesitamos a todas estas personas” sostienen las facultativas cooperantes.
“Si las grandes corporaciones, las multinacionales, las transacciones especulativas económicas pagaran impuestos y pagaran dignamente a estos trabajadores en sus países, habría menos inmigración"
Además, las coordinadoras en AEPap vislumbran con claridad cuál puede ser uno de los principales causantes de la llegada en masa de migrantes. “Si las grandes corporaciones, las multinacionales, las transacciones especulativas económicas pagaran impuestos y pagaran dignamente a estos trabajadores en sus países, habría menos inmigración. Se focaliza el problema en los más débiles, los más pobres, pero los codiciosos e impúdicamente millonarios tienen mucho que ver en esta injusta realidad”, aseveran.
REPOSICIÓN DE AGRAVIOS
Desde su perspectiva, la ayuda a estas personas en sus países de origen serviría “como primera alternativa” para reducir su goteo hacia España. “Las personas que abandonan su país, huyen de la pobreza y de la violencia; se arriesgan y sufren mucho. Quieren tener una vida mejor para ellos y si las condiciones de vida en su país les ofrecieran lo que necesitan, no saldrían en un cayuco con otros 300 viajeros para arriesgándose a morir”, insisten las doctoras.
“Una cooperación compartida y sostenida en todos los campos, económico, social, y de salud es lo ideal"
En definitiva, las doctoras Maite de Aranzábal y Dolors Canadell tienen muy claro que la ayuda a los rincones del mundo más necesitados puede verse como una especie de reposición de agravios. “Muchos países, del norte y del sur, son responsables de explotar y expoliar sus recursos naturales a cambio de poco y con el beneplácito de sus gobernantes, sin que esos beneficios obtenidos repercutan en la población local”, valoran, para, finalmente concluir que “una cooperación compartida y sostenida en todos los campos, económico, social, y de salud es lo ideal”. Un ejemplo de ello, es la actual crisis sanitaria por Mpox.