Diversos grupos sanitarios, junto a organizaciones y sindicatos de otras profesiones, han presentado en sociedad la Plataforma Grupo A para reivindicar que ellos también deben pertenecer a este rango de la clasificación profesional de la administración pública, ya que actualmente están incluidos en el subgrupo A2. Según explicaron la semana pasada, esto hace que se encuentren actualmente en una “perjudicial situación de discriminación” con respecto a otros profesionales, ya que, entre otros impedimentos, les supone una “barrera infranqueable" a la hora de querer acceder a puestos relacionados con la gestión y dirección de alto nivel.
Entre las organizaciones relacionadas con el sector sanitario se encuentran, junto al Consejo General de Enfermería, el Sindicato de Enfermería, el Consejo General de Colegios de Logopedas, el Consejo General de Colegios de Terapeutas Ocupacionales, el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España y el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España.
Otra de las beneficiadas por las reivindicaciones sería la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria, la cual, según Javier Guijarro, miembro de su junta directiva, está formada por “aproximadamente un 80% de ingenieros técnicos”, profesionales que también están presentes en la Plataforma Grupo A a través del Instituto de Graduados e Ingenieros Técnicos de España (INGITE), el Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de España, el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España y el Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural.
Para José Antonio Galdón Ruiz, presidente precisamente de INGITE, estas reivindicaciones de las distintas organizaciones, que piden eliminar los subgrupos A1 (“los ingenieros superiores de antes”) y A2 (“los ingenieros técnicos de antes”) y pasar a ser un único Grupo A, tienen que ver principalmente con el “reconocimiento de las responsabilidades que cada uno ostenta dentro de la función pública”.
"No tiene sentido que hayan evolucionado las titulaciones para que luego nos quedemos en la misma situación profesional"
“Es un problema común que llevamos arrastrando desde la reforma del plan Bolonia, que adaptó las licenciaturas y diplomaturas técnicas a los nuevos títulos de grado implantados en Europa. Esto es algo que ya se ha plasmado en el ámbito privado, pero en el sector público todavía sigue esa rémora que hace que a los antiguos ingenieros técnicos nos sigan metiendo en el grupo A2. No tiene sentido que hayan evolucionado las titulaciones para que luego nos quedemos en la misma situación profesional”, explica Galdón Ruiz.
“Ya pasó el periodo de tiempo de transición para adaptar todas las titulaciones antiguas a las nuevas, que se implantaron del todo en 2015. Estamos en 2023 y todavía no se ha solucionado el problema, y han tenido tiempo suficiente”, añade el decano, quien comenta que, aunque han mantenido reuniones con distintos grupos políticos, todavía no han recibido respuesta por parte del Gobierno. “Hay que empezar por modificar la ley de base, que es la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público, porque si no cualquier regulación que se tenga que incluir ahora va a seguir suponiendo un retroceso en las aspiraciones que se requieren en el sector público”, asegura.
Se trata, además, de un agravio comparativo que, en el sector de la ingeniería, tiene múltiples contradicciones dependiendo de la comunidad autónoma, como explica José Antonio Arenillas, presidente de la Asociación Técnica de Ingenieros del Servicio Andaluz de Salud (ATISAS). “En Andalucía sí te puedes presentar como A1 para funciones administrativas de alto nivel, incluso para ser director económico, algo que en otras comunidades no es así”, explica. “Desde ATISAS pedimos que haya un solo ingeniero en los hospitales y que sea A1, ya que ahora si te quieres presentar a un puesto de ingeniero tiene que ser A2”, añade.
“El sector sanitario es algo especial, porque cada comunidad autónoma tiene transferidas sus competencias y regula la materia como ellos quieren”, aclara Galdón Ruiz.
"Pedimos que lo que realmente se premie sean los conocimientos y competencias de cada uno de los profesionales"
“Luego hay un Real Decreto de homogeneización a nivel nacional para que de todas formas se pueda producir la movilización de los profesionales sanitarios de una comunidad a otra, porque los requisitos que se exigen son diferentes. Y lo que no tiene sentido es que, si un graduado en ingeniería puede ser jefe de servicio en Andalucía, llegue a la Comunidad Valenciana y no pueda. Carece de toda lógica, y al final lo que estamos pidiendo es que se ponga un poco de cordura y que lo que realmente se premie sean conocimientos y competencias de cada uno de los profesionales, y que no se limite por una titulación”, amplía.
Según el presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Madrid, además, todas las organizaciones que forman la Plataforma Grupo A, y que de aquí a final de año van a “analizar otra series de medidas” para tratar de convencer al Gobierno, deben ir al unísono, aunque es consciente de que eso supone “hacer determinados esfuerzos”. Sin embargo, también insiste en que sus reivindicaciones, más que en el factor económico (principal barrera para el Gobierno), tienen que ver con el reconocimiento, con poder acceder a determinados puestos directivos “vetados al grupo A2” y con que se les retribuya “conforme a esas responsabilidades”.
“El Estatuto Básico del Empleado Público es muy claro en ese sentido: A estos subgrupos solo pueden pertenecer los graduados, y las diferencias entre el A1 y el A2 irán en función de la responsabilidad del puesto y de las pruebas de acceso. Y no hay diferencia alguna entre las responsabilidades de estos grupos dentro del ámbito de la ingeniería en la administración sanitaria, porque todos son responsables del mantenimiento y seguridad de las instalaciones. Nosotros podemos firmar todos los proyectos y llevar las direcciones de obra que están asignadas para el A1”, explica Galdón Ruiz. "Lo que no tiene sentido es que se sigan aplicando en la función pública, y en este caso en el ámbito sanitario, criterios del siglo pasado cuando todo se ha modernizado y las funciones que realizamos son propias del grupo A1”, añade.
"El destinatario final es la propia sociedad"
“Como tampoco tiene sentido que exista esa dualidad de grupo, lo que estamos pidiendo es que se haga un único grupo A en el que estén recogidos todos los graduados y que a partir de ahí ya sea cada uno, a través de su experiencia y su formación, quien genere una competitividad sana dentro de la función pública que nos permita tener ese dinamismo y motivación para ir creciendo en la Administración”, reclama el decano, quien cree que en la actualidad tienen un “techo de cristal” que les impide crecer dentro de la función pública a pesar de que tienen el título que se lo debería permitir.
“Todo eso, el tener a los empleados públicos contentos, satisfechos, bien pagados y con una capacidad de desarrollo de carrera profesional, lo que tiene que hacer es repercutir en el mejor servicio al ciudadano, que creo que es lo que muchas veces se obvia en esta cuestión. El destinatario final es la propia sociedad”, sentencia.