El pasado 25 de julio, el Consejo de Ministros aprobó el Informe de Progreso 2023 de la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030. En él, se recogen los avances que está llevando España en materia de políticas transformadoras, así el camino que falta por recorrer hasta los objetivos marcados por la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
Como no podía ser de otra manera, la Sanidad ocupa un papel importante dentro del Informe elaborado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. En concreto, entre otros muchos aspectos, dentro del apartado de Diagnóstico de la Situación mencionan al Sistema Nacional de Salud como de los pilares fundamentales del estado del bienestar, “que ha probado su relevancia, si cabe aún más, en el contexto de la pandemia de la COVID-19, evidenciando sus fortalezas, pero también la necesidad de continuar reforzando la inversión pública para garantizar la calidad, la equidad y la accesibilidad”, y señalan los indicadores de relevancia para el análisis de la calidad del sistema sanitario.
"El gasto público en Sanidad en relación con el PIB ha aumentado considerablemente"
Efectivamente, como refleja el informe, el gasto público en Sanidad en relación con el PIB aumentó considerablemente en 2020 y 2021, pasando del 6,1% al 7,6 y 7,3%, respectivamente. Sin embargo, estas cifras todavía están por debajo de las de la media de los países de la Unión Europea, que se situaron en los mencionados años 2020 y 2021 en el 8 y el 8,1%, “pero muestran una tendencia que disminuye la distancia existente en los años previos al estallido de la pandemia”.
En cuanto a la tasa de defunciones, que vivió en 2020 un pico muy alto de 10,4 por cada 1.000 habitantes debido a la Covid-19, se situó en 2021 en el 9,49, todavía resentida por los coletazos de la pandemia. Según el INE, las causas de estas muertes estuvieron relacionadas, en su mayoría, con enfermedades del sistema circulatorio (26,4% y una tasa de 251,8 fallecidos por cada 100.000 habitantes), seguidas de los tumores (25,2% y una tasa de 240,1) y de las enfermedades infecciosas, que incluyen la COVID-19 (10,2% y una tasa de 97,2), “y que por sí solas explican los incrementos respecto a años anteriores”.
"La principal causa de muerte en España son las enfermedades del sistema circulatorio"
De hecho, con respecto a 2020, los fallecimientos debido a enfermedades infecciosas disminuyeron en un 43,1%. La cuarta causa de muerte son las enfermedades respiratorias, con el 7,9% del total y una tasa de 75,1 fallecidos por cada 100.000 habitantes, que también disminuyeron, junto a las del sistema circulatorio, con respecto al año anterior.
Tras el de la tasa de mortalidad, el segundo indicador de relevancia que muestra el informe es el de la evolución de la Lista de Espera Quirúrgica (LEQ) desde el año 2015, cuando fue de 89 días de media. En 2022 esta cifra aumentó a 95 días, si bien es cierto que supone un descenso considerable con respecto a todos los años anteriores, especialmente, y por razones obvias, 2020 y 2021, cuando fue de 148 y 123 días, respectivamente.
"Las listas de espera han ido en aumento desde 2015"
El mismo aumento constante y reducción en 2022 refleja la cifra de pacientes en espera por cada mil habitantes. En el año 2010 fue de 9,83 y, en 2022 se situó en 13,20 pacientes.
Por último, destacan el indicador de la necesidad insatisfecha de atención médica, reflejada en los días de espera y pacientes por cada 1.000 habitantes y evidenciando una espera media de 95 días para la primera consulta especializada. Por otro lado, en 2022 hubo de media en España 85,43 pacientes por cada mil habitantes en una lista de espera de más de 60 días.
En 2015, las cifras fueron, respectivamente, de 58 días de espera y 43,35 pacientes, lo que, según el informe, “muestra la necesidad de continuar incrementando el esfuerzo público para poder revertir esta tendencia”.
"El cumplimiento de la Agenda 2030 corre peligro a nivel mundial"
En base a todos los aspectos que pone de manifiesto el informe elaborado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, este alerta que el cumplimiento de la Agenda 2030 “corre peligro a nivel mundial”. “Desde la perspectiva del desarrollo sostenible, además de la desigualdad de ingresos, debemos atender a un buen número manifestaciones de la desigualdad en otras dimensiones del desarrollo. Así, cuestiones como el acceso a la educación, a alimentación segura o a la sanidad se ven gravemente afectadas por estas cifras”, reconocen.
“Sin embargo, esto no debe ser una razón para abandonar el camino de reformas y transformaciones ya emprendidos, sino precisamente una evidencia de la validez de los diagnósticos de la misma. Frente a esta superposición de crisis globales es necesario aumentar la cooperación internacional y los esfuerzos por construir una gobernanza global más democrática capaz de hace frente a los desafíos globales desde la paz y los intereses comunes”, aseguran.