Dos ministras del Gobierno de Pedro Sánchez han planteado en los últimos días distintas acciones legislativas con el fin de reducir la desigualdad entre hombres y mujeres existente en el ámbito laboral, tanto en el sector de la administración pública como en el privado.
Carmen Calvo, vicepresidenta y ministra de Igualdad, pedía a las empresas que hicieran obligatorias las cuotas en los consejos de administración. Mientras, Meritxell Batet, ministra de Función Pública, esperaba aprobar cuanto antes el III Plan de Igualdad Efectiva. La pregunta es si estas acciones servirán para solucionar los trabas que en este aspecto afectan al sector sanitario.
Las mujeres que trabajan tanto en el sector sanitario como en el de las actividades científicas cobran, de media, 10.000 euros menos al año que los trabajadores masculinos
Este año, el INE ha dado a conocer que la sanidad es uno de los departamentos donde la brecha salarial entre mujeres y hombres es mayor. En concreto, con datos del año 2016, las mujeres que trabajan tanto en el sector de las actividades sanitarias como en el de las actividades científicas cobran, de media, 10.000 euros menos al año que los trabajadores masculinos.
Con respecto al sector sanitario, la diferencia de salario entre hombres y mujeres ha incrementado: ellos cobran de media 33.723,10 euros al año por 23.655,12 euros de media para ellas. Además, con respecto a un año antes, el 2015, las mujeres han cobrado de media 234 euros menos al año y los hombres han ganado 892 euros más.
LOS SINDICATOS IDENTIFICAN LAS CAUSAS
Ante esta clara diferencia de salarios, las organizaciones sindicales han identificado las causas que han motivado esta circunstancia, y así se lo han trasladado al Gobierno. CC.OO. y UGT compartían con ConSalud.es señalaban que la falta de conciliación familiar y la existencia de un techo de cristal continuaban impidiendo que el sueldo de las mujeres se acerque al de los hombres o que ellas puedan acceder a puestos directivos.
A la espera de que los planes de Carmen Calvo y Meritxell Batet se aprueben y empiecen a dar resultados, los sindicatos marcan posibles soluciones: la contratación de más profesionales sanitarios, para reducir la precariedad del trabajo que perjudica más a las mujeres; y mejoras organizativas que haya un mejor acceso a la dirección.