Más de 30 operaciones contra el tráfico y la venta ilegal de medicamentos culminadas con éxito y una cifra superior a los 120 detenidos. Ese es el balance anual que presenta la Sección de Delitos de Consumo, Medioambiente y Dopaje del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), una unidad que "coordina a nivel central todas las informaciones relativas a este tipo de prácticas".
Así lo explica a ConSalud.es el inspector jefe de la sección, Javier Molinera, quien revela que las investigaciones policiales se inician de múltiples formas. "Los avisos pueden proceder de fuentes oficiales, como la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), una institución desde la que se detecta la venta ilegal por Internet y a la que llegan denuncias", subraya el agente.
"Un caso común es la parada de un vehículo en la vía que, al comprobar el maletero del automóvil, se encuentran medicamentos. A partir de ese momento, se inicia una investigación para comprobar su origen"
"Las comunicaciones de terceros países, tanto de la Unión Europea (UE) como de otras regiones, también son clave para hacer un seguimiento del tráfico de medicamentos y productos sanitarios procedente de España o hacia nuestro país", asegura Molinera. En este punto es donde entran en juego las empresas de importación y exportación, unas compañías que advierten a la Policía Nacional "si existen particulares que intentan hacer compras o ventas en el extranjero".
Las pesquisas pueden comenzar, incluso, a raíz del trabajo cotidiano de seguridad ciudadana que realizan los agentes en las calles españolas. "Un caso común es la parada de un vehículo en la vía que, al comprobar el maletero del automóvil, se encuentran medicamentos. A partir de ese momento, la Sección de Delitos de Consumo, Medioambiente y Dopaje inicia una investigación para comprobar su origen", asegura el inspector jefe del Instituto Armado.
EL PAPEL DE INTERNET, DECISIVO
Tal y como manifiesta Javier Molinera, el problema con este tipo de prácticas surge porque "el usuario no puede acudir al médico al no tener una dolencia, sino que lo que quiere hacer es un uso desviado del fármaco". "Este tipo de sustancias solo se pueden adquirir de una forma: si no puedo ir a la farmacia, únicamente puedo acudir a Internet", expresa.
"Nuestra sección rastrea permanentemente por Internet para encontrar este tipo de ofrecimientos ilegales de medicamentos"
En este contexto actúa la figura del agente virtual encubierto. "Nuestra sección rastrea permanentemente por Internet para encontrar este tipo de ofrecimientos ilegales de medicamentos", declara el policía, quien ejemplifica los tipos de personas que acuden a estas propuestas: "Un usuario que busca un anabolizante para aumentar su masa muscular o un empleado que, cansado de su jefe, opta por consumir un relajante sin prescripción facultativa".
DE DOS A CUATRO AÑOS DE PRISIÓN
Este tipo de infracciones, tipificadas en el Código Penal, se sitúan dentro de los delitos contra la salud pública. "Los delitos por tráfico de drogas no tóxicas o medicamentos van desde los dos a los cuatro años de prisión, el máximo en el que podrían incurrir". No obstante, la pertenencia a una organización criminal hace que la pena aumente en grado. "Podríamos estar hablando de cinco o seis años de cárcel a los que se enfrentarían los miembros de estas organizaciones criminales", sentencia el inspector jefe Javier Molinera.