Cuando existen sospechas de que un niño ha sufrido algún tipo de abuso físico, la probabilidad de que su hermano -u otro niño que cohabita con él o que está bajo su mismo cuidado- haya pasado por el mismo trance es del 37%. Sin embargo, los procedimientos a seguir con estos últimos no suelen estar bien estructurados y homogeneizados, lo que aumenta el riesgo de nuevos abusos, algo que ha intentado resolver una guía de consenso internacional en la que han participado 26 investigadores de todo el mundo.
Dicha guía, publicada en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense, pide así un cambio de política en los cribados radiológicos para evitar que se pasen por alto lesiones no visibles en lo que denominan “niños contacto”; esto es, los mencionados niños que cohabitan, están bajo el mismo cuidado o directamente son hermanos -aun sin síntomas de abuso- del “niño índice” que ha sufrido los abusos.
"Los niños contacto son especialmente vulnerables al maltrato físico, por lo que es importante establecer una base de referencia para evaluarlos rigurosamente"
"Es un trabajo colaborativo importante que esperamos ayude a proteger a los niños en todo el mundo”, señala Amaka C. Offiah, presidente del grupo de trabajo sobre abuso infantil de la Sociedad Europea de Radiología Pediátrica y autor principal del estudio en el que se encuadra la guía. Y es que, según apunta, encuestas realizadas a pediatras que tratan casos de abusos infantiles reflejan cómo hasta en el 40% de los casos las evaluaciones a niños contacto han quedado dispares o incompletas.
"Los niños contacto son especialmente vulnerables al maltrato físico, por lo que es importante establecer una base de referencia para evaluarlos rigurosamente y proporcionar a los médicos una plataforma más resiliente desde la cual defenderlos”, añade el doctor Kish Mankad, jefe de Neurorradiología del Great Ormond Street Hospital for Children de Londres y otro de los autores principales del estudio, subrayando así que este va dirigido especialmente a los procesos de exploración radiológica.
DISTINTAS FORMAS DE PROCEDER DEPENDIENDO DE LA EDAD
De esta manera, la declaración indica que todos los niños contacto deben someterse, antes de pasar al examen radiológico, a un análisis de su historial clínico y a un examen físico exhaustivo, prestando especial atención a la piel, los oídos, la orofaringe (garganta), los genitales y el crecimiento. Después, los menores de 12 meses deben someterse a neuroimagen, cuya modalidad preferida es la resonancia magnética y el estudio esquelético.
En el caso de los niños contacto de 12 a 24 meses, solo deben ser sometidos a un estudio esquelético, mientras que los mayores de dos años directamente no requieren de imágenes. La nueva guía propuesta por los investigadores, eso sí, indica que sí que se debe aplicar un estudio esquelético de seguimiento si estos últimos presentan una situacional anormal o equívoca. Finalmente, los niños contacto con resultados positivos deben pasar a investigarse como niños índice.
Los menores de doce años deben someterse a resonancia magnétca y estudio esquelético
Para llegar a estas conclusiones, el Grupo de Consenso Internacional sobre Detección de Contactos en Sospecha de Abuso Físico Infantil celebró tres reuniones entre febrero y junio del 2021. Si bien la mayoría de sus integrantes proceden de Estados Unidos y Reino Unido, la guía cuenta también con la participación de investigadores franceses, italianos, brasileños, neozelandeses, sudafricanos u holandeses.
DE CADA CINCO CASOS QUE SE ATIENDEN, QUEDA UNO SIN DETECTAR
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 300 millones de niños de entre 2 y 4 años de todo el mundo sufren regularmente castigos físicos y/o violencia psicológica a manos de sus padres y/o cuidadores. El abuso, aunque prevenible, es una causa común de enfermedad y de muerte a largo plazo, debido a las traumáticas secuelas que deja en los niños.
“En Urgencias las consultas explícitas sobre casos de maltrato son poco frecuentes, y por ello es determinante tener un elevado índice de sospecha", explicó en su momento a ConSalud.es la Dra. Raquel Rodríguez Merlo, coordinadora del Grupo de Emergencias y Urgencias Pediátricas del a Sociedad Española de Medicina de Emergencias. Así, de uno que se atiende, normalmente quedan cinco sin detectar, de ahí la importancia de la detección de estos abusos mediante sistemas como el cribado radiológico.