Las jornadas laborales de 17 o 24 horas en los servicios de Urgencias están siendo objeto de creciente debate entre los profesionales de la salud. En un contexto en el que la alta demanda asistencial y la falta de recursos humanos agravan las condiciones laborales, muchos facultativos reclaman cambios profundos en este sistema. Entre ellos, próximo especialista en Urgencias y Emergencias y coordinador del grupo de trabajo de Urgencias en SEMERGEN, Dr. Alberto Kramer R., denuncia que estas guardias tienen “consecuencias negativas tanto para el paciente como para el profesional".
En declaraciones a ConSalud.es, explica que “el problema de las guardias de 24 horas es que provocan jornadas maratonianas sin sentido que no son únicamente a expectativas de trabajo, sino de trabajo continuo para poder suplir la alta demanda asistencial que recibimos”, denuncia. Indica que, para poder cubrir la creciente demanda asistencial, los profesionales sanitarios superan con creces las 35-37,5 horas semanales pactadas en las diferentes comunidades autónomas.
Además, el Dr. Kramer denuncia que estas horas adicionales “no cuentan como tiempo trabajado, ni para la jubilación, pero sí cotizan con un alto porcentaje de IRPF”. En consecuencia, los médicos acumulan más de 7 u 8 años de trabajo adicional a lo largo de su carrera en comparación con un empleado medio. “Queremos el mismo derecho que todos los ciudadanos”, reivindica, añadiendo que, si el Servicio Nacional de Salud requiere de nuestros servicios por "necesidades", una vez sobrepasadas las 35-37.5 horas semanales de jornadas ordinaria, las horas extra deberían ser consideradas como jornada extraordinadiaria y contabilizadas como tiempo trabajado porque recuerda: “Las guardias son obligatorias”.
“La profesión médica se rige con los estatutos de los años 80-90, pero los condicionantes actuales distan de los de aquella época"
La DIRECTIVA 2003/88/CE de tiempo de trabajo establece que las guardias son tiempo de trabajo, tanto las de presencia como las de localizada si el tiempo de respuesta es breve, que es lo que se exige a los médicos. Esto significa que son horas extraordinarias (jornada especial), pero a los médicos no se les reconoce como tal y no están cotizando como tiempo de trabajo, explica el experto. "Esto tiene como principal consecuencia una jornada laboral abusiva, con obligación de trabajar por encima de las 48horas de manera generalizada. Es interesante destacar que precisamente ahora se está debatiendo reducir la jornada para el resto de trabajadores de 40 a 37,5h semanales mientras se mantiene a otros trabajadores con obligación de trabajar hasta 48horas o más", puntualiza.
El impacto de estas jornadas extenuantes no se limita solo al tiempo dedicado, sino que también afecta de manera directa la salud física y mental de los médicos. “Hay más que indicios de fatiga mental, burnout, estresores externos, y un rendimiento físico y cognitivo alterado, no solo durante la guardia, sino en los días posteriores”, advierte el Dr. Kramer. Estos problemas se ven agravados por la falta de sueño adecuado durante las guardias, que en muchos casos pueden extenderse a los turnos que competen a la jornada ordinaria. Esto, además de afectar la salud del profesional, tiene repercusiones en su vida familiar y en la posibilidad de conciliar. "En esta línea, la organización Alianza por el Sueño está desempeñando una gran labor", reconoce Kramer.
Uno de los puntos que más frustración genera entre los médicos de Urgencias es la desventaja laboral en comparación con otros trabajadores del sector público. “Nosotros seguimos con los estatutos de los años 80-90, por los que se rigen las guardias médicas", explica el Dr. Kramer. Este marco regulatorio, que en su momento se diseñó "a expectativas de trabajo", hoy en día resulta obsoleto frente a la realidad de “los servicios de urgencias, más generalistas como Atención Primaria, Urgencias o UCI (entre otras), lo que no incluye a todas las especialidades”.
El médico expone con datos cómo las horas trabajadas en el sistema de guardias exceden enormemente la jornada habitual de 35 o 37,5 horas semanales. “De media, haciendo 5 guardias al mes, se llegan a casi 200 horas al mes, lo que equivale a trabajar unas seis semanas en lugar de las cuatro que corresponden”, denuncia. El experto también señala el problema de la falta de remuneración justa por estas guardias, consideradas a día de hoy como jornada complementaria. “Lo curioso es que la hora de guardia, que debería incluirse dentro de la jornada especial (horas extraordinarias) no tiene tal consideración”, explica. Esto genera una doble penalización: los médicos trabajan más horas, con menor remuneración y, además, esas horas no se computan como tiempo trabajado para su jubilación.
“En los servicio de Urgencias la proporción entre Medicina y Enfermería, suele estar en 1:3”
El Dr. Kramer subraya que, en comparación con otros países europeos, los médicos españoles están peor remunerados, incluso llegando a percibir la mitad que sus homólogos en Francia, Irlanda, Reino Unido o Alemania, donde el concepto de “jornada complementaria” no existe. “No tenemos ni el complemento de nocturnidad, ni de peligrosidad, ni de penosidad, mientras que, en otros colectivos como Enfermería estos derechos están claramente definidos y en parte de debe a la gran labor de SATSE", lo que le lleva a felicitar al colectivo.
El Dr. Kramer también destaca las diferencias en condiciones laborales dentro del propio hospital. “En los servicio de Urgencias la proporción entre Medicina: Enfermería, suele estar en 1:3. Por lo general, Enfermería hace turnos de 12 horas y, cuando trabajan de noche, tienen complementos por nocturnidad y penosidad", indica. “A nosotros, tristemente, no se nos aplica esa compensación”, lamenta. Esta disparidad en el trato laboral genera aún más descontento entre los médicos, quienes exigen cambios que reconozcan el esfuerzo y el sacrificio que implica trabajar en Urgencias bajo las condiciones actuales.
IMPACTO EN LA SALUD DE LOS PROFESIONALES
El trabajo nocturno, tal y como explica el portavoz de Semergen tiene importantes implicaciones en la salud de los trabajadores entre las que destaca: “Trabajar de noche va a provocar una ruptura nuestro ritmo circadiano y con ello se van a llevar alteraciones como el insomnio o trastornos del sueño crónico. Además el cambio del patrón alimenticio así como nuestro metabolismo van a poder provocar un aumento del peso y un aumento de la resistencia a la insulina lo que puede llevar a obesidad y diabetes. Existe mayor riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, por el mayor riesgo de hipertensión. Por supuesto estos turnos afectan a la Salud mental y es que los trabajadores nocturnos tienen mayor prevalencia de ansiedad, depresión y otros trastornos del estado de ánimo. Y se ha visto que aquellos individuos que están expuestos durante jornadas nocturnas a la luz artificial van a tener una mayor incidencia de varios tipos de cáncer como puede ser el de mama y el de próstata”, alerta.
El experto lamenta que el libre acceso a los servicios de Urgencias "porque todo vale", la falta de control en las derivaciones, la inexistencia de circuitos para reconducir a los pacientes a los niveles asistenciales más apropiados en cada momento y la cultura de la inmediatez, “ha generado este descontento entre los médicos de Urgencias, que ya no aceptan cualquier condición laboral, viéndonos afectados por ausencia de sustituciones (sobre todo en vacaciones) y plantillas muy ajustadas”, y concluye: “Queremos brindar a nuestra ciudadanía el trato, respeto y valor que merecen. Al final, nuestra motivación, son ellos y su salud”.