El Hospital General Universitario Gregorio Marañón ha implantado, desde enero del año 2020, más de 1.400 sensores de monitorización de glucosa intersticial a pacientes con diabetes tipo 1a través de su Unidad de Diabetes, dependiente del Servicio de Endocrinología y Nutrición del centro.
En este sentido, la jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Marañón, Olga González Albarrán, ha destacado que “la práctica clínica de la diabetes tipo 1 ha experimentado en los últimos años un cambio muy significativo debido a la incorporación de nuevas tecnologías, como la monitorización continua de glucosa intersticial a través de sensores tipo flash que nos permiten mejorar el control metabólico y disminuir el número de hipoglucemias en nuestros pacientes”.
Para implantar este sensor, los profesionales realizan una primera valoración de cada paciente y le ofrecen formación. Tras ello, los expertos de la Unidad de Diabetes del Hospital Gregorio Marañón implantan este sensor bajo la piel del paciente para medir la glucosa en el líquido intersticial cada 5 minutos durante las 24 horas del día.
Las nuevas tecnologías permiten mejorar el control metabólico y disminuir el número de hipoglucemias en los pacientes
Estos dispositivos constan, además, de un lector que permite la lectura continua de glucosa en tiempo real escaneando el sensor. De este modo, no es necesaria una calibración con glucemias capilares y se mejora el seguimiento y la calidad de vida de los pacientes.
En la actualidad, el Servicio de Endocrinología y Nutrición del Marañón monitoriza a más 1.800 pacientes con diabetes tipo 1 y, "gracias al compromiso y al esfuerzo de todo el equipo, se han ido incorporando nuevos modelos de atención mucho más innovadores y ágiles, con el objetivo de cubrir las nuevas necesidades en la atención de este tipo de pacientes", se ha destacado.
Se ha adaptado, por ejemplo, la actividad de consultas externas, incorporando las consultas telefónicas y se han creado también consultas grupales semanales para la formación de los pacientes en el uso de estos dispositivos, siendo en un 90% de los casos una formación online. Esta actividad ha sido realizada por las enfermeras educadoras de diabetes y por facultativos del propio servicio. Además, se ha habilitado una consulta de telemedicina para el seguimiento de los pacientes con diabetes tipo 1 a los que se les han implantado sensores de monitorización continua de glucosa.
De hecho, el centro destaca que, durante los años 2021 y 2022, se han atendido más de 1.700 consultastelemáticas por el Servicio de Endocrinología y las educadoras de diabetes han recibido más de 5.000 consultas. “Las perspectivas para este año 2023 son incrementar la actividad en esta área debido a un aumento de la demanda de pacientes candidatos a estos dispositivos de monitorización. Serían pacientes que son insulinodependientes con terapia intensiva con insulina, como es el caso de los diagnosticados con diabetes monogénica, fibrosis quística, pancreopriva, hemocromatosis u otros tipos específicos de diabetes que precisen insulina de forma crónica”, afirma Olga González.