El progresivo envejecimiento poblacional ha puesto a la Geriatría en el punto de mira como una de las especialidades médicas del futuro. "A causa de la mayor presencia de las denominadas enfermedades asociadas al proceso de envejecimiento y de síndromes geriátricos, la Geriatría es una especialidad con mucho futuro, aunque ya debería ser la especialidad del presente", afirma contundente el geriatra y vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), Francisco José Tarazona.
Tal y como explica el experto, la valoración geriátrica integral, herramienta principal de estos especialistas, desempeña "una gran labor en áreas como las unidades hospitalarias geriátricas de pacientes agudos médicos, en consultas externas, atención oncogeriátrica y ortogeriátrica". Sin embargo, lamenta que esta especialidad tenga una "distribución asimétrica" en el territorio estatal, ya que hay una "diferente implantación" de esta especialidad en las distintas comunidades autónomas.
"La Geriatría debería estar presente en toda la red de atención sanitaria pública y toda área de salud debería de contar con un servicio de esta especialidad para la atención al paciente hospitalizado, incluyendo también las consultas externas y la coordinación con los servicios de atención primaria y con la atención sociosanitaria a través de la figura de enlace", detalla Tarazona.
"Geriatría da una visión amplia de la atención médica, una interacción estrecha con el adulto mayor y una participación frecuente en equipos interdisciplinares"
De cara a los futuros residentes que en unos meses tendrán que solicitar una plaza en la que especializarse, el vocal de la Junta Directiva de la (SEGG) sostiene que la gran ventaja que tiene Geriatría es que "ofrece una atención integral al adulto mayor". Según definde, se trata de una especialidad que da "una visión amplia de la atención médica, una interacción estrecha con el adulto mayor y una participación frecuente en equipos interdisciplinares".
Además, los futuros geriatras, "aprenderán el diagnóstico y manejo de los síndromes geriátricos, con especial énfasis en la fragilidad, síndrome geriátrico que tiene una gran importancia en la atención al mayor y cuyo diagnóstico tiene gran importancia en el curso evolutivo del mayor, poniendo en riesgo su funcionalidad y calidad de vida". "Por ese motivo otras especialidades toman sus decisiones terapéuticas en función de la presencia de este síndrome geriátrico", incide.
Tarazona concluye reflexionando sobre los retos a los que se enfrenta Geriatría, como son "su implantación homogénea en el territorio estatal y la correcta dotación de recursos que permita una mayor implantación de la figura del geriatra de enlace en centros de atención primaria y centros sociosanitarios".