La firme apuesta por la introducción de la inteligencia artificial (IA) y el desarrollo de la ciencia de los datos han incrementado las capacidades y posibilidades de los dispositivos en la monitorización hemodinámica. Así se puso de manifiesto en el III Curso multidisciplinar de monitorización hemodinámica, celebrado en la Fundación Jiménez Díaz. En este se destacó que ambas disciplinas están transformando, para bien, la forma en que se cuida a los pacientes en los hospitales, especialmente en áreas críticas como Cardiología, Anestesiología y las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
El Dr. Arnoldo Santos, especialista del Servicio de Medicina Intensiva en el hospital madrileño y organizador de la cita formativa, impulsada por el propio centro, la Unidad de Innovación Clínica y Organizativa (UICO) de los Hospitales de Quirónsalud integrados en la red pública madrileña (Sermas) y la empresa de tecnología sanitaria Edwards Lifesciences, resalta que esta jornada buscaba “comprender cómo se integra el progreso tecnológico de la ciencia de datos y la IA en el campo de la monitorización hemodinámica para aportar beneficios clínicos y valor en el manejo de pacientes en diferentes ámbitos”.
“El uso de la ciencia de los datos y la IA permite actuar con gran rapidez y fiabilidad en la toma de decisiones, pero más en el caso de pacientes críticos, con los que hay que decidir su manejo en pocos minutos, lo cual marcará su pronóstico. Así, los algoritmos de diagnóstico y monitorización nos facilitan enormemente el proceso”, señala por su parte el Dr. Óscar González, especialista del Servicio de Cardiología de la Fundación Jiménez Díaz.
En cuanto a las grandes ventajas del uso de los datos en el tratamiento de los pacientes, Antonio Herrero, director de Datos y Análisis de Quirónsalud, subraya que “permite una detección temprana de problemas y facilita una intervención rápida, ya que se analizan los datos de las diferentes pruebas o detectan irregularidades en los signos vitales; personalizar el tratamiento según las necesidades individuales de cada paciente, utilizando datos históricos y actuales la IA; y reducir el número de diagnósticos erróneos y tratamientos incorrectos
“El uso de la ciencia de los datos y la IA permite actuar con gran rapidez y fiabilidad"
Debido a las limitaciones de las técnicas actuales, para predecir con precisión la aparición de un shock y determinar las estrategias de tratamiento óptimas para pacientes individuales, además de que los síntomas de las diferentes causas de esta afección son similares, “los sanitarios necesitan ayuda en la toma de decisiones tempranas para evitar un manejo de la hipotensión reactiva, reduciendo la duración de la misma y los retrasos en las intervenciones”, indica también el Dr. César Pérez Calvo, jefe del Servicio de Medicina Intensiva de la Fundación Jiménez Díaz.
“Para la monitorización del ventrículo derecho y la circulación pulmonar, el cateterismo cardíaco derecho permite la medición directa de las presiones intracardíaca y pulmonar, así como del gasto cardíaco, y se usa comúnmente para estimar la precarga ventricular derecha y la poscarga”, subraya el Dr. Pérez, insistiendo en que “las técnicas adecuadas y el control de calidad son fundamentales para garantizar la precisión de estas mediciones”. “Sin embargo -matiza-, ya que la evaluación de la función ventricular derecha sigue siendo difícil e imperfecta, se necesitan mejores sustitutos para el acoplamiento arterial ventricular-pulmonar derecho, así como formas de identificar el ventrículo derecho en riesgo”.
“Las técnicas adecuadas y el control de calidad son fundamentales para garantizar la precisión"
Para alcanzar el máximo potencial en la ayuda a los sanitarios a la toma de decisiones en situaciones complejas, durante la jornada se resaltó la importancia de formar al personal médico en el uso de nuevas tecnologías y su integración en la práctica diaria, así como la conveniencia de seguir invirtiendo en infraestructuras tecnológicas y en asegurar la privacidad y seguridad de los datos de los pacientes.
“Es posible que, una vez familiarizados con el uso de estas tecnologías y con su aplicación más extendida, pueda verse mejora en resultados aún más relevantes para el paciente, como el tiempo de estancia hospitalaria o, incluso, de opciones de supervivencia”, concluye el Dr. Santos.