Urgencias y Emergencias por fin va a ser una especialidad dentro del Sistema Nacional de Salud, con su formación vía Médico Interno Residente (MIR) homogénea y reglada en el conjunto de todo el territorio nacional. Sin embargo, desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), la principal sociedad científica que ha luchado por conseguir esta demanda histórica tras años y años de lucha, esperan que las buenas noticias no se queden aquí, y que la creación de su especialidad siga abriendo nuevos caminos para integrar y dar a conocer esta rama asistencial que tantas vidas ha salvado siempre.
Algunas de sus principales demandas, a la espera de que el Ministerio de Sanidad dé a conocer las primeras plazas MIR de Medicina de Urgencias y Emergencias que se van a ofertar en la convocatoria de 2025 -el presidente de SEMES, Tato Vázquez Lima, confirmó a este periódico que esperan que sean unas 300, aunque realmente necesitarían 500 para lograr el relevo generacional-, pasan por tener a su lado a enfermeras especializadas en este ámbito vía EIR (Enfermero Interno Residente) y el darlo más a conocer entre los propios médicos durante su etapa de formación. Es decir, durante la carrera de Medicina, antes de ser especialistas.
"Cada universidad es un mundo, así que desde SEMES lo primero que tendríamos que hacer es un estudio profundo sobre el estado en el que se encuentra la asignatura en cada una de ellas"
Y es que, si bien hay muchas facultades que ya tienen integrado dentro de su programa formativo una asignatura dedicada exclusivamente a la Medicina de Urgencias y Emergencias, otras tantas todavía no, y la imparten de soslayo formando parte de otra asignatura más amplia. Para Pascual Piñera, vicepresidente de SEMES, la “excusa” que tenían algunas facultades de Medicina para no integrar la asignatura era precisamente la inexistencia de la especialidad dentro del Sistema Nacional de Salud. Ahora, en cambio, esperan que la cosa cambie, y que a nivel general se cree un “ecosistema favorable” a su alrededor.
Después de conseguir esta integración total de la Medicina de Urgencias y Emergencias dentro de los programas formativos de las universidades, logrando también que la asignatura sea obligatoria y no optativa, como ocurre en la inmensa mayoría de las que sí que la tienen implementada, dicho ecosistema a su favor pasa de igual manera por conseguir que sea impartida por urgenciólogos y no por profesores procedentes de otras especialidades.
“Hay cultura desde hace muchos años de que esto podía ser una posibilidad real de formación”
Y es que esta es, también, la tendencia actual, hasta el punto de que, lamenta Rosa Ibán, médico de urgencias en el Hospital Universitario Rio Hortega de Valladolid (HURH), jefe de estudios del área de Valladolid Oeste y secretaria de Unidades Docentes de SEMES, a día de hoy -y a falta de que elaboren un estudio pormenorizado- cree que solo hay dos profesores titulares de la asignatura que son urgenciólogos en toda España. El resto, comenta, suelen pertenecer al área de Medicina Intensiva o de Anestesiología, por poner un ejemplo.
“Sería bueno que esto cambiase, y desde luego así lo vamos a plantear. Primero, para que la den médicos que van a ser homologados como especialistas, y después para que lo hagan los que ya lo son. Lo que pasa es que cada universidad es un mundo, así que desde SEMES primero tendríamos que hacer un estudio profundo sobre el estado en el que se encuentra en cada una de ellas”, explica Rosa Ibán. “Queremos ser igual que el resto. La asignatura de Cardiología, por poner un ejemplo, no te la va a dar un reumatólogo, sino un cardiólogo. Y cualquier estudiante debería saber cómo actuar ante una situación de urgencia”, añade Pascual Piñera, quien es precisamente profesor colaborador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia.
LAS FACULTADES DE MEDICINA, EN SITUACIÓN DE CRISIS POR FALTA DE PROFESORADO
Uno de los principales escollos para llevar esto a cabo es precisamente la mala situación en la que se encuentran actualmente muchas facultades de Medicina en nuestro país, que ofrecen unas condiciones nada atractivas para compaginar actividad asistencial y docente por parte de unos médicos que ya de por sí tienen una carga asistencial cada vez más alta. Y, si bien este es un problema común a todas las asignaturas, no solo a la de Urgencias y Emergencias, está claro que en ella se acrecenta por el hecho de no tener todavía especialistas que puedan dar clase.
La nueva especialidad podrá repercutir así en todo esto, generando un cúmulo de intereses a su alrededor, aunque la representante de SEMES asegura que realmente las Urgencias y Emergencias sí que son un campo bien conocido entre los estudiantes de Medicina y futuros especialistas. De hecho, una encuesta realizada internamente por la sociedad afirmaba que muchos hubiesen hecho el MIR de la especialidad de haber existido en su momento: “Hay cultura desde hace muchos años de que esto podía ser una posibilidad real de formación”.