“Hemos incorporado también a los fisioterapeutas en la Comisión para diseñar planes de acción en Salud Mental dentro de nuestro sistema sanitario. Necesitamos un enfoque integral que aborde el bienestar físico y mental”. Así anunciaba en X Mónica García, ministra de Sanidad, lo que para la Asociación Española de Fisioterapeutas en Salud Mental (AEFSM) ha supuesto una “gratísima sorpresa” y un “hito histórico” no solo para su especialidad, sino también para la fisioterapia española y la salud mental en general. Por primera vez, asegura a ConSalud.es su presidente, Miguel Muñoz-Cruzado, se les reconoce algo por lo que llevan luchando mucho tiempo: demostrar que salud mental y física no existen por separado, sino como parte de una única salud.
“No podemos tratar los trastornos mentales solamente desde el punto de vista de la psiquiatría o de la psicología. El ser humano es un todo, un compendio enorme, y estos dos conceptos siempre van a ir unidos”, afirma el experto y director del Departamento de Psiquiatría y Fisioterapia de la Universidad de Málaga (UMA). Para ello, pone dos ejemplos concretos: “Cuando alguien se rompe una pierna, eso es un acto físico. Pero, ¿quién le quita luego los miedos y la preocupación por lo que le va a deparar el futuro? Es lo mismo que una persona que está con depresión, que físicamente suele tener la cabeza gacha, los hombros hacia delante…”, señala.
"El ser humano es un todo, un compendio enrome, y los conceptos de salud física y mental siempre van a ir unidos"
Miguel Muñoz-Cruzado fue, en el año 2007, la primera persona en elaborar una tesis doctoral que juntaba ambos conceptos. Ahora es el máximo representante de una sociedad científica a la que la propia ministra de Sanidad agradeció en redes sociales su “trabajo y compromiso” para incorporar a la Comisión a estos especialistas. “Con lo físico podemos llegar a lo psíquico, porque existen como una cosa sola, y, como ha indicado Mónica, tenemos que trabajar todos por ello”, insiste el fisioterapeuta andaluz.
HISTORIA DE UNA INCLUSIÓN
“Queremos reconocer al Ministerio de Sanidad y a su ministra el decidido impulso para mejorar la salud mental, esperando que nuestro esfuerzo científico-asistencial colabore a dicho objetivo. Seguimos trabajando para integrar la salud física en la atención de la salud mental”, le respondió entonces el perfil de la Asociación Española de Fisioterapeutas en Salud Mental, un mensaje que luego reposteó Mónica García.
Fueron ellos, no obstante, quienes pidieron al Ministerio formar parte de esta Comisión, y no al revés. Todo comenzó hace unos meses, cuando el presidente de la AEFSM supo de la existencia de la Comisión y se preguntó por qué no había en ella ningún fisioterapeuta. “La respuesta del Ministerio fue casi inmediata. Nos mandaron un escrito diciendo que nos querían recibir para hablar sobre el tema, y asistí a la reunión acompañado de Fernando Ramos y de Daniel Catalán, presidentes de la Asociación Española de Fisioterapeutas y de la Organización Internacional de Fisioterapia en Salud Mental”, recuerda Miguel Muñoz Cruzado.
Dicha reunión, afirma el experto, estuvo marcada por la buena sintonía y las “ganas de escuchar” por parte de la secretaria técnica de la Comisión de Salud Mental: “Se interesó muchísimo por todo lo que le dijimos, nos preguntaba cosas continuamente, y al final le entregamos un dossier que recogía todas las evidencias científicas que hay acerca de la especialidad. Han sido muy sensibles a nuestra petición”, destaca.
"Lo importante es que después se hagan las cosas"
Ya les transmitieron entonces la intención del Ministerio de que la AEFSM formase parte de la Comisión. Lo que no se esperaba su presidente es que fuese Mónica quien hiciese el anuncio en redes sociales, con todo lo que puede llegar a suponer esto en términos de visibilidad: la ministra tiene casi 220.000 seguidores, y el post lo vieron más de 24.000 personas. “Nos pareció un gesto extraordinario y toda una declaración de intenciones, sin duda, pero todavía estamos en el ámbito teórico. Lo importante es que después se hagan las cosas”, matiza el experto de una especialidad sanitaria que, como otras tantas, lucha continuamente por poder llevar realmente a la práctica todas sus ideas. De hecho, todavía no saben cuál será su papel concreto en la Comisión.
“Trataremos de aportar nuestro granito de arena desde la fisioterapia, y por supuesto estaremos allí en el momento que se nos convoque para una reunión. Tenemos mucho que decir, y no solo desde el punto de vista asistencial, sino también de la prevención y de la investigación”, indica Muñoz-Cruzado. “Desde el 2007 ya se han hecho muchas tesis doctorales sobre fisioterapia y salud mental, y sería interesantísimo que se tuviera en cuenta en los centros de Atención Primaria”, añade.
APROVECHAR A LOS QUE YA ESTÁN
Y es que ese es, lamenta el presidente, su gran impedimento: el poco conocimiento que hay acerca de la especialidad, debido precisamente a que su presencia en el Sistema Nacional de Salud es, a día de hoy, algo “testimonial”. “Me he encontrado con gente que me ha dicho que el problema es que la fisioterapia quiere estar en todas partes, y que ya tenemos bastante con la reumatología o la neumología. O que no hay dinero, cuando nosotros no estamos pidiendo que inviertan más dinero o que contraten a más gente, sino que a algunos de los fisioterapeutas que ya están en el sistema público les ofrezcan pasar a salud mental”, reivindica Muñoz Cruzado.