Fisioterapia es, según el Instituto Nacional de Estadística, la cuarta profesión sanitaria más numerosa en España después de Enfermería, Medicina y Farmacia. En concreto, el número de colegiados en 2022 fue de 66.178, de los cuales solo el 10% está integrado dentro del Sistema Nacional de Salud, lo que convierte a esta en la gran reivindicación de sus profesionales desde hace un cuarto de siglo.
“Llevamos 25 años pidiéndole a las autoridades y administraciones las especialidades en Fisioterapia, aunque por el momento sí que es cierto que con poco éxito”, reconoce a ConSalud.es el presidente del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España, Gustavo Paseiro Ares. Y es que, aunque se ha contemplado en varias ocasiones, Sanidad no parece tener en mente, de momento, la creación de una nueva rama de Formación Sanitaria Especializada para los fisioterapeutas, “lo que no significa que no estén especializados”. “Lo que pasa es que no tienen esa distinción que les permita trabajar dentro del sistema público”, se lamenta.
De hecho, durante el proceso de elaboración del último Real Decreto que regula la formación de especialidades de ciencias de la salud, el 589/2022, que finalmente vio la luz 19 de julio de 2022, Sanidad respondió a Ciudadanos que “ni el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas y la Asociación Española de Fisioterapeutas han realizado ninguna aportación en el trámite de consulta previa”. “Eso fue una falacia por parte del Ministerio, y la contestamos en su momento”, contesta Paseiro con contundencia. “La mejor manera de librarse de esa consulta parlamentaria es decir que no existió información”, añade.
"Que no trabajen en la sanidad pública no significa que no estén especializados”
El presidente de los fisioterapeutas españoles también denuncia que esta última Ley de especialidades, de la que ha surgido, por ejemplo, la de Urgencias y Emergencias, es “muy restrictiva”: “Es la Dirección de Ordenación Profesional la que determina si le parece correcta o no, y creemos que esto debería ser de otra manera. No vamos a cesar en nuestro empeño de presentar las especialidades que consideramos en primer lugar, aunque sabemos que, por desgracia, ocupamos un número de puestos muy bajo dentro de la administración pública”.
Parece, no obstante, que las posturas se han acercado algo más recientemente. “La última directora de Ordenación Profesional mantiene al menos una postura de estudio. Es decir, no ha dicho tajantemente que no”, explica resignado el presidente de los fisioterapeutas españoles. “Por desgracia, hay un número de fisioterapeutas relativamente bajo en el ámbito público que no quiere que tengan que estar especializados, pero ese es el gran error que comete la administración. Ellos miran números y ven que el número de fisioterapeutas en el SNS es bajo, y piensan: ¿para qué vamos a subdividir esa categoría?”, insiste Paseiro.
"La última Ley de especialidades es muy restrictiva y creemos que se debería hacer de otra manera"
Así, para el presidente del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España, la manera más adecuada de conseguir que los fisioterapeutas se integren en la sanidad pública es a través de la formación especializada. En concreto, la comisión interna que tienen creada reclama hasta diez especialidades: Fisioterapeuta especialista en el sistema Neuromusculoesquelético, fisioterapeuta especialista en Deporte y Salud, fisioterapeuta especialista en Atención Primaria y Salud Comunitaria, fisioterapeuta especialista en afecciones Cardiorrespiratorias, fisioterapeuta especialista en Neurología, fisioterapeuta especialista en afecciones Pediátricas, fisioterapeuta especialista en Geriatría y Gerontología, fisioterapeuta especialista en Fisioterapia del Trabajo y Salud Laboral, fisioterapeuta especialista en afecciones Uroginecológicas y Coloproctología y fisioterapeuta especialista en Salud Mental.
“Ese listado es fruto de una investigación por la que determinamos cuáles eran las especialidades más demandadas”, informa Paseiro, quien considera fundamental, dentro del ámbito público, la de Primaria y Comunitaria. “La realidad es que no podemos seguir permitiendo que un paciente no reciba el mejor tratamiento posible por culpa de que el profesional que le esté atendiendo no esté especializado en ese campo de actuación”.
“Lo que tenemos que conseguir es que la propia sociedad sea la que lo acabe demandando"
“Si yo trabajo en la UCI y mañana me voy de baja dos meses porque he tenido un accidente de tráfico, por ponerte un ejemplo, el fisioterapeuta que me va a sustituir a mi es un fisioterapeuta que no tiene por qué tener la misma formación en UCI. Sí la va a tener de forma general, pero no en profundidad, y durante un tiempo ese fisioterapeuta va a ser mucho menos lo que soy yo en ese en ese hospital”, ejemplifica el experto. “Y quien habla de UCI habla de atención a la mujeres, a niños, a enfermedades respiratorias, neurológicas…”, añade.
Al final, su lectura es de un problema “puramente económico”, puesto que, además del coste que supone la creación de unidades de docencia, “el fisioterapeuta que sea especialista acabará teniendo un complemento, que tampoco es que sea una cosa del otro mundo”. Aunque, como ya hizo el Colegio de Fisioterapeutas de Madrid a través de un informe sobre la eficacia y eficiencia de su trabajo, consideran haber demostrado el “ahorro” que con capaces de generar a la administración pública con su contratación. “Es una cuestión de voluntad y de querer hacer”, reivindica.
“Lo que tenemos que conseguir es que la propia sociedad sea la que lo acabe demandando. Por eso estamos en contacto con sociedades científicas médicas y de pacientes, y desde el Consejo, a lo largo de 2024, empezaremos a desarrollar una base de datos de expertos en fisioterapia en cada uno de los campos para que la gente pueda empezar a saber discernir”, sentencia.