La asertividad es el desarrollo de las habilidades verbales y no verbales para expresar a los otros lo que necesitamos o sentimos con determinación, pero de forma amable, cercana y cuidadosa. En el actual contexto de pandemia por la Covid-19, “desarrollar la asertividad puede convertirse en una medida de protección y prevención tan útil como una buena mascarilla”, indica la psicóloga sanitaria Julia Vidal, miembro del Consejo de Expertos de la Fundación Española del Corazón (FEC) en el área de Psicología y directora del Centro de Psicología “Área Humana”.
La experta remarca que la asertividad “es más importante aún si cabe en el caso de pacientes con enfermedades cardiovasculares, puesto que tienen más riesgo de desarrollar complicaciones graves en caso de infección por el nuevo coronavirus”.
La experta en psicología pone un ejemplo para explicar lo que sería una respuesta asertiva: “Si estamos en el súper y un señor sin mascarilla no guarda la distancia de seguridad con nosotros, podemos separarnos, mirarlo, extender la mano a una altura baja, decirle amablemente y con una sonrisa que sabemos lo difícil que es aprender entre todos a mantener las distancias y pedirle que se separe porque es muy importante por la salud y el bienestar de todos”.
“Ni siquiera entre la familia, los amigos o los vecinos la gente se atreve a ser asertiva”
En una situación de este tipo la mayoría de la gente se enfada, mientras que otros no dicen nada por vergüenza, a pesar de que los expertos en salud insisten en la importancia de guardar la distancia de seguridad de dos metros para evitar contraer la Covid-19.
“Ni siquiera entre la familia, los amigos o los vecinos la gente se atreve a ser asertiva”, dice la experta en psicología, quien recuerda que “nuestra asertividad puede servir de modelo a otras personas que están cerca”.
Con el objetivo de ejemplificar situaciones concretas y aportar técnicas que ayuden a manejar las emociones negativas que muchos pueden estar sintiendo en estos momentos, la FEC organiza un directo online que podrá seguirse en su página web este jueves 21 de mayo entre las 18 y las 19 horas. La charla estará moderada por el Dr. José Luis Palma, vicepresidente de la FEC, y en ella participarán la psicóloga sanitaria experta en gestión emocional, Julia Vidal, y la Dra. Helena García-Llana, psicóloga investigadora del Hospital Universitario La Paz-IdiPAZ.
ESTRÉS, EMOCIONES NEGATIVAS E IMPACTO EN LA SALUD
Cualquier proceso que requiera una adaptación, como la situación actual, va a generar estrés. En principio, ese estrés nos sirve para entender y afrontar las nuevas informaciones o formas de actuar, pero, por diferentes razones, “puede acabar terminando en un estrés perjudicial en lugar de adaptativo”, detalla Vidal.
La tristeza, el miedo o la incertidumbre también pueden hacerse presentes en estos momentos:
- La tristeza aparece porque se están produciendo muchas pérdidas: “Estamos perdiendo parte de la cercanía con nuestros compañeros de trabajo, sentimos que nuestros hijos pierden contacto y relación con sus compañeros de colegio, o momentos con nuestra familia, por ejemplo”.
- El miedo se manifiesta porque cada vez se toma más conciencia de que esto no es algo banal, sino que va a tener consecuencias a muchos niveles: “Podemos tener miedo a cómo va a evolucionar nuestra vida personal, nuestro trabajo, si le va a pasar algo a algún familiar o a nosotros mismos. Miedo a no tener lo que teníamos antes”.
- La incertidumbre surge porque se sabe poco de esta situación de pandemia
Al tener emociones negativas como la tristeza, el miedo, la incertidumbre, o un proceso de estrés, se producen cambios en nuestro cuerpo que pueden afectar a la salud. “Se segrega más cortisol y más adrenalina, que van a nuestros órganos, a nuestro torrente sanguíneo llegando incluso a alterarse nuestra respuesta inmune”, explica Vidal.
El estrés y la tristeza tienen consecuencias a nivel cardiovascular
El estrés y la tristeza tienen, además, consecuencias a nivel cardiovascular. El primero se considera factor de riesgo cardiovascular desde 2012, cuando se incluyó como tal en la Guía Europea de Prevención Cardiovascular, y la tristeza duplica la probabilidad de reinfarto, según varios estudios.
¿CÓMO AFRONTAR ESTAS EMOCIONES?
Es cada vez más importante dedicarse a adquirir un afrontamiento adecuado, adaptativo y eficaz de los problemas que surgen a lo largo de la vida, “esto se consigue centrándonos en las soluciones en lugar de en las emociones”, apunta la experta, quien detalla que “las personas que se centran en las emociones se bloquean”.
En el caso del miedo, por ejemplo, “la respuesta adaptativa implica reconocer la emoción como normal, teniendo en cuenta, además, que nos va a servir de ayuda para protegernos. Estas personas confían en sus recursos o los buscan para encontrar soluciones, ganando en seguridad y autoconfianza”.
Vidal remarca que las emociones adaptativas nos protegen, “los que salen a la calle con cierto miedo tomarán todas las precauciones y tienen menos probabilidad de contagiarse que los que no tienen miedo”.