La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac) y la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (Sefh) se unen para consensuar cómo debe ser el trabajo conjunto para mejorar la atención a los pacientes. Así lo pone de manifiesto La farmacia ante la continuidad asistencial. Guía para la implantación de proyectos de cooperación entre la farmacia hospitalaria y la farmacia comunitaria, el documento que ambas sociedades han presentado este jueves durante el VIII Congreso Nacional que la Sefac celebra esta semana en Alicante.
“El objetivo es proporciona una serie de pautas a servicios de farmacia hospitalaria y farmacias comunitarias de su ámbito para que puedan iniciar proyectos colaborativos, implantarlos de forma adecuada y obtener resultados medibles”, informa la Sefac.
Los farmacéuticos alertan de que la falta de continuidad entre el ámbito comunitario y hospitalario tiene consecuencias para los pacientes.
Esta guía evidencia que la cooperación entre ambos sectores va más allá de la autorización de medicamentos. Asimismo, el documento refleja una falta de continuidad asistencial entre la farmacia comunitaria y la hospitalaria que puede supone un riesgo para la salud del paciente.
CÓMO REALIZAR UN PROYECTO DE COOPERACIÓN
Según el manual elaborado por Sefac y Sefh, estos son las claves para llevar a cabo un proyecto de cooperación entre la farmacia comunitaria y la hospitalaria:
- Identificar necesidades y socios (o aliados) potenciales.
- Compartir la idea internamente y con los posibles socios, formalizando la misma en un documento que especifique los objetivos, los beneficios y las posibles barreras.
- Constituir una red de profesionales, que comprendan los objetivos, modalidad de trabajo y beneficios y compromisos del proyecto.
- Conceptualizar el proyecto concreto con los socios, formalizando el proyecto y plasmando una serie de contenidos: objetivo, población diana, integrantes de la red, procedimiento de trabajo y evaluación de resultados.
- Realizar una formación conjunta, debidamente acreditada por Sefac y Sefh, que comprenda un área de conocimiento sobre patologías seleccionadas, tipología de pacientes y características de medicamentos, pero también incluya aquellos aspectos imprescindibles para la buena gestión clínica de los pacientes.
- Poner en marcha la intervención, con el apoyo de un dinamizador que recoja incidencias y modifique aquellos aspectos que puedan entorpecer el desarrollo del proyecto.
- Registrar, marcar indicadores y evaluar para permitir una mejora continua del proyecto. Con frecuencia trimestral se compartirán resultados del seguimiento para determinar oportunidades de mejora.