"El sistema sanitario tiene una necesidad inaplazable de actualización de conocimientos y competencias profesionales. Hay una brecha generacional en las habilidades de uso de las TIC entre los diferentes colectivos profesionales de la salud". Así lo ha asegura la investigadora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Corpus Gómez. Esta experta en gestión sanitaria añade que una posible solución serían las "comunidades virtuales", entendidas como un "grupo de individuos que voluntariamente se asocian a través de Internet con un objetivo común", explica la UOC.
Estas comunidades virtuales, "han demostrado resolver los problemas de forma más ágil y mejorar el funcionamiento de las organizaciones, mediante la generación de un conocimiento tácito que emerge de la interacción con otros colegas". En la tesis defendida recientemente "Las Comunidades Virtuales de Aprendizaje en el ámbito de los profesionales sanitarios: oportunidades para la formación médica continuada en línea y el desarrollo profesional", Corpus Gómez, directora de Recursos Humanos de Marina Salud, en Denia, ha analizado las experiencias y opiniones de profesionales sanitarios del Sistema Nacional de Salud del Estado español, de profesionales de una comunidad virtual de aprendizaje vinculada a la Universidad de Antioquia, en Colombia, y de expertos en sanidad y educación.
La tesis, que combina metodología cuantitativa y cualitativa, ha sido codirigida por Francesc Saigí, profesor agregado de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC y Sandra Sanz, profesora de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación. Entre las comunidades analizadas por Corpus Gómez destacan proyectos innovadores de aprendizaje virtual, como AnestesiaR — una comunidad de formación continuada de anestesiólogos —; el Semillero de Posgrados en Ciencias Básicas Biomédicas de la Universidad de Antioquia, y otros grupos profesionales como los del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid; el Departamento de Salud de Denia; la OSI Tolosaldea (Servicio Vasco de Salud), o el grupo de salud digital Euskosanidad Digital.
Una observación preocupante de la tesis de Gómez es que incluso los profesionales que están convencidos de la importancia de las TIC y las usan en su trabajo no utilizan la red para el aprendizaje o la mejora de las competencias profesionales
La UOC informa que, en el Sistema Nacional de Salud trabajan más de un millón de profesionales sanitarios. Entre el personal médico, la franja de edad más numerosa es la de 55 a 64 años, un grupo demográfico no tan familiarizado con las nuevas tecnologías e internet. También se constata la importante feminización del sector, puesto que más del 77 % de las personas que trabajan en salud son mujeres. La investigación ha establecido que hay varios condicionantes en la participación en las comunidades virtuales de aprendizaje. Por un lado, la edad: los profesionales más jóvenes ejercen de líderes en las comunidades, mientras que los de edad más avanzada toman el rol de lurkers (miembros de un chat o comunidad que no participan), lo cual limita la transmisión de conocimiento a gran escala. El género también es un condicionante relevante: cuanto mayor es la desigualdad de género, mayores son los esfuerzos de las profesionales para paliar esta desigualdad a través de la formación en línea. Corpus Gómez concluye que "el binomio educación y uso de la red es fundamental para el desarrollo profesional de la mujer".
Una observación preocupante de la tesis de Gómez es que incluso los profesionales que están convencidos de la importancia de las TIC y las usan en su trabajo no utilizan la red para el aprendizaje o la mejora de las competencias profesionales. "Faltan incentivos para el aprendizaje no formal y falta cultura de trabajo y aprendizaje colaborativo en red, tanto en el ámbito individual como en el organizativo", explica la investigadora. Los planes de formación médica continuada no reconocen estas metodologías formativas ni son incorporados a los sistemas de carrera profesional. Y es que, como ha demostrado Gómez, para los profesionales españoles es más importante la acreditación de la formación que la adquisición de aprendizaje en sí mismo o la actualización de competencias.
"El aprendizaje y el conocimiento compartido se ven favorecidos por esta dimensión social"
En consecuencia, "es necesario adoptar estas metodologías formativas y reconocer formalmente los aprendizajes de este tipo", asegura la investigadora. El reto es orientar a los profesionales en el uso de internet como herramienta de aprendizaje y utilizar un nuevo modelo basado en la colaboración, es decir, no usar internet meramente como la plataforma donde se practica el mismo modelo de aprendizaje antiguo, sino incorporar nuevos formatos y contenidos.
En su investigación, Corpus Gómez pone de manifiesto que las comunidades virtuales de aprendizaje aportan beneficios sociales y psicológicos, además de los puramente técnicos y académicos. "El aprendizaje y el conocimiento compartido se ven favorecidos por esta dimensión social. Estas variables relacionales son las que producen más satisfacción entre los usuarios", asegura. Por lo tanto, además de tener efectos positivos en la gestión del conocimiento, este modelo "también influirá positivamente en otros ámbitos laborales: esfera social, trabajo en equipo, comunicación, cohesión organizativa y desarrollo de competencias profesionales transversales".
En definitiva, esta investigación de la UOC pone de manifiesto que la formación continuada que reciben actualmente los profesionales sanitarios no se adecua a las necesidades reales que exige la realidad tecnológica del siglo XXI. El aprendizaje en comunidades virtuales es una alternativa válida a los métodos tradicionales de formación continuada para los profesionales sanitarios, y es clave para el desarrollo profesional. El Sistema Nacional de Salud no incentiva suficientemente el uso de estas herramientas como elemento formal de aprendizaje, puesto que no tienen reconocimiento ni acreditación y no se incorporan en los planes de formación continuada de las organizaciones ni son reconocidas en los sistemas de carrera profesional. Es imperativo reorientar el modelo de formación médica continuada de los profesionales.