La Reunión Anual del Grupo Español de Trasplantes Hematopoyéticos y Terapia Celular (GETH-TC), que forma parte de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), ha reunido a cerca de 600 expertos para abordar los avances y retos en el trasplante de médula ósea y la terapia celular.
Los profesionales han debatido en este encuentro de los últimos tratamientos en pacientes trasplantados, la consulta de transición de pacientes pediátricos a adultos, la realización del trasplante hematopoyético y de la terapia CAR-T en casa y las mejoras en la detección y manejo de complicaciones graves, como la llamada enfermedad veno-oclusiva hepática. Los expertos coinciden en que es fundamental garantizar un seguimiento a largo plazo, desarrollar modelos asistenciales más eficientes y trabajar junto con las autoridades sanitarias para mejorar el acceso equitativo a todos estos tratamientos.
"Queremos asegurarnos de que estos pacientes, que han superado enfermedades muy graves, sigan siendo atendidos porque pueden desarrollar problemas de salud años después del trasplante"
Julia Marsal Ricoma, del Hospital Sant Joan de Déude Barcelona, ha moderado un simposio sobre la transición de niños que han recibido un trasplante de médula ósea hacia la atención médica de adultos. La experta ha afirmado que este cambio es clave para garantizar un seguimiento adecuado: "Queremos asegurarnos de que estos pacientes, que han superado enfermedades muy graves, sigan siendo atendidos porque pueden desarrollar problemas de salud años después del trasplante".
La doctora Marsal ha destacado que, en el ámbito pediátrico, este proceso puede ser difícil porque los profesionales crean un fuerte vínculo con los pacientes y sus familias: "Es un momento muy importante e incluso emotivo". También ha resaltado la importancia de contar con un equipo médico de referencia para hacer un seguimiento a largo plazo y detectar posibles complicaciones futuras, como problemas cardiovasculares o un mayor riesgo de desarrollar cáncer.
Por último, la doctora Marsal ha instado a las autoridades sanitarias a tomar medidas para que ningún paciente quede fuera del sistema. "Sería útil contar con indicadores claros para evaluar cómo se está realizando esta transición", ha concluido.
TRATAMIENTO SIN INGRESO HOSPITALARIO
Francesc Fernández Avilés, del Hospital Clínic de Barcelona, ha moderado una sesión sobre el desarrollo de tratamientos ambulatorios en trasplante de médula ósea y terapias con células CAR-T. El experto ha explicado que, aunque en España hay alrededor de 12 hospitales que han implementado estos procedimientos sin necesidad de ingreso prolongado, aún queda trabajo por hacer: "El sistema sanitario debe adaptarse a los cambios científicos y sociales para seguir siendo sostenible sin perder calidad".
El doctor Fernández Avilés ha apuntado que estos tratamientos permiten que los pacientes puedan recibir su terapia en casa o con visitas periódicas al hospital, lo que mejora su bienestar y reduce la presión sobre los hospitales. Sin embargo, ha señalado que hay ciertos requisitos que limitan la expansión de este modelo. "Para optar a estos tratamientos ambulatorios, el paciente debe tener buen estado general, vivir cerca del hospital y contar con un cuidador disponible las 24 horas".
Finalmente, este experto ha pedido más apoyo por parte de las administraciones. "Necesitamos que las autoridades sanitarias comprendan el impacto positivo de estos modelos y faciliten su desarrollo".
MEJORAS EN LA DETECCIÓN Y EL TRATAMIENTO
María Jesús Pascual, del Hospital Regional Universitario de Málaga, ha hablado sobre la enfermedad veno-oclusiva hepática, una complicación que puede surgir después de un trasplante de médula ósea y que puede llegar a ser mortal en los casos más graves. "Afortunadamente, en los últimos años hemos mejorado mucho en la prevención y tratamiento de esta enfermedad, gracias a una mejor selección de donantes y avances en los tratamientos", explica. También ha destacado que un estudio realizado por el GETH-TC ha confirmado que la detección temprana es clave. "Gracias a determinadas herramientas podemos predecir quiénes tienen más riesgo de desarrollar la enfermedad y tratarla cuanto antes".
Además, la doctora Pascual ha insistido en la necesidad de que los equipos médicos estén bien preparados. "Hematólogos, radólogos, enfermería y otros especialistas deben colaborar para identificar los síntomas lo antes posible y actuar de manera rápida".