Un grupo de expertos españoles ha revelado que es necesario ir más allá de la la suprevisón viral en el abordaje de los pacientes con VIH con el objetivo de garantizar una mejor calidad de vida global a largo plazo. Los avances en los tratamientos antrirretrovirales (TAR) han favorecido que el VIH pase de ser una enfermedad potencialmente mortal para cronificarse y establizarse. Con todo, es imprescindible replantear el abordaje de la enfermedad y prestar atención a aspectos como el envejecimiento acelerado o la aparición de comorbilidades.
"Hoy en día, los pacientes con VIH en países con acceso universal al tratamiento, sin limitaciones de recursos, en su mayoría se encuentran estables y disfrutan de una vida normal. Sin embargo, la aparición de enfermedades asociadas al envejecimiento, requieren que los pacientes tengan acceso a un equipo multidisciplinar para que pueda recibir una atención personalizada, adecuada a sus necesidades", apostilla el jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Ramón y Cajal, el Dr. Santiago Moreno.
El estudio ha sido publicado en la revista Journal of Antimicrobial Chemotherapy y se titula "Redefinir el éxito terapéutico en pacientes con VIH: la opinión de un experto". En el informe se proponen nuevos criterios basados en cinco pilares que deben tenerse en cuenta: inicio rápido de tratamiento, eficacia, simplicidad, seguridad y calidad de vida.
El inicio rápido del TAR está asociado con una mayor retención en el control de la salud y mejores resultados generales. Respecto a la eficacia, deben priorizarse los tratamientos con regímenes con barreras más altas a la resistencia y que alcanzan la indetectabilidad más rápido.
La atención al paciente con VIH debe seguir un enfoque multidisciplinar para cubrir las necesidades individuales de cada persona
Por otro lado, la simplicidad pasa por aplicar prácticas sencillas, ya que los datos señalan que los STR (simple tablet régimen) y una frecuencia de dosificación baja, están asociados a una mejor adherencia y control virológico.
En lo que a seguridad respecta, deben considerarse los regímenes con baja toxicidad y nivel de interacciones a la hora de elegir tratamiento, de modo que se disminuya el impacto negativo en el organismo. De esta forma, se mejora la calidad de vida de las personas que viven con VIH, mientras se incluyen medidas para reducir el estigma entorno a la enfermedad.
Una de las conclusiones principales de la investigación es que la atención al paciente con VIH debe seguir un enfoque multidisciplinar para cubrir las necesidades individuales de cada persona.
Los coordinadores de este estudio, que ha contado con la colaboración de Gilead, han sido el Dr. Antonio Antela, del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela; el Dr. Antonio Rivero, del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba; el Dr. Josep María Llibre, del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol de Badalona; y el Dr. Santiago Moreno, del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.