Expedición sanitaria española en Mauritania: “Hay que tener mucha motivación por querer cooperar"

El doctor David Pestaña, jefe de Anestesiología del Hospital Ramón y Cajal, acaba de volver de una expedición sanitaria de 12 días al norte de Mauritania, y nos cuenta cómo ha sido la experiencia... una más en este país para él

El doctor David Pestañas, en acción en Mauritania (FOTO: Cedida a ConSalud.es)
El doctor David Pestañas, en acción en Mauritania (FOTO: Cedida a ConSalud.es)
Manuel Gamarra
3 junio 2024 | 07:00 h
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El doctor David Pestaña acaba de volver de Mauritania, un país que, desde su primera visita en el año 2020, cuando viajó para tratar de aportar su granito de arena durante la pandemia, ya se conoce muy bien. Sin embargo, esta vez ha sido distinto: el jefe de Anestesiología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid ha ido con otros tres compañeros del centro, y los cuatro han formado parte del grupo de 28 personas que han participado en la ‘XI Comisión Médica de Cooperación en Mauritania’, una expedición sanitaria organizada por la ONG ‘HumanCoop’ y que ha tenido una duración de doce días.

“Yo soy jefe de un servicio que tiene 97 empleados. Cuando llegué por primera vez a Mauritania, había 17 en todo el país para cuatro millones y pico de personas. La cosa ha mejorado ligeramente desde entonces, pero sigue estando muy mal, como en toda África”, apunta el doctor en una entrevista concedida a ConSalud.es. Acompañado por la doctora del Ramón y Cajal Carolina de Solís, la supervisora de quirófano de Urología y Ginecología María García Malo y la técnico de laboratorio Isabel Candela, su labor ha sido clave para permitir al equipo de cirujanos de distintas partes de España que también ha viajado hasta allí para operar vesículas, hernias, tumores benignos o hemorroides.

Los cuatro sanitarios del Ramón y Cajal

“Yo soy jefe de un servicio que tiene 97 empleados. Cuando llegué por primera vez a Mauritania, había 17 en todo el país para cuatro millones y pico de personas"

“Yo ya tengo una historia de amor con Mauritania desde hace varios años. Así que cuando surgió este proyecto, y me enteré de que estaban buscando gente para iniciar una misión quirúrgica, que nunca la habían hecho, decidí apuntarme”, explica. ¿Y sus compañeros del hospital?: “De entrada ya hay gente que, como saben que estoy metido en estas cosas, me piden que les avise si surge algo. Pero tampoco es que tuviera que animarles mucho, sino que se vinieron ellos directamente. Al final creo que es algo que se lleva en los genes”.

De hecho, comenta, a Isabel, la joven técnico de laboratorio “que ya tenía experiencia previa colaborando con esta ONG”, no la conocía de antes. “Yo siempre lo digo: los que vamos a las misiones de cooperantes no somos héroes ni nada de eso. Lo que pasa es que nos va mucho la marcha”, insiste el doctor del Ramón y Cajal mientras ríe. “Al final, esto no está financiado. Aquí cada uno se paga su billete, su sustento… hay que tener mucha motivación por querer cooperar y ayudar a los demás”, añade.

Cirujanos generales, oftalmólogos, médicos de familia, internistas, radiólogos, digestivos, enfermeros, farmacéuticos… e incluso personal no sanitario. Todos ellos han formado parte de la citada expedición de 28 personas que ha estado recientemente en Mauritania: “Estos proyectos, como dependen de voluntarios, hay que hacerlos en función de la gente que responde”. “’HumanCoop’ la fundó un dentista, y al principio trabajaban con refugiados saharauis, que poco a poco empezaron a emigrar al norte de Mauritania desde los campos de refugiados. Hasta allí les siguió la ONG, a una parte del país que está un poco alejada de la mano de Dios, y donde no hay ninguna infraestructura sanitaria”, recuerda el anestesista.

“Estos proyectos, como dependen de voluntarios, hay que hacerlos en función de la gente que responde”

En concreto, los sanitarios españoles viajaron hasta la ciudad de Zouerat, que cuenta con un hospital público -a donde se derivó todo lo relacionado con la medicina general y la pediatría- y otro privado, perteneciente a la Fundación SNIM, empresa propietaria de minas de hierro en la zona. Allí se realizaron todas las campañas de Cirugía General y Oftalmología. “Hasta ahora, las misiones se centraban en el cuidado de los dientes y en hacer las veces de dispensario local, pero poco más. Vamos, lo que se puede resolver con un fonendoscopio”, explica el doctor Pestaña.

David Pestaña, administrando anestesia

“Pero entonces surgió una oportunidad, a través de un hospital privado. Establecieron una especie de acuerdo con el hospital, que permite utilizar sus instalaciones para atender a gente sin recursos a cambio de enseñar un poco a sus trabajadores y de dejar algo de material. De momento, parece que está funcionando”, afirma el cooperante. De hecho, allí estuvieron también convocados médicos y enfermeros de Tiris-Zemmour, entre las que se encuentran las localidades de Bir Mogrein, Fderik y Zouerat, así como de toda Mauritania, para aprender de los experimentados profesionales sanitarios españoles.

LA IMPORTANCIA DE "FORMAR FORMADORES"

Y es que, apunta Pestaña, la concepción de estas expediciones que tratan de dar asistencia sanitaria a las poblaciones más desfavorecidas siempre ha de ser, más allá de la atención en el momento, la de formar a los propios médicos locales para que puedan ser ellos los que lo hagan en el futuro. “Lo que tenemos que hacer es formar formadores. Las misiones no tienen ningún sentido si dependen de que tú vayas allí diez días al año. Es el famoso proverbio de no dar peces, sino enseñar a pescar”, asegura el anestesista del Hospital Ramón y Cajal.

“El problema de la formación en estos países es que mucha gente, cuando está capacitada, se va de los sitios remotos a la capital, o incluso a otros países que están mejor. Es algo lógico de la naturaleza humana, pero, lógicamente, cuanta más gente formes, más gente se quedará. Por eso hay que planificar programas más ambiciosos, y en esa fase estamos también”, apunta David Pestaña, quien promueve activamente esto a través de su propia ONG, con la que viaja frecuentemente a Mauritania: “Conozco prácticamente todos los hospitales del país, aunque en la zona del norte nunca había estado". “El problema de África en general es que faltan pocos profesionales. Más que brotes verdes, lo que me encontré con este hospital fue una grata sorpresa en relación con lo que había visto antes en Mauritania”, sentencia.

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