El Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) ha emitido un comunicado en el que se posicionan de forma favorable a la Proposición de Ley Orgánica de regulación de la eutanasia, recientemente aprobada en el Congreso de los Diputados y que supondrá la constitución de un nuevo derecho en España.
El presidente del CEEM, Ángel Benegas Borrego, ha subrayado que el organismo que dirige solicitaba “que esta ley recogiese una serie de criterios, como que el paciente goce de plenas facultades a la hora de la decisión, así como la firma de un consentimiento por su parte como que toma la decisión de forma libre y voluntaria”. Y, según queda reflejado en el texto aprobado “queda todo el proceso bastante explicado, tal y como pedíamos”.
Por estos motivos, creen que el día 17 de diciembre de 2020 “pasará a la historia como el día en el que España aprobó la eutanasia”. A pesar de ello, los estudiantes de Medicina consideran que “como estudiantes solicitamos, y debemos obtener, más formación en el tema, para poder informar en el futuro al paciente acerca de todas las posibilidades y respetar el principio de autonomía”.
CEEM reclamaba que la ley recogiera en qué situaciones podría solicitarse esta práctica para garantizar todos los derechos del paciente y amparar legalmente al personal sanitario
En el mismo comunicado, el CEEM recuerda que en la última asamblea general presencial que celebraron, en octubre de 2019 en Valladolid, “se redactó el posicionamiento sobre eutanasia y quedó aprobado y vigente a partir de la misma”. Desde entonces, critican, “fue puesto en el punto de mira por otras asociaciones y organizaciones médicas, ya que no comprendían cómo se posicionaban a favor del texto ya que, para muchas, iba en contra de los principios de ‘ser médico’”.
En dicho encuentro de hace más de un año, este colectivo estudiantil ya solicitaban “recibir más formación acerca de los temas que rodean el final de la vida”, al mismo tiempo que defendían la despenalización de la eutanasia. Por otro parte, se mostraban a favor de que las personas “tienen el derecho a usar su capacidad para tomar decisiones acordé a su proyecto biográfico”.
Finalmente, consideraban que “en caso de aprobarse un marcoregulador, este debía recoger en qué situaciones podría solicitarse esta práctica con el fin de garantizar todos los derechos del paciente y amparar legalmente al personal sanitario”.