Un estudio experimental de la Universidad de Linköping (Suecia) ha determinado el impacto negativo que tiene la hormona sexual estrógeno en la regulación de los latidos del corazón. Según las investigaciones, publicadas en la revista 'Science Advances', el impacto del estrógeno parece interactuar con los cambios hereditarios que causan una enfermedad cardiaca que altera el ritmo del corazón, mientras que otras sustancias endógenas pueden tener un efecto protector.
A lo largo de la vida, el corazón late unos 2.500 millones de veces. Cada latido es desencadenado por un impulso eléctrico que hace que el músculo cardiaco se contraiga en un movimiento muy bien coordinado. La actividad eléctrica del corazón está regulada por pequeños poros, los canales iónicos, que atraviesan las membranas celulares y regulan el flujo de iones cargados eléctricamente que entran y salen de la célula. Algunos canales iónicos actúan como aceleradores y otros como frenos. Juntos, regulan cada latido a lo largo de la vida.
Sara Liin, profesora asociada del Departamento de Ciencias Biomédicas y Clínicas de la Universidad de Linköping, ha informado de que, con el estudio, "intentamos comprender qué sustancias del organismo influyen en la función de los canales iónicos. "Si pudiéramos averiguar cómo funciona esta regulación, quizá podríamos entender por qué algunos individuos están más protegidos y otros sufren más".
Concretamente, en este estudio, los investigadores se han interesado por los posibles efectos de la hormona sexual estrógeno. Según han informado, se les ocurrió esta idea cuando los especialistas del corazón les preguntaron por qué las mujeres no sólo se ven afectadas con más frecuencia que los hombres, sino también con mayor gravedad, por ciertas enfermedades hereditarias que provocan un ritmo cardiaco anormal, también conocido como arritmia.
El impacto del estrógeno parece interactuar con los cambios hereditarios que causan una enfermedad cardiaca que altera el ritmo del corazón
Todo ello, afirman desde el estudio, a pesar de que, en general, se considera que las mujeres están mejor protegidas contra las enfermedades cardiovasculares. Se preguntaron si podría tener algo que ver el hecho de que las mujeres tengan más estrógenos que los hombres.
En su estudio, los investigadores estudiaron el tipo de canal iónico mutado con más frecuencia en el SQTL, denominado Kv7.1/KCNE1. La función reducida de este canal iónico es un factor de riesgo que aumenta el riesgo de arritmia. Para poder comprender el impacto del estrógeno en este canal iónico específico, los investigadores realizaron experimentos en los que insertaron la variante humana del canal iónico en huevos de rana, que no tienen este canal iónico.
Los investigadores añadieron la forma más activa de la hormona sexual estrógeno, el estradiol, y midieron la función del canal iónico. Resultó que la función del canal iónico se veía obstaculizada por el estrógeno, lo que los investigadores interpretan como un indicio de que el estrógeno puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de arritmia. Otras hormonas sexuales no tuvieron ningún efecto.
Los investigadores también averiguaron exactamente qué partes del canal se veían afectadas por el estrógeno. Examinaron además las mutaciones de los canales iónicos halladas en familias con síndromes de arritmias hereditarias. Algunas mutaciones conducían a una alta sensibilidad a los estrógenos, mientras que otras hacían que el canal iónico perdiera por completo la sensibilidad a los estrógenos.
"Demostramos que algunas mutaciones hereditarias que reducen la función de los canales iónicos parecen contribuir a una alta sensibilidad a los estrógenos, por lo que podría haber dos factores de riesgo que interactúan especialmente en las mujeres portadoras de estas mutaciones. Creemos que nuestro estudio es una buena razón para examinar más de cerca este aspecto en las pacientes", afirma Sara Liin.
"Demostramos que algunas mutaciones hereditarias que reducen la función de los canales iónicos parecen contribuir a una alta sensibilidad a los estrógenos"
Los investigadores señalan que es importante recordar los muchos efectos positivos del estrógeno, y que en las mujeres con un riesgo hereditario aumentado de SQTL, el estrógeno podría ser posiblemente un factor de riesgo. El SQTL es relativamente raro y afecta a una de cada 2.500 personas.
Los investigadores de la LiU publicaron recientemente un estudio en 'The Lancet eBioMedicine' en el que realizaban un estudio similar sobre un grupo de sustancias endógenas conocidas como endocannabinoides. Este estudio demostró que, en cambio, los endocannabinoides parecían funcionar como factores protectores en el SQTL.
Según los investigadores, los resultados indican que puede ser importante estudiar estos factores en humanos, ya que esto podría conducir a formas de aumentar los niveles de endocannabinoides para contrarrestar la arritmia.