El borrador del Estatuto Marco presentado por el Ministerio de Sanidad a comienzos de este año supuso un golpe directo a las aspiraciones de los médicos. Tras veinte años de espera, Mónica García dio un paso adelante en la iniciativa de renovar el documento que rige los derechos laborales del personal estatutario del Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, durante ese mismo periodo los facultativos españoles también han venido acumulando puntos de mejora para su profesión que esperaban ver recogidos en cualquier nueva propuesta.
De esta manera, la gran distancia entre lo que los facultativos plantean y lo propuesto en el documento, así como la sensación de falta de representatividad en el ámbito de negociación, les ha terminado llevando a reclamar al ministerio la puesta en marcha de un estatuto propio para su colectivo que se ajuste a sus singularidades profesionales. Exigen, por tanto, una norma específica que recoja una nueva clasificación profesional que tenga en cuenta el mayor periodo de formación, responsabilidad y cualificación que se les exige.
Consideran que esa nueva clasificación debe implicar un consiguiente incremento retributivo que sirvan de base para equiparar sus salarios con los del resto de países del entorno europeo
Además, consideran que esa nueva clasificación debe implicar un consiguiente incremento retributivo que sirvan de base para equiparar sus salarios con los del resto de países del entorno europeo, con el fin de fidelizar a los médicos en el Sistema Nacional de Salud. No en vano, uno de los principales problemas de nuestra sanidad pública es la sangría de profesionales que optan por trabajar en el sector privado o directamente deciden marcharse fuera de nuestras fronteras en busca de mejores condiciones laborales.
Del mismo modo, la profesión médica observa que la regulación de la jornada laboral en el borrador del Estatuto Marco plantea la limitación de la jornada semanal del médico a 48 horas, en un contexto en el que, desde el propio Gobierno de España se aboga porque todos los trabajadores tengan como máximo 37’5 horas por semana, vulnerando así para los médicos el cumplimiento de la legislación europea respecto a jornada y salud laboral.
El colectivo aspira a ver regulados de manera nítida aspectos como el de las limitaciones en las guardias localizadas o el descanso obligatorio y computable como tiempo trabajado asociado a las guardias
Paralelamente, el colectivo aspira a ver regulados de manera nítida aspectos como el de las limitaciones en las guardias localizadas o el descanso obligatorio y computable como tiempo trabajado asociado a las guardias. Igualmente, los médicos sostienen que la retribución de estos periodos, que tiene tratamiento de jornada, debe ser al menos igual a la de la hora ordinaria, con los mismos complementos como nocturnidad o festividad que se aplican a otros colectivos.
A nivel de reconocimiento de los trabajadores, el deseo facultativo es que se declare trabajador nocturno a aquel que haga un tercio de su jornada de noches y, cuando por necesidades organizativas se requiera realizar más horas de guardia que las legalmente establecidas, deben ser ofertadas como voluntarias y retribuidas como horas extraordinarias hasta un máximo de 150 horas al año. Además, aspiran a que los servicios médicos puedan optar a la no realización de guardias de 24 o 17 horas a cambio de jornadas de 12 horas, con la consiguiente minoración de la jornada, según se contempla con otros grupos profesionales.
Los médicos creen que es el momento de ver reconocido su derecho a una jubilación flexible, tal y como ocurre en muchos otros colectivos profesionales
Otro de los asuntos planteados en la propuesta de Estatuto Marco que más ampollas ha levantado ha sido el de establecer una exclusividad pública para puestos gestores y jefes de equipo. A este respecto, la profesión médica considera que el sistema de incompatibilidades debe tener las mismas características que el del resto de empleados públicos y, en el caso de que se quieran establecer limitaciones, basadas en su singularidad o mayor nivel de responsabilidad, deben estar acompañadas de compensaciones retributivas adecuadas, pues lo contrario supondría el riesgo de una fuga de talento del SNS.
Finalmente, los médicos creen que es el momento de ver reconocido su derecho a una jubilación flexible, tal y como ocurre en muchos otros colectivos profesionales. Igualmente, quieren un reconocimiento de la penosidad de realizar jornadas de trabajo superiores a la ordinaria (supraordinaria, especial o extraordinaria), que permita la jubilación anticipada sin merma. Para ello, piden a los responsables políticos contabilizar todas las horas de exceso realizadas durante la vida laboral para llegar a una jubilación plena al completar el equivalente a 35 años de trabajo en jornada ordinaria.