A lo largo de la historia de la humanidad, han sido muchas las enfermedades estigmatizadas. Entre los casos más recientes, por ejemplo, se encuentra el Covid-19, que durante mucho tiempo hacía que las personas se alejasen cada vez que escuchaban a otro toser. Sin embargo, hay una que corona todos los ránkings de estigmatización y discriminación: el VIH.
Sin embargo, esto no viene solo de personas ajenas al ámbito de la salud, sino que los trabajadores sanitarios también lo presentan, unido a las importantes lagunas en los conocimientos sobre la transmisión y la prevención del VIH. Así lo ha revelado un nuevo informe, publicado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y la Sociedad Clínica Europea del SIDA (EACS), que evalúa el estigma y la discriminación relacionados con el VIH en los centros de atención sanitaria de Europa y Asia Central.
La falta de conocimientos por parte de los trabajadores sanitarios se asocia a niveles más elevados de estigma y discriminación contra las personas que viven con el VIH, lo que obstaculiza los esfuerzos por alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible de poner fin al sida para 2030. Según revela el informe, uno de cada cuatro trabajadores de la salud no conocía el concepto de ‘indetectable es igual a intransmisible’, que implica que las personas con VIH que alcanzan y mantienen una carga viral indetectable no pueden transmitir el virus a otras personas por vía sexual.
Uno de cada cuatro trabajadores de la salud no conocía el concepto de ‘indetectable es igual a intransmisible’
A su vez, el 44% no tenía conocimiento sobre la profilaxis posterior a la exposición (PEP), y casi el 60% no tenía conocimientos sobre la profilaxis previa a la exposición (PrEP). Finalmente, menos de un tercio de los encuestados tenía conocimientos correctos sobre las tres afirmaciones relativas a la transmisión y prevención del VIH.
“Existe una necesidad apremiante de intervenciones sólidas y multifacéticas, que abarquen la educación y las directrices a nivel de los centros de salud para eliminar el estigma, mejorar los conocimientos sobre el VIH entre los trabajadores de la salud y garantizar una atención equitativa y no estigmatizante para todas las personas que viven con el VIH. Abordar estas cuestiones es esencial para alcanzar el objetivo mundial de poner fin a la epidemia del sida para 2030”, indica Teymur Noor, experto en VIH del ECDC y coordinador del estudio.
Los investigadores están preocupados por el estigma, pues un porcentaje bastante notable detrabajadores de la salud (8%), informó de que evitaría el contacto físico con los pacientes. Además, una cuarta parte dijo que usaría guantes dobles cuando brindara atención a una persona que vive con VIH, y algunos trabajadores de la salud expresaron reservas sobre la prestación de atención a poblaciones clave con mayor riesgo de contraer VIH, como las personas que se inyectan drogas, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los trabajadores sexuales o las personas transgénero. Estas actitudes se vieron influidas por la falta de capacitación y la percepción de un mayor riesgo.
Casi un tercio de los encuestados observó comentarios discriminatorios o negativos sobre las personas que viven con VIH, y casi el 20% fue testigo de la divulgación del estado serológico sin consentimiento
A todo ello hay que añadir que también se han notificado prácticas discriminatorias, pues más de uno de cada cinco encuestados había sido testigo de la falta de voluntad para proporcionar atención a personas que viven con VIH o que están en riesgo de contraerlo. Casi un tercio de los encuestados observó comentarios discriminatorios o negativos sobre las personas que viven con VIH, y casi el 20% fue testigo de la divulgación del estado serológico sin consentimiento.
Todo lo descubierto en el informe está relacionado con que, pese a la amplia existencia de protocolos y directrices que buscan proteger contra la infección por VIH y prevenir la discriminación en muchos centros, aún hay una falta sustancial de conocimiento o aplicación de estas políticas en algunos entornos. Los hallazgos son particularmente importantes, ya que el estigma del VIH está vinculado a resultados negativos en la atención médica, como demoras en la atención, evitación de los centros de salud y la mala adherencia a la medicación. Esto, en última instancia, obstaculiza los esfuerzos de prevención y tratamiento del VIH.
Comprender cómo y en qué contextos se manifiesta el estigma del VIH en los entornos de atención de salud es necesario para intervenir y abordar los factores individuales e institucionales que impulsan el estigma y la discriminación hacia las personas que viven con el VIH. Este informe forma parte del trabajo en curso del ECDC para evaluar el progreso de la implementación de la Declaración de Dublín sobre la Asociación para la Lucha contra elVIH/SIDA en Europa y Asia Central a través de una serie de informes temáticos y resúmenes de evidencia. Las conclusiones del informe también se presentarán en la 25ª Conferencia Internacional sobre el SIDA en Múnich, Alemania, el 26 de julio de 2024.