Las comunidades autónomas dedican una media del 30% de su presupuesto al gasto sanitario (según datos del Ministerio de Hacienda), y buena parte del mismo va a los hospitales. Esto hace que muchos gerentes tengan que gestionar presupuestos mayores que los de muchas alcaldías, e incuso consejerías. El del Hospital de La Paz, por ejemplo, superaba los 490 millones de euros en 2013, según las cuentas publicadas por la Consejería de Sanidad de Madrid.
El documento también señala que un 70% de los directivos (donde también se incluyen los gerentes de hospitales) cree que la selección de los altos cargos sanitarios depende de su afinidad política en mayor medida que su experiencia gerencial o su grado de formación. Además, sólo el 17% de los mismos asegura tener autonomía a la hora de tomar decisiones en su gestión.
Con esta situación está de acuerdo la Fundación ¿Hay Derecho? que, en un artículo publicado en su blog corporativo, considera que “un gerente de hospital no debería cesar cuando cambia el partido del gobierno autonómico del que depende, ni tampoco debería ser una mera palanca de la consejería en el centro que gestiona. Nuestros hospitales tienen un problema que afecta al buen uso de los recursos públicos. Y ese problema está en sus direcciones”.
Para ello pone el ejemplo reciente de la Comunidad Valenciana, donde la Consejería de Sanidad anunció la convocatoria de una plaza de gerencia después de haber nombrado a la titular, cuya afinidad política con la consejera era conocida.
NECESARIA PROFESIONALIZACIÓN
El portavoz de los directivos defiende por tanto una “profesionalización” de la gestión, tanto pública como privada, y arguye que “debe estudiarse la posibilidad de que la gestión sanitaria sea considerada como un área de Capacitación Profesional”, donde su propia sociedad “ejerza el asesoramiento adecuado” a través de una comisión de acreditación.
Desde ¿No hay derecho? consideran, además, que una posible solución sería el establecimiento de una normativa estatal “de obligado cumplimiento” en todos los servicios autonómicos de salud para “fijar unos criterios mínimos a cumplir para poder aspirar a dichos puestos”.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es
El 70% de los directivos cree que la afinidad política influye más que la experiencia en la selección de altos cargos
Pese a ello, el 53% de los directivos de salud españoles reconoce no haber recibido formación en habilidades directivas en el último año, y más del 44%, no haberlo hecho en cinco años. Estos datos se desprenden del informe Profesionalización de los Directivos de Salud, realizado hace dos años por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa).El documento también señala que un 70% de los directivos (donde también se incluyen los gerentes de hospitales) cree que la selección de los altos cargos sanitarios depende de su afinidad política en mayor medida que su experiencia gerencial o su grado de formación. Además, sólo el 17% de los mismos asegura tener autonomía a la hora de tomar decisiones en su gestión.
Con esta situación está de acuerdo la Fundación ¿Hay Derecho? que, en un artículo publicado en su blog corporativo, considera que “un gerente de hospital no debería cesar cuando cambia el partido del gobierno autonómico del que depende, ni tampoco debería ser una mera palanca de la consejería en el centro que gestiona. Nuestros hospitales tienen un problema que afecta al buen uso de los recursos públicos. Y ese problema está en sus direcciones”.
Para ello pone el ejemplo reciente de la Comunidad Valenciana, donde la Consejería de Sanidad anunció la convocatoria de una plaza de gerencia después de haber nombrado a la titular, cuya afinidad política con la consejera era conocida.
NECESARIA PROFESIONALIZACIÓN
El perfil del directivo debe establecerse “como el de un profesional de la gestión y no como un cargo político”
En este sentido, Joaquín Estévez, presidente de Sedisa, expone en un artículo para El Mundo que el perfil del directivo debe establecerse “como el de un profesional de la gestión y no como un cargo político, con una selección basada en el explícito diseño del puesto de trabajo, estando sometido a una evaluación objetiva basada en los resultados asistenciales, económicos, de participación profesional, y de liderazgo social”.El portavoz de los directivos defiende por tanto una “profesionalización” de la gestión, tanto pública como privada, y arguye que “debe estudiarse la posibilidad de que la gestión sanitaria sea considerada como un área de Capacitación Profesional”, donde su propia sociedad “ejerza el asesoramiento adecuado” a través de una comisión de acreditación.
Desde ¿No hay derecho? consideran, además, que una posible solución sería el establecimiento de una normativa estatal “de obligado cumplimiento” en todos los servicios autonómicos de salud para “fijar unos criterios mínimos a cumplir para poder aspirar a dichos puestos”.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es