La reciente creación de la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias ha supuesto un halo de esperanza para otras que siguen a la espera de convertirse en realidad. Una de ellas es Enfermedades Infecciosas, cuyos profesionales tuvieron -y siguen teniendo- un papel fundamental a raíz de la COVID y esperan que el trabajo que comenzó hace un año dé por fin pronto sus frutos.
“La especialidad se encuentra en la última fase, la fase técnica regulada en el Real Decreto”, señala a ConSalud.es el Dr. José Miguel Cisneros, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), quien destaca que “los titulares de la mayoría de las 17 consejerías de salud se han manifestado a favor, sin ninguna comunidad en contra”.
“La creación de la especialidad de Medicina de Urgencias es la mejor prueba de que el Real Decreto funciona"
En concreto, fue en julio de 2022 cuando, a través de un Real Decreto que regulaba la formación transversal de las especialidades en Ciencias de la Salud y abría las puertas de par en par para la creación de nuevas especialidades, los distintos grupos de trabajo de Enfermedades Infecciosas se pusieron manos a la obra. “La creación de la especialidad de Medicina de Urgencias es una magnífica noticia, porque es la mejor prueba de que el Real Decreto funciona y la bienvenida para otras solicitudes”, manifiesta Cisneros con optimismo.
Su creación conseguirá que se ponga fin a diversas paradojas, como el hecho de que la reunión de la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS), que acordará el examen de enfermedades infecciosas para los infectólogos europeos, vaya a tener lugar en Barcelona… donde no existe la especialidad: “Pondrá de nuevo de manifiesto la anacronía que representa la ausencia de la especialidad en nuestro país y la discriminación negativa que sufren los ciudadanos y profesionales españoles ante sus homólogos europeos, precisamente ahora que España preside la Unión”.
“Los pacientes con infecciones graves y complejas necesitan infectólogos, del mismo modo que los pacientes con enfermedades cardíacas graves y complejas necesitan cardiólogos"
Con todo ello, desde la SEIMC confían en que el grupo técnico que está realizando la evaluación de la solicitud de la especialidad pueda terminar cuanto antes su trabajo. “Confiamos que en 2025 tendremos la primera promoción de MIR de Enfermedades Infecciosas”, expone su portavoz, recordando que los tres últimos ministros de Sanidad de nuestro país les apoyan: “Además, Salvador Illa lo hizo en sede parlamentaria”.
“Los pacientes con infecciones graves y complejas necesitan infectólogos, del mismo modo que los pacientes con enfermedades cardíacas graves y complejas necesitan cardiólogos y, como debe ser, los tienen”, sentencia Cisneros.
LAS ZOONOSIS Y EL VIH, EN EL FOCO
La presencia de médicos especialistas en esta disciplina ayudará a combatir, entre otras muchas enfermedades, las de zoonosis, que representan al 60% de las enfermedades infecciosas conocidas y al 65% de las enfermedades infecciosas emergentes. Francisco Javier Membrillo, vicepresidente de la propia Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, atribuye este aumento de enfermedades zoonóticas detectadas a, por un lado, “las migraciones y el cambio climático, que hace que la distribución de los vectores de estas enfermedades hayan cambiado”.
Por otro, al mayor conocimiento que se tiene de ellas: "Existen muchas enfermedades que eran zoonóticas y no terminamos de conocer o que lo son potencialmente y se están vigilando”. “Tener médicos especializados que conocen estas enfermedades que puedan dedicarse más específicamente a integrar ese conocimiento nos ayudaría a detectar los casos precozmente”, reivindica Membrillo.
"El VIH sigue siendo un reto de salud pública de primera magnitud en España"
De igual manera, la lucha contra el VIH también ganará muchos enteros cuando se materialice la nueva especialidad de Enfermedades Infecciosas. Sin embargo, según Rosario Palacios, presidenta de GESIDA, el Grupo de Estudios del SIDA de la SEIMC, su demora podría estar “poniendo en jaque” el óptimo relevo generacional entre los profesionales que atienden a personas con el virus y “favoreciendo” que el vasto conocimiento acumulado tras cuatro décadas de lucha contra la infección caiga en saco roto.
“Existe una percepción, creciente entre los más jóvenes, del bajo riesgo que supone contraer el virus. Y es cierto que gracias a los avances en investigación ya no es una enfermedad mortal, pero el VIH sigue siendo un reto de salud pública de primera magnitud en España por las múltiples complicaciones y comorbilidades que tiene asociadas debidas a un envejecimiento acelerado”, concluye.