La Jornada "Atención psicológica especializada en cáncer y final de vida: un derecho de todos y todas", organizada este pasado lunes por la Comisión Promotora de la Especialidad de Psicooncología y Cuidados Paliativos del Consejo General de la Psicología y el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, volvió a poner sobre la palestra la necesidad de abordar en España la creación de una especialidad en psicología que se dedique de manera exclusiva a la asistencia emocional de pacientes con cáncer o en situación de enfermedad terminal.
De esta manera, el colectivo profesional viene defendiendo desde hace tiempo el reconocimiento de la especialidad de Psicooncología y Psicología Paliativa para dar respuesta a las necesidades de las personas aquejadas por la enfermedad o en cuidados paliativos, así como a las de sus seres queridos. Sustentan esta demanda en las singularidades de su desempeño profesional, en que posibilitaría también asegurar el reconocimiento nacional e internacional de la disciplina y en que impulsaría la investigación científica para una mejor asistencia a los pacientes.
“Resultaría imposible dar un tratamiento completo y multidisciplinar a estas personas que, por lo habitual, vienen de una vida normal y, de repente, empiezan a sufrir múltiples factores estresores asociados a la detección del cáncer"
En este sentido, la Dra. Celia Ibañez, miembro de esta Comisión Promotora de la Especialidad, remarca a ConSalud.es lo rápidamente cambiantes que son los tratamientos frente al cáncer y la necesidad de que, desde el lado de la psicología, el profesional esté al tanto de todas las novedades que se suceden en este sentido. “El abordaje médico en el campo de la oncología varía cada poco tiempo, por lo que el psicólogo que trabaje en estos ámbitos o que asuma la intervención con dichos pacientes, tiene que formarse y estar muy al día de todo”, asevera.
De la misma manera, lo que reclaman las asociaciones de profesionales y pacientes es que los psicólogos estén “integrados” en todas las unidades de oncología del país, dado que, de lo contrario, “resultaría imposible dar un tratamiento completo y multidisciplinar a estas personas que, por lo habitual, vienen de una vida normal y, de repente, empiezan a sufrir múltiples factores estresores asociados a la detección del cáncer y el consiguiente trauma de la muerte que les sobrevuela”, refleja la profesora en la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid.
“Si no se trabaja en el impacto emocional del diagnóstico en un paciente, puede tener repercusiones tales como que este se niegue a tomar el tratamiento o no tenga buena adhesión a los fármacos"
En esta línea, la futurible bolsa de especialización en Psicooncología y Cuidados Paliativos a la que aspiran “no puede ser una especialidad que se presente como un recurso externo a las unidades de oncología, sino que tiene que ser un recurso interno propio del tratamiento de estas personas”, aclara la Dra. Ibañez, quien lo ejemplifica asegurando que “si no se trabaja en el impacto emocional del diagnóstico en un paciente, puede tener repercusiones tales como que este se niegue a tomar el tratamiento, no tenga buena adhesión a los fármacos o sufra deseos adelantados de muerte”.
En el contexto actual de los servicios asistenciales de nuestro país, la psicóloga no puede asegurar que exista una plena cobertura nacional de las necesidades emocionales en todos los pacientes afectados por cáncer: “En principio debería ser así, porque las estrategias y planes estatales contra el cáncer y en la atención al final de la vida hablan de la importancia de la intervención psicológica durante estos procesos”. Sin embargo, admite también que “los psicólogos no están todavía integrados en las unidades de Oncología, salvo algunas excepciones”.
DESIGUALDAD TERRITORIAL
La creación de una especialidad propia en Psicooncología y Cuidados Paliativos serviría para asegurar la atención especializada de estos pacientes, independientemente del punto de España donde se encuentren. “La atención que estas personas reciben queda suscrita en muchas CC.AA. a los convenios que existen con entidades como, por ejemplo, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) o la Fundación La Caixa. Con todo, la cobertura psicológica de los pacientes oncológicos y sus familias es desigual entre unas comunidades y otras”, alerta.
A diferencia de campos como el de la Medicina o la Enfermería, con diferentes ramas de especialización, la Psicología cuenta con una única especialidad: la Psicología Clínica. De ella salen todos los profesionales del Sistema Nacional de Salud que velan por el bienestar emocional de la población. “La psicología no puede quedarse fuera del actual sistema que marca que sus profesionales deben ser especialistas. En un escenario ideal, habría que tener un psicólogo formado y especializado en todas las unidades oncológicas”, anhela la promotora de la especialidad.
"No trataría de menoscabar la gran labor que muchos psicólogos clínicos desarrollan en su asistencia a los pacientes oncológicos", sino, más bien, ahondar en "una mejor asistencia especializada para los enfermos y sus familias"
No en vano, la posibilidad de contar con esta asistencia especializada redundará en el bien de toda la población: “todos, tarde o temprano, podemos enfrentarnos a un cáncer o requerir asistencia paliativa”. Asimismo, la Dra. Celía Ibañez, quiere resaltar que la creación de la nueva especialidad "no trataría de menoscabar la gran labor que muchos psicólogos clínicos desarrollan en su asistencia a los pacientes oncológicos", sino, más bien, ahondar en "una mejor asistencia especializada para los enfermos y sus familias".