Álvaro Cerame acaba de ser elegido nuevo presidente de la European Junior Doctors (EJD), la organización que representa a los médicos jóvenes de toda Europa. Su mandato, que tendrá una duración de dos años, representa una cada vez mayor representación de España en los foros sanitarios internacionales, y buscará defender los derechos de estos profesionales durante sus primeros pasos en el ejercicio de la medicina.
De hecho, aunque en España la palabra “junior” se traduzca como “joven”, la EJD no hace distinción por edades, puesto que cada país “hace una definición distinta de los médicos que están haciendo la Formación Sanitaria Especializada” y hay personas que son de una edad más avanzada y que ya contaban con experiencia previa. “Lo que sí que hay son elementos idiosincrásicos de esta etapa de la carrera profesional, que además son bastante prevalentes y necesarios de abordar”, señala Cerame a ConSalud.es.
Una de las más importantes tiene que ver con las guardias y con el descanso, una problemática que afecta tanto a España como a otros países del continente que no siguen la Directiva Europea del Trabajo y que Cerame, desde su visión como psiquiatra, puede ayudar a abordar mejor que nadie. “Si no se aborda desde organizaciones como la nuestra, difícilmente sale a la palestra”, destaca.
Las consecuencias de ese incumplimiento de las condiciones laborales de los “nuevos” médicos conforma la segunda de las cuatro metas sobre las que el joven médico quiere sustentar su proyecto: “No solo analizar las causas del burnout y de las otras cuestiones que afectan al desarrollo de la patología mental, sino promover climas de trabajo que sean promotores de bienestar”. “El abordaje de la salud mental es fundamental”, insiste.
"Hay elementos idiosincrásicos de esta etapa de la carrera profesional, que además son bastante prevalentes y necesarios de abordar”
Los dos últimos puntos tienen que ver con entender la “democracia sanitaria”, para lo que Cerame utiliza la metáfora de “las gallinas que entran por las que salen”: “Cuántos egresados tienen que salir de las facultades, cuántas plazas tiene que haber en el MIR y cuántos médicos se van a jubilar”. “Lo que estamos haciendo ahora es precisamente eso, ver -tanto a nivel de España como de otros países- por qué los médicos se van y cómo mejorar elementos de formación, retención y planificación de necesidades estratégicas”, explica.
De hecho, en la última asamblea de la European Junior Doctors, en la que se eligió como nuevo presidente a Álvaro Cerame, fue presentado un estudio cualitativo de más de 60 páginas sobre la situación de los médicos jóvenes en los países de Europa, y que contó para su elaboración con representantes de todos ellos. “Ya hemos recibido mucho interés por conocer los resultados por parte de los parlamentarios europeos y de la OMS”, destaca el doctor, quien sustituye al alemán Mathias Körner.
Dicho estudio, que lleva por título ‘From tradition to transition. Navigating through the healthcare workforce crsis. Junior doctor’s experiences and proposals for the future’, señala la dificultad para cubrir algunas especialidades y regiones concretas, “a pesar de que contamos con el mayor número de médicos de la historia del continente”. “Hay muchas personas que están dejando el trabajo clínico para dedicarse a labores de gestión, de salud pública o incluso a la industria. A nivel general, hemos detectado que existe un clima de importante insatisfacción por parte de los médicos en esa etapa de su carrera profesional”, critica Cerame, quien incide en la necesidad de desarrollar un marco de políticas públicas “que aborde esta problemática en sí misma”.
“Sabemos que no existe una solución única para esta cuestión, pero lo que sí sabemos es que no se está haciendo"
También considera necesario el desarrollo de un plan estratégico basado en las necesidades de cada país o región. “Sabemos que no existe una solución única para esta cuestión de los recursos humanos, sino que primero hay que hacer diagnósticos distintos en cada contexto y después implementar políticas concretas en cada lugar. Pero lo que sí sabemos es que no se está haciendo”, denuncia.
Así, la unión y colaboración entre los países que forman la organización -25- durante las asambleas resultan fundamentales para el buen funcionamiento de la EJD. Para ello, cuentan con representantes en cada uno, siendo en España el Consejo General de Médicos (CGCOM): “Hay países, como Alemania o Austria, en los que debemos fijarnos, porque, además de aplicar la Directiva Europea, también la tienen transpuesta en su legislación, y cuentan con mecanismos activos para velar porque esto sea así. Pero hay otros elementos de su sistema que a lo mejor generan menos satisfacción y menos bienestar profesional y hay otros países donde esta parte está mejor”, indica.
“Al final, servimos para establecer un marco de entendimiento, para fomentar un sistema de buenas prácticas y para señalar sistemas o lugares donde se realizan inadecuadamente”, explica el presidente de la la European Junior Doctors, quien reconoce que en España, a nivel general, “se observa que se hace bien”, aunque los últimos resultados sobre el cumplimiento de la Directiva Europea del Trabajo y los descansos son malos.
“Es difícil ver un país que lo haga bien todo, aunque, si tengo que pecar de algo, a lo mejor es de optimismo”, comenta Cerame. “El elemento que lleva a la mejora es, por un lado, entender la situación, y en ese sentido creo que lo hemos hecho a través de estudios y que lo vamos a seguir haciendo. Por otro, tener propuestas y alianzas con otros agentes implicados, como las del documento que hemos presentado en la asamblea”, sentencia.