El paso de la pandemia de Covid-19 por nuestra Sanidad tensionó los servicios asistenciales de nuestro país y dejó importantes secuelas. Una de ellas fue la ampliación en la jornada de los profesionales sanitarios. Tras tres años de pandemia, los diferentes colectivos médicos comenzaron una oleada de protestas en el país para reclamar, entre otras reivindicaciones, el retorno a las jornadas semanales de 35 horas. Una demanda a la que la práctica totalidad de las CC.AA. han dado respuesta, a excepción, por el momento, de Cataluña y Madrid.
De esta manera, los diferentes sindicatos del país han ido presionando a las consejerías autonómicas a implantar esta reducción horaria. Entre los argumentos para defenderlo, más allá de tratarse de un derecho perdido, consideran que la recuperación de esta jornada supone una significativa mejora en beneficio de los trabajadores. Con ello,los facultativos logran paliar la saturación y el burn out que viven, y que el sindicato Metges de Cataluña sitúa en alrededor del 50% de los efectivos en plantilla.
En una profesión como la de los facultativos cualquier descuido, fruto del estrés o la saturación, puede poner en riesgo la seguridad del paciente
Una sobrecarga de trabajo que ha llevado a muchos efectivos fuera de nuestras fronteras en busca de mejores condiciones laborales y de conciliación. Del mismo modo, ser asistidos por un personal descansado rema a favor de una mejor atención al ciudadano. No en vano, en una profesión como la de los facultativos cualquier descuido, fruto del estrés o la saturación, puede poner en riesgo la seguridad del paciente. Razones que parecen haber convencido a los responsables sanitarios para reducir las 37,5 horas anteriores hasta las 35 horas semanales.
De hecho, la mayoría de las CC.AA. han reconocido este derecho: Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Navarra, Euskadi, Cantabria, Asturias, La Rioja, Canarias y Baleares; las cuales han recuperado la jornada de 35 horas para sus médicos. Tras ello, llegó el compromiso de la Comunidad Valenciana, Aragón y Castilla y León, que implantó la medida este mismo mes de junio. En todas de ellas, sin excepción, después de las oportunas reclamaciones a través de mesa sectorial, manifestaciones o huelgas sanitarias que han ido tiñendo el mapa nacional.
ULTIMAS INCORPORACIONES
El Servicio Gallego de Salud logró finalmente un acuerdo con los representantes sindicales para instaurar la jornada de 35 horas el pasado 26 abril. Como en muchas otras regiones, el tránsito hacia la reducción horaria se hará de manera paulatina, desde la jornada actual hasta conseguir las 35 horas semanales. Una meta que Galicia prevé alcanzar para 2025. La región de Murcia, por su parte, aceptó también la propuesta trasladada en mesa sectorial para la recuperación de las 35 horas, que tendrá su aplicación total en Sanidad a partir del 1 de enero de 2024.
PENDIENTES DE APLICACIÓN
En la Comunidad de Madrid las pasadas negociaciones para poner fin a la huelga dejaron importantes acuerdos entre la Consejería de Sanidad y el sindicato médico Amyts. Entre ellos, en la mesa sectorial del pasado 28 de febrero, Enrique Ruiz Escudero –consejero por entonces- trasladó el compromiso de estudiar también el retorno de la jornada de 35 horas al Sermas, a lo que se mostró abierto. Todo quedó pendiente de dirigir la propuesta a la Consejería de Hacienda regional para que valorase el impacto económico que supondría la aplicación de esta medida. Desde entonces no ha habido grandes avances y los sindicatos han amenazado a la acual consejera, Fátima Matute, con próximas protestas.
Una situación de "anomalía y agravio comparativo" con respecto al resto de CC.AA. que se presenta como una de los mayores focos de malestar entre los sanitarios de esta región
Situación similar a la de Cataluña, donde la Generalitat logró acordar la paralización de la huelga por parte del sindicato médico Metges, en base al compromiso de aplicar mejoras laborales a sus sanitarios. Sin embargo, los facultativos catalanes dejaron pendiente lograr el compromiso del consejero de Salud, Manel Balcells, de retornar a las 35 horas. Una situación de "anomalía y agravio comparativo" con respecto al resto de CC.AA. que se presenta como una de los mayores focos de malestar entre los sanitarios de esta región.
Un último rezagado en esta reducción de jornadas entre sus profesionales es el propio Ingesa, dependiente del Ministerio de Sanidad, y que gestiona este ámbito en Ceuta y Melilla. Los representantes sindicales de las ciudades autónomas han puesto sobre la mesa también la reducción de jornada a 35 horas. De hecho ha sido una de las razones, junto con la libertad de compatibilizar Sanidad pública y privada, que les ha hecho embarcarse en una huelga -dura casi 6 meses- hasta obtener una respuesta por parte de Sanidad.
Además de los territorios pendientes, muchos otros quedan a la espera de que los plazos marcados y compromisos adquiridos por sus Consejerías de Sanidad se concreten
En definitiva, las distintas CC.AA. españolas han perfilado el camino para retornar a la jornada semanal de 35 horas en todo el territorio. Así, es de esperar que Madrid, Cataluña y las ciudades autónomas terminen cediendo a esta reivindicación sanitaria. Un camino emprendido por los profesionales sanitarios para recuperar este derecho perdido hace tres años y que ha requerido de una incesante presión a los responsables políticos. Además de los territorios pendientes, muchos otros quedan a la espera de que los plazos marcados y compromisos adquiridos por sus Consejerías de Sanidad se concreten según lo previsto.