Las tasas de fertilidad han caído en la Unión Europea durante los últimos años. Si bien se trata de una tendencia que se repite en todos los países, la OCDE ha dado a conocer que la tasa total de fertilidad de nuestro país es, precisamente, una de las más bajas.
Más concretamente, los datos apuntan que, desde el año 1960 y hasta el 2022, hemos pasado de una media de 3,3 hijos por mujer a uno y medio. Estos cambios demográficos tendrán un impacto en la configuración de los sistemas sanitarios, pues los servicios se deberán adaptar a una sociedad más envejecida. "El envejecimiento de la población dará lugar a presiones fiscales más fuertes a medida que aumente el gasto público", se explica.
"Por lo tanto, los países harían bien en comprender qué impulsa estos cambios, por qué los adultos tienen menos hijos, o ninguno, y qué se puede hacer para que los tengan", afirma la entidad. Si observamos los datos más en detalle, vemos que en 2022, la tasa de fertilidad había llegado a sólo 1,5 hijos por mujer, muy por debajo del “nivel de reemplazo” de 2,1 hijos por mujer.
Desde el año 1960 y hasta el 2022, hemos pasado de una media de 3,3 hijos por mujer a uno y medio
Por países, las tasas más altas las presentó Israel, con 2,9 hijos por mujer, seguida de México y Francia con 1,8 hijos por mujer. Por el lado contrario estarían los países con la tasa más baja, entre los que nos encontramos nosotros. Concretamente, serían Italia y España, con 1,2 hijos por mujer, y Corea, con una estimación de 0,7 hijos por mujer en 2023. De esta manera, nos encontraríamos incluso por debajo de la media de la OCDE.
Además, se advierte de que, en el futuro, la tendencia podría consolidarse con aún menos nacimientos. Así, se estima que la tasa caerá de 2,21 en 2022 a 1,83 en 2050 y 1,59 en 2100. Con ello, desde la ONU se ha advertido que "el número de muertes superará el número de nacimientos en toda la OCDE alrededor del año 2035".
LOS NACIMIENTOS, CADA VEZ MÁS TARDÍOS
Por otro lado, desde la entidad también se ha advertido de que, cada vez, los nacimientos se producen a edadesmás tardías. En estos momentos, la edad promedio en los países de la OCDE sería de 30,9 años. Cabe destacar que hace algo más de dos décadas, en el 2000, era de 28,5 años.
Este aplazamiento podría hacer que las parejas tuvieran menos hijos, pues, con la edad, "es más probable que experimenten problemas de salud relacionados con el embarazo". De hecho, las tasas de infertilidad están aumentando con ello el estigma asociado a esta situación. Y es que, "la salud reproductiva masculina se ha deteriorado en las últimas décadas", apunta la OCDE.
"La salud reproductiva masculina se ha deteriorado en las últimas décadas"
Por otro lado, y al respecto de la mayor tardanza a la hora de tener hijos, los avances médicos (incluidos los métodos anticonceptivos, los tratamientos de fertilidad y la tecnología de reproducción asistida), han facilitado que las personas tengan hoy más control sobre sus opciones de maternidad que en el pasado. "Esta mayor autonomía ha tenido un impacto directo en las tendencias de la fecundidad, particularmente a través de una disminución de los partos no planificados y un menor número de embarazos adolescentes", se explica.
Los tratamientos de fertilidad y las técnicas de reproducción asistida "han brindado a las parejas expuestas a problemas de fecundidad la oportunidad de tener hijos". Con ello, la proporción de nacimientos que implican alguna de estas técnicas ha aumentado de manera constante en muchos países". En el caso de Dinamarca, por ejemplo, serían el 9,2% de todos los nacimientos.