Los antivirales de acción directa (AAD) han cambiado el paradigma de la hepatitis C (HCV). Desde que España dispone de estos fármacos, alrededor de 167.000 pacientes han recibido tratamiento, según los datos del Ministerio de Sanidad. Esto significa que más de un 95% de las personas que han recibido un diagnóstico de HCV se curan con los tratamientos actuales. Sin embargo, todavía quedan entre 44.000-48.000 personas con infección activa.
“El tratamiento masivo de pacientes de hepatitis C ha permitido prácticamente eliminar una enfermedad cuyas consecuencias para la sociedad eran totalmente devastadoras”, afirma el Dr. Rafael Bañares, jefe del servicio de Aparato Digestivo del Hospital Gregorio Marañón en declaraciones a ConSalud.es. Sin embargo, todavía “quedan pequeñas brechas”, esa parte de la población que sigue sin diagnosticar y/o tratar.
La inacción frente a estos casos no solo supone un problema de salud pública, sino también un aumento del gasto dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS). Según los datos del Plan Nacional de Salud Hepática, las complicaciones de la enfermedad implican “la utilización de muchos recursos que generan un elevado gasto para el SNS”. Solo en 2015, un 41% del total de las consultas realizadas en un año en los Servicios Hospitalarios participantes correspondía a personas con patologías hepáticas.
“Ahora lo más importante es hacer un abordaje serio del diagnóstico y tratamiento de las poblaciones vulnerables”
Pese a ir por buen camino para el objetivo 2030 de eliminación de la hepatitis C es fundamental seguir trabajando e identificando a toda la población que aún no está diagnosticada ni tratada. Como indicala Dra. Montserrat García Retortillo, jefa de Sección delServicio Hepatología del Parc de Salut Mar, “ahora lo más importante es hacer un abordaje serio del diagnóstico y tratamiento de las poblaciones vulnerables”. Es en este segmento de población en el que “se encuentra el mayor número de pacientes sin tratar”, asegura.
Cuando hablamos de población vulnerable hacemos referencia a “aquellas personas que tienen un acceso limitado al sistema sanitario”, matiza la doctora. “Esta ha sido la principal barrera que ha impedido que esta parte de la población haya sido tratada”, añade. Además, esta población es la más afectada por la hepatits C. “Todas estas poblaciones vulnerables son de gran interés para nosotros porque tienen prevalencias de hepatitis C más altas. Es obligatorio hacer un abordaje efectivo de estas personas si queremos eliminar la hepatitis C”.
Aunque “afortunadamente”, como puntualiza el Dr. Bañares, la prevalencia de la HCV es muy baja, “es fundamental identificar aquellos segmentos que epidemiológicamente puedan estar más relacionados con la enfermedad”. Y para ello, el experto recomienda implementar “cribados a todas las personas de una determinada edad, aproximadamente los mayores de 50 años, que son aquellos que han podido adquirir el virus antes de su detección universal”.
“Somos conscientes de que un tercio de todos los pacientes que quedan por tratar son casos que aún no están diagnosticados”
Por otra parte, también quedan dos estrategias por implementar en la población en general. “Quedan por identificar los casos perdidos en el sistema. Son esos pacientes que un día fueron diagnosticados, pero nunca llegaron a recibir tratamiento”, asiente la doctora. “Por otro lado, debemos realizar un cribado para detectar los casos ocultos que quedan por emerger”, continúa. “Somos conscientes de que un tercio de todos los pacientes que quedan por tratar son casos que aún no están diagnosticados”.
COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADA PARA ACABAR CON LA HCV
Para poder poner en marcha todas las estrategias posibles en pro de eliminar la hepatitis C es necesario que todas las instituciones se unan, tanto a nivel público como privado. “Hace falta una acción coordinada desde las administraciones públicas”, puntualiza la doctora. “Es necesario que se destinen recursos suficientes para que se puedan buscar, diagnosticar y tratar todos estos casos de forma efectiva”, asevera.
Algunas instituciones ya han cumplido con determinadas estrategias para la eliminación de esta infección. Así lo reconoce el Certificado de Excelencia en la Implementación del Decálogo de Eliminación de la Hepatitis C, un certificado concedido durante este 2024 por la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) en colaboración con la compañía farmacéutica AbbVie, a los hospitales que han demostrado cumplir todos los puntos del decálogo, como es contar con el diagnóstico en un solo paso o implementar el cribado universal en pacientes de riesgo, 22 hospitales españoles han obtenido este distintivo a lo largo de 2024.
No obstante, todavía queda trabajo por hacer. “Las instituciones públicas también tienen la responsabilidad de hacer campañas de educación a toda la población”, continúa la Dra. García Retortillo. “Es difícil acabar con la hepatitis C si la misma población no tiene claro donde debe ir a diagnosticarse y tratarse”, añade. Además de ser importante “dotar de recursos y concienciar a todos los profesionales de que existe este problema y hay que trabajar desde un punto de vista multidisciplinar”, concluye.
“Con la colaboración de AbbVie”