Se disparan las agresiones a enfermeras en Cantabria: “Son unas cifras demoledoras”

La secretaria autonómica del Sindicato de Enfermería (SATSE) en Cantabria, Ana Samperio, denuncia el incremento del 900% en agresiones a enfermeras que atribuye al malestar de la población por el deterioro del sistema sanitario

La secretaria autonómica del Sindicato de Enfermería (SATSE) en Cantabria, Ana Samperio, denuncia el incremento de las agresiones a enfermeras en Cantabria (Montaje Consalud)
La secretaria autonómica del Sindicato de Enfermería (SATSE) en Cantabria, Ana Samperio, denuncia el incremento de las agresiones a enfermeras en Cantabria (Montaje Consalud)
Diego Domingo
3 octubre 2024 | 11:00 h
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Las agresiones a los profesionales sanitarios en Cantabria han aumentado de manera preocupante en el último año. Según los datos del Consejo General de Enfermería, las agresiones declaradas han pasado de 8 a 80, lo que representa un incremento del 900%. Este incremento coloca a Cantabria entre las comunidades más afectadas en nuestro país, un hecho que refleja un deterioro del sistema de salud, según explica en declaraciones a ConSalud.es, Ana Samperio, secretaria autonómica del Sindicato de Enfermería (SATSE) en Cantabria.

“Son unas cifras demoledoras”, asevera Samperio. “El hecho de que hayan subido de 8 a 80 las agresiones declaradas es una cifra impactante, sobre todo si consideramos que Cantabria se encuentra entre las cuatro comunidades con mayor incidencia”, añadió. A su vez, la secretaria autonómica destaca que no existe justificación para la violencia contra los profesionales sanitarios: "Nada justifica una agresión. Los profesionales de la sanidad no son culpables de los problemas estructurales que afectan al sistema sanitario".

Samperio vincula el aumento de las agresiones al descontento generalizado de la población con el sistema sanitario, acentuado desde la crisis provocada por la pandemia de COVID-19. “El deterioro del sistema sanitario que venimos sufriendo desde hace años se ha intensificado desde la COVID-19, y se manifiesta en problemas como las listas de espera quirúrgicas, de atención, de pruebas programadas o de consulta, que cada vez son más largas”, enumera.

 “Las enfermeras somos el primer contacto cuando un paciente llega con una problemática”

Este descontento social afecta principalmente a las enfermeras, ya que son “lapuerta de entrada” al sistema sanitario. “Las enfermeras somos el primer contacto cuando un paciente llega con una problemática, y esa frustración la recibimos nosotros de manera directa”, comenta Samperio.

El déficit de profesionales, las demoras en la atención y el deterioro de las infraestructuras sanitarias son, según Samperio, factores que agravan el descontento de los pacientes. “Nos enfrentamos a una falta de personal que nos obliga a tardar más en resolver los problemas de salud, lo que genera aún más frustración en los pacientes”, explica. Además, la secretaria autonómica apunta que el deterioro organizativo y estructural de centros de salud y consultorios en Cantabria, empeora aún más la percepción pública del sistema.

Pero estos datos ofrecidos por el Consejo General de Enfermería no son los “datos reales” por la infranotificación de agresiones. “Denunciar una agresión implica un proceso largo y complicado para el profesional, y en muchos casos las denuncias acaban archivadas sin ninguna consecuencia legal”, alerta Samperio. “Conocemos casos en los que la denuncia de una enfermera fue archivada pese a haber sido claramente una agresión", denuncia.

“El deterioro del sistema no puede recaer sobre los hombros de los profesionales que se ven afectados a varios niveles”

Cantabria ha implementado algunas medidas preventivas, como la instalación de cámaras y el uso del llamado "botón de pánico" para alertar a otros compañeros en caso de agresión. Sin embargo, Samperio sostiene que estas acciones no son suficientes para frenar el problema: “Aunque se han tomado medidas disuasorias, está claro que no son suficientes para prevenir todas las agresiones”. A pesar del aumento de las agresiones, Samperio subraya que no hay una zona concreta en Cantabria donde se concentren estos actos violentos. "No existe una identificación clara de áreas más conflictivas; el problema está generalizado", apunta.

Desde el sindicato SATSE, se insta a todos los profesionales sanitarios a denunciar cualquier tipo de agresión, ya sea física o verbal. “Animamos a que cualquier persona que se vea ofendida, gritada o menospreciada lo denuncie”, expresó Samperio, algo fundamental para que se tomen medidas y que estas agresiones no queden impunes. 

El aumento de las agresiones a las enfermeras en Cantabria es un síntoma de un problema más profundo en el sistema sanitario, que requiere soluciones a largo plazo. Como enfatiza Ana Samperio que concluye: “El deterioro del sistema no puede recaer sobre los hombros de los profesionales que, a su vez, también se ven afectados a varios niveles”.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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