Sanidad y Enfermería se reúnen con la profesión al límite: “Basta de promesas, queremos realidades”

Durante los próximos días representantes del Consejo General de Enfermería (CGE) se reunirán con el Secretario de Estado de Sanidad para abordar la situación de las enfermeras, sus principales reivindicaciones y presentar el estudio de presión asistencial

Representantes del Consejo General de Enfermería (CGE) se reunirán con el Secretario de Estado de Sanidad para abordar la situación de las enfermeras, sus principales reivindicaciones y presentar el estudio de presión asistencial (Montaje ConSalud)
18 noviembre 2024 | 07:00 h

La grave situación que vive la profesión enfermera en nuestro país que desde el Consejo General de Enfermería (CGE) califican de “insostenible” va a centrar una reunión en los próximos días de representantes enfermeros con el Secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla. Sobre la mesa muchas reivindicaciones, algunas históricas, y datos que reflejan con cifras el estado profesional de este grupo de sanitarios.

Recientemente el CGE ha dado a conocer dos estudios que ponen de relieve la complicada situación en la que se encuentra la profesión. Por un lado, la "Radiografía de la profesión enfermera: Informe de Recursos Humanos 2023" que puso cifras al déficit de profesionales en España donde son necesarias 125.000 enfermeras para alcanzar la media europea; y por otro el “Estudio sobre el impacto de la presión asistencial en la profesión enfermera” que alerta sobre el impacto de la carga de trabajo en la salud mental de las enfermeras, el 90% de las cuales ha tenido problemas psicológicos. 

Durante la presentación de este último informe, el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, destacó que las condiciones laborales del colectivo han empeorado desde la pandemia, a pesar de las promesas políticas de mejora. “La clase política se olvidó de la profesión enfermera, y la situación es ya imposible de sostener”, afirmó. “Resulta inadmisible que después de lo que se hizo para superar la mayor crisis sanitaria de los últimos años, las administraciones hayan olvidado todo de golpe y ahora nuestras compañeras tengan la percepción de que están incluso peor que antes. ¿Cómo es posible que no se haya cuidado a nuestros profesionales y que quienes toman las decisiones no recuerden la importancia de mantener una buena sanidad?”, añadió. 

“Si las enfermeras no están en condiciones de trabajar, el sistema no podrá sostenerse”

Durante el encuentro con Sanidad los representantes del CGE expondrán la situación de que dibuja la última encuesta que pone de manifiesto que la sobrecarga laboral no solo está minando la salud mental de las enfermeras, sino que también tiene un impacto directo en el sistema sanitario: con un aumento de bajas laborales, fuga de talento y prejubilaciones anticipadas. La encuesta revela que el 23% de las enfermeras han solicitado baja por agotamiento emocional, un incremento preocupante respecto al 16,5% en 2022.  Además, en 2023, 1.473 enfermeras solicitaron documentación para ejercer en el extranjero, buscando mejores condiciones laborales y el 34,3% de las profesionales se plantean prejubilarse, incluso asumiendo pérdidas económicas.  

La encuesta revela que un 60% de las enfermeras percibe su carga de trabajo como excesiva, con una valoración media de 8,62 sobre 10 en intensidad de presión asistencial. Además el 88,3% de las enfermeras han reportado efectos psicológicos significativos por la presión asistencial, con un 86,1% sufriendo episodios de estrés, un 66,6% ansiedad y un 27,2% depresión. Todo esto lleva a una desmotivación profesional, que se refleja en un dato: 6 de cada 10 enfermeras han considerado abandonar la profesión, un aumento significativo respecto al 46,5% reportado en 2022. Durante la presentación de estos datos,  la coordinadora del Instituto de Investigación Enfermera, Guadalupe Fontán, subrayó que la situación requiere voluntad política para evitar el colapso del sistema sanitario: “Si las enfermeras no están en condiciones de trabajar, el sistema no podrá sostenerse”.

El déficit crítico de personal es en gran parte el causante de estos problemas. Diego Ayuso, secretario general del CGE, puso cifras a la profesión: “en nuestro país hay 345.000 enfermeras, pero sólo algo más de 306.000 figuran como no jubiladas, por lo que son esas las susceptibles de atender a la población”. Con una ratio de 6,3 enfermeras en España por cada mil habitantes, “para llegar a la media europea (8,83) son necesarias un total de 122.993 enfermeras, un 40% más de las que tenemos en este momento”, destacó Ayuso. 

“Vamos a trabajar por el pleno desarrollo de la Enfermería, porque aunque la sociedad o los políticos a veces no sean conscientes de ello, si no logramos avanzar como profesión, la sociedad y el sistema sanitario caminarán en la dirección equivocada”

A esta situación se añade la precariedad laboral y la inestabilidad que se refleja en sus contratos: “Muchas enfermeras que viven enlazando contratos, muchas veces de días e incluso por horas, ven cómo su vida personal se ve afectada y les resulta casi imposible conciliar. Renunciar a un contrato, que a veces se ofrece de un día para otro, supone una penalización que les lleva directamente al último puesto de la bolsa de empleo. ¿Cómo no van a buscar otro lugar, ya sea fuera de su provincia o en otro país?”, afirmó Pérez Raya. Según los datos del SEPE, el servicio de empleo estatal, en 2023 había 3.349 enfermeros en paro, lo que supone una tasa de desempleo del 1,09%.

Entre las mayores prioridades de la Organización Colegial se encuentra el reconocimiento de un único grupo A en la administración en el que estén englobados todos los graduados sanitarios, erradicando así la antigua distinción entre diplomados y licenciados que no existe desde Bolonia. Esta “anomalía histórica”, como califican desde el CGE, “impide a estos profesionales acceder a determinados puestos y supone una discriminación y una injusticia a nivel laboral”. Y la voluntad política por poner fin a esta desigualdad parece que existe, ya que como reconoció el propio presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, la propia ministra de Sanidad, Mónica García, garantizó que este problema está camino de solucionarse. Pero advirtió: “Las promesas no sirven, tenemos que tener realidades”. 

El CGE sostiene que ante esta situación es necesario actuar con urgencia, y tienen una hoja de ruta clara: “vamos a seguir trabajando por el pleno desarrollo de la Enfermería, no sólo porque es nuestra obligación, sino porque, aunque la sociedad o los políticos a veces no sean conscientes de ello, si no logramos avanzar como profesión, la sociedad y el sistema sanitario caminarán en la dirección equivocada”, expresó Pérez Raya. “Por muchos obstáculos que tengamos o por muy tortuoso que sea el camino, trabajaremos duro para alcanzar estas metas de excelencia, orgullo y profesionalidad”, añadió. 

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