El Consejo General de Enfermería (CGE) ha presentado este lunes su nuevo estudio sobre “La situación de la profesión enfermera. Informe de Recursos Humanos. 2023”. Según los datos facilitados España necesita cerca de 123.000 enfermeras para llegar a la media del número de profesionales por habitantes que tienen los países europeos. Una cifra que se ha visto incrementada con respecto a los anteriores datos disponibles, cuando establecían que eran necesarias 95.000 profesionales.
El presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, ha descrito la grave situación vivida por la profesión enfermera: “En nuestro país vivimos una guerra de escasez de enfermeras como venimos denunciando desde hace años. Las desigualdades entre las propias comunidades autónomas es un hecho”. Esta situación, ha denunciado, está propiciando que los ciudadanos no tengan el mismo acceso en todas las comunidades autónomas, por lo que Perez Raya sostiene: “Hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda en la atención sanitaria”.
“Estamos a años luz de naciones de nuestro entorno, seguimos a la cola de Europa en el número de profesionales en relación a la población a la que debemos atender”, afirma Perez Raya. El presidente del CGE ha destacado que la desigualdad que existe entre comunidades afecta claramente al sistema sanitario. “Numerosos estudios han demostrado que la atención a un número excesivo de pacientes incrementa el riesgo de mortalidad y morbilidad. Pero también incide sobre la salud mental de los propios profesionales”, alerta.
“La desigualdad en la enfermería entre las CC.AA. hace que haya ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda en la atención sanitaria”
Perez Raya también apunta a la falta de apuesta por las especialidades como otro hecho claro del abandono de la profesión en nuestro país y lamenta “la desidia de las instituciones a la hora de abordar las necesidades de la profesión enfermera quienes tienen muchas palabras pero pocos hechos”. Ha destacado que resulta "injusto e inadmisible" que en algunas regiones la mayor parte de los ciudadanos no tengan acceso a los recursos enfermeros por la precariedad de profesionales y sentencia: “Este es un problema estructural que no se va a resolver de un día para otro”.
Por su parte, Guadalupe Fontán, Coordinadora del Instituto Español de Investigación de Enfermería en el Consejo General de Enfermería alerta de que solo una de cada cuatro personas que quiere estudiar en enfermería puede hacerlo. En el curso 2023-2024, la demanda para estudiar Enfermería fue de 43.871 personas y finalmente se realizaron 10.532 matrículas. Destacó que Enfermería es una carrera para la que se requiere un nivel elevado con una alta nota de corte de la EBAU.
“Llama la atención el bajo número de plazas de Geriatría siendo uno de los países más envejecidos del mundo”
En cuanto a las plazas EIR ofertadas en el año 2019 se produjo un cambio de tendencia, llegando a duplicarse las plazas de la especialidad de “Enfermería Familiar y Comunitaria” en dos años. “Tenemos que reflexionar si esto es suficiente para el cambio de modelo que se necesita, hacia un modelo enfocado en la educación para la salud, la atención a la cronicidad y lo que las enfermeras especialistas pueden desarrollar a nivel de las competencias que adquieren durante su formación académica”, afirmó Fontán. “Nos llama la atención el bajo número de plazas de Geriatría siendo uno de los países más envejecidos del mundo y las plazas de Salud Mental con la problemática que esto supone actualmente”.
Fontán ha criticado el enfoque que se está haciendo de las especialidades a nivel de las comunidades autónomas que “está generando una gran variabilidad y mucho descontento”. Explica que tras el esfuerzo que hacen las enfermeras en su formación especializada, incluso desplazándose de su lugar de residencia habitual para poder realizar la formación: “Hay comunidades que no han creado la categoría de enfermera especialista y algunas CC.AA: han instaurado una ‘categoría paraguas’ de enfermera especialista, sin especificar de qué, algo que en el contrato tampoco se materializa”.
MIGRACIÓN DE PROFESIONALES
Los profesionales españoles están muy bien valorados a nivel internacional. “En España tenemos gran cantidad de enfermeras que emigran al extranjero porque reciben ofertas del resto de Europa con condiciones laborales y estabilidad laboral que aquí no se les ofrece y toman la decisión de marcharse”, lamenta Fontán. Los datos muestran que tras el parón de emigraciones del año 2020, debido a la pandemia, la curva ha vuelto a crecer. Frente a los profesionales que se marchan, debemos valorar el dato de los títulos extranjeros homologados. Fontán apunta que la mayoría de las solicitudes de homologación son de países de Latinoamérica pero “este dato es mucho menor a lo que estamos perdiendo”.
En el terreno del empleo, muchas veces se habla de que “el dato de paro es mínimo entre las enfermeras”, pero preocupa que continúe aumentando la eventualidad: “A lo largo de los años, el número de contratos se ha ido incrementando, pero en cambio el número de personas contratadas es significativamente menor que el número de contratos. Esto se debe a que, a una misma persona a lo largo del año, se le realizan muchos contratos de corta duración. Además, aunque han crecido los contratos indefinidos, se mantiene el porcentaje de jornadas parciales”, explica Fontán.
“Para llegar a la media europea España necesitaría incorporar un total de 122.993 enfermeras”
El informe presentado por el CGE, también alerta sobre el problema en la formación de futuros profesionales. “Los requisitos que se piden para acceder a ser personal docente de investigación son muy exigentes. Hay que tener en cuenta que las enfermeras no tenemos tiempo durante la jornada para realizar investigación y la mayoría tienen que hacerla fuera de su jornada laboral”, denuncia.
El ratio de enfermeras en España por cada 100.000 habitantes es de 6,3, mientras que en la Unión Europea el ratio es de 8,83. Diego Ayuso, secretario general del CGE, apunta que “sólo para llegar a la media europea son necesarias un total de 122.993 enfermeras, un 40% más de las que tenemos en este momento”. Ha explicado que en nuestro país una enfermera atiende en un hospital a entre 10 y 15 pacientes, mientras que en Europa está atendiendo entre 8 y 10 pacientes. “Somos el sexto país por la cola de Europa, lo que significa que hay 21 países de la Unión Europea que no superan y estos son datos indiscutibles”.
“La falta de desarrollo competencial que las enfermeras tienen en España merece la pena una reflexión”
Ayuso considera importante mejorar este ratio a nivel global, pero destaca la “clara diferencia” existente entre comunidades autónomas, lo que pone de manifiesto “claras iniquidades en los cuidados a la población que prestan los enfermeros”. Además ha destacado que a este déficit estructural de enfermeras se añade el problema que supone que la fuga de talentos siga creciendo año tras año. “En 2023, se recibieron 1.473 solicitudes de certificado de buenas prácticas para marcharse al extranjero”, afirmó Ayuso.
“La falta de desarrollo competencial que las enfermeras tienen en España merece la pena una reflexión”, apuntó el secretario general del CGE. “El diseño de los puestos de trabajo en nuestro país es de los años 80 del siglo pasado. Actualmente en el ámbito académico somos de Grado, Máster y Doctores… pero esto no se refleja en el ámbito asistencial”, denuncia Ayuso.
Para atajar el déficit de alumnos de enfermería y cubrir las necesidades de la población y profesional real, “hay que plantarse incrementar el número de alumnos en las universidades de nuestro país como se ha hecho con medicina”, reclama Ayuso que concluye: “El número de plazas de especialistas en enfermería y de especialidades es insuficiente tanto en número como en categorías; el desarrollo de las especialidades de enfermería en las comunidades autónomas es escaso; ratio de enfermera por población a la cola de la Unión Europea; las elevadas exigencias para ser profesor de universidad con un alto envejecimiento profesional en el sector, para no llegar al punto en el que las enfermeras sean formadas por otras profesionales; y debemos trabajar por evitar la fuga de talento enfermero; y ante la falta de enfermeras no tiene sentido que haya una alta temporalidad en la contratación enfermera lo cual es un tema que se debe abordar".