Estudiar una carrera, estar entre las 1.000 mejores notas de entre más de 10.000 aspirantes, hacer dos años de residencia y, una vez en el mercado laboral, no poder trabajar con un puesto acorde a su formación. Es lo que le ocurre actualmente a muchos profesionales de la Enfermería, debido al escaso reconocimiento, en el ámbito laboral, de las especialidades enfermeras.
“Actualmente hay seis especialidades con un programa formativo desarrollado, de las cuales se ofertan plazas en el examen EIR. Sin embargo, luego las autonomías han de reconocer esta categoría profesional y, por último, catalogar esas plazas conforme a esa especialidad, de forma que a ella no puedan acceder profesionales que no tengan el título de Enfermería”, señala a Consalud.es José Luis Cobos, asesor del Consejo General de Enfermería (CGE), quien resalta que es en este último paso donde buena parte de las autonomías apenas han progresado.
Según el Consejo General de Enfermería, España cuenta actualmente con un total de 46.114 profesionales de la Enfermería especialistas, una cifra “muy por debajo de lo que sería deseable en nuestro sistema sanitario”
En la práctica, esto supone que los profesionales enfermeros hacen el EIR durante dos años pero luego no pueden trabajar en plazas referentes a su especialidad: “el sistema actual es una especie de fraude, porque las autonomías y el Estado están invirtiendo unos recursos en la formación de las enfermeras especialistas que luego no aprovechan para que trabajen como especialistas”, añade Cobos.
MÁS DE 10.000 ASPIRANTES PARA 1.000 PLAZAS
A esta falta de reconocimiento, que ya llevó hace unos meses a un grupo de profesionales a organizarse en una plataforma que protagonizó distintas movilizaciones, se suma el hecho de la dificultad de acceder a la propia residencia EIR para obtener el título de especialista, debido al escaso número de plazas que el Ministerio de Sanidad ofrece cada año.
Para la convocatoria de 2018, cuyo examen se celebrará el próximo 10 de febrero, se ofertan 1.053 plazas (sólo 59 más que el año anterior) una cifra que, a juicio de Cobos, “es ridícula, y más en ciertas especialidades como Geriatría donde apenas se ofertan 20 plazas, siendo un ámbito que, dado el contexto social en el que la población cada vez está más envejecida, resulta fundamental”, afirma.
Todo ello está provocando un efecto contrario a lo que sucede en el caso de los médicos recién graduados. Y es que, en los últimos años, pese a que las plazas EIR están creciendo ligeramente, cada vez hay menos aspirantes que entregan su solicitud para presentarse a la prueba. Concretamente, la cifra de inscritos provisional para 2018 apenas supera los 11.000, mientras que la lista provisional en 2017 fue de 12.842 admitidos y en el año 2015/2016 se presentaron hasta 15.120 solicitudes inicialmente.
DESÁNIMO DE LOS PROFESIONALES
“La situación produce un desánimo en los profesionales, porque ven que luego no se les va a contratar como especialistas aunque tengan el título. Otros, simplemente, hacen la residencia como vía para tener un contrato laboral de al menos dos años de duración”, admite Cobos.
Según el Consejo General de Enfermería, España cuenta actualmente con un total de 46.114 profesionales de la Enfermería especialistas (hay vías excepcionales para obtener el título diferentes al EIR) una cifra “muy por debajo de lo que sería deseable en nuestro sistema sanitario”.