Florentino Pérez Raya seguirá siendo el presidente del Consejo General de Enfermería (CGE) durante cinco años más. Los resultados de las elecciones, celebradas el pasado 21 de octubre, dieron la victoria al presidente por 29 votos (57% del total) frente a los 20 de su rival, Carmen Ferrer Arnedo (39%). En una entrevista concedida a ConSalud.es, Pérez Raya analiza los ejes de su segundo periodo al frente de la entidad y el futuro de la profesión.
¿Cuáles serán los ejes estratégicos de su segundo periodo al frente de la Presidencia del Consejo General de Enfermería?
A nivel meramente institucional, en esta etapa aspiramos a que se consoliden una serie de transformaciones en el seno de la organización. Me refiero a la redacción de unos nuevos Estatutos, la forma de trabajar en comisiones participativas con los colegios provinciales, las ayudas a la investigación o las campañas de visibilidad enfermera. Y en el plano más político, no puede pasar más tiempo y que las enfermeras sigamos discriminadas en el nivel A2 de la Administración -pedimos un grupo A unificado- ni que España ostente el triste honor de estar a la cola de Europa en enfermeras en relación a la población que deben atender, los cambios en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) y la Ley del Medicamento son también cuestiones importantes en esta nueva etapa. Hay mucho trabajo por hacer.
¿Cuál va a ser el papel de los colegios provinciales a la hora de establecer acciones unificadas a nivel nacional?
La Organización Colegial de Enfermería está más cohesionada que nunca. Evidentemente hay matices de todo tipo, pero pienso que los grandes problemas de las enfermeras y de la sanidad se resuelven con una acción conjunta, orquestada desde el diálogo en el seno de los colegios de enfermería, aportando ideas y trabajando desde todos los puntos de la geografía nacional. Por poner un ejemplo, la gran campaña de visibilidad focalizada en el anuncio de televisión que ha inundado los canales generalistas, las TV autonómicas, los cines o YouTube es fruto del trabajo de las comisiones de presidentas y presidentes, no un capricho mío ni del Consejo. Había que hacerlo.
"Estos años venideros, ya sin -esperemos- el condicionante de la pandemia, van a alumbrar numerosos proyectos de la Organización Colegial para situar a las 330.000 enfermeras y enfermeros españoles en el lugar que merecen ocupar en la sociedad y en la sanidad"
Lo mismo pasa con el diseño de los presupuestos o las movilizaciones que tuvieron lugar el pasado mes de junio, donde participaron todos los colegios y muchas otras instituciones enfermeras. Todo ello no se puede hacer si no es trabajando de forma conjunta. Estos años venideros, ya sin -esperemos- el condicionante de la pandemia, van a alumbrar numerosos proyectos de la Organización Colegial para situar a las 330.000 enfermeras y enfermeros españoles en el lugar que merecen ocupar en la sociedad y en la sanidad.
Las agresiones a sanitarios no cesan, con especial énfasis en los profesionales de Enfermería. ¿Tienen previsto mantener la colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, representadas a través de la Policía Nacional y la Guardia Civil?
Por supuesto. Estamos muy preocupados con este asunto y es de agradecer que Policía Nacional y Guardia Civil estén tan sensibilizados. Después de soportar lo que han soportado, sufrir ataques injustos, ya sean físicos o verbales, es algo que no puede suceder en ningún país avanzado. Recordamos a todos los profesionales que lo principal es denunciar cualquier tipo de agresión, incluso de carácter leve. Los colegios profesionales cuentan con mecanismos para ello y prestan a las enfermeras toda la ayuda legal y apoyo moral que sea necesario.
¿Qué demandas plantea el CGE a las Administraciones, tanto autonómicas como al propio Ministerio de Sanidad?
Los responsables sanitarios al máximo nivel regional o estatal -los actuales y los que les han precedido- están sembrando de explosivos los pilares que sustentan nuestro sistema sanitario. Resulta complicado pensar que el sistema público -ni el privado- pueda dar respuesta a las necesidades de atención sanitaria, de cuidados, de una sociedad envejecida y aquejada de dolencias crónicas si se maltrata de forma sistemática al colectivo enfermero. Por supuesto, el desprecio administrativo con el tema del A2 está ahí -y el techo de cristal que comporta- , pero en general los gobernantes no cumplen con su cometido de velar por la salud de los ciudadanos cuando se permite que no haya enfermeras suficientes, que tengamos las mismas enfermeras que, con todos los respetos, Letonia, Grecia o Chipre.
"No queremos que los responsables sanitarios pierdan el tiempo con homenajes y con palabras vacías de contenido sobre lo importantes que son las enfermeras"
Que se formen especialistas con dinero público para luego no aprovechar sus capacidades y tenerlas rotando por cualquier servicio en turnos que desafían la lógica. O con contratos efímeros y denigrantes. No queremos que los responsables sanitarios pierdan el tiempo con homenajes y con palabras vacías de contenido sobre lo importantes que son las enfermeras. Basta ya de demagogia, es el momento de exigir respeto.
¿Cómo será el camino a recorrer de la Enfermería durante los próximos cinco años?
En el ámbito profesional, laboral y competencial ya hemos comentado que la situación es, cuanto menos, poco halagüeña y los obstáculos que tendremos que solventar. Sin embargo, sí que se están logrando avances en materia de investigación, con enfermeras aportando evidencia científica desde publicaciones de impacto. El Consejo General ha establecido unas partidas presupuestarias para ayudar a sacar adelante proyectos de investigación, a través de unos premios con una importante dotación, subvenciones para la asistencia y la organización de eventos científicos o para completar las tesis doctorales.
Los cuidados enfermeros son vitales, sólo falta que muchos políticos y parte de la sociedad abran los ojos a esta realidad y que no frenen el desarrollo profesional de las enfermeras o España va a tener problemas en la atención a la población muy a corto plazo.