El curso 2021-2022 toca a su fin. En apenas unos días, los alumnos de las enseñanzas obligatorias cerrarán un curso marcado por la progresiva salida de la pandemia de la COVID-19, que ha marcado la agenda escolar en los últimos dos años. De las clases virtuales a sesiones formativas con mascarilla, grupos burbuja y medidas higiénicas estrictas, los alumnos cerrarán este curso en una situación de normalidad.
Sin embargo, y pese a las reiteradas peticiones de los profesionales, los consejeros de Sanidad y Educación de las comunidades autónomas se han resistido un curso más a apostar por una figura que beneficia, no solo al alumnado, sino a madres y padres, profesorado y al conjunto de la comunidad educativa: la enfermera escolar.
Los resultados revelan que aquellos colegios e institutos que, durante el curso escolar 2020-2021 contaron con este perfil, pudieron definir circuitos e instauraron unas medidas preventivas eficaces para hacer frente a la COVID-19, todo ello basado en la evidencia científica de primera mano.
Las profesionales de la Enfermería escolar juegan un papel determinante a la hora de priorizar la educación sanitaria y para la salud tan relevante en estas edades
Desde la Plataforma Estatal de Enfermera Escolar explican que el motivo que está detrás de la inacción política es "meramente económico", si bien el gasto de implantar una figura plenamente consolidada en países, como el Reino Unido, Francia o Estados Unidos, es únicamente de unos 16-20 euros al año por habitante.
"Un coste insignificante si se compara con los beneficios en salud y también en sostenibilidad del sistema sanitario que supondría contar con una enfermera o enfermero, en el actual escenario de pandemia y en cualquier otro periodo, en todo lo relativo a procesos de salud que se pueden prevenir, como la obesidad, la diabetes tipo 2, patologías respiratorias, consumo de tabaco, alcohol y sustancias estupefacientes", advierten desde la plataforma.
Las profesionales de la Enfermería escolar juegan, junto a ello, un papel determinante a la hora de priorizar la educación sanitaria y para la salud tan relevante en estas edades. Asimismo, son capaces de atender cualquier eventualidad en materia de salud que pueda surgir en el centro.
Pérez Raya añade que las enfermeras escolar han sido siempre una "figura clave" en los colegios que cuentan con ella para el manejo de enfermedades crónicas, educación para la salud o promoción de hábitos saludables
DÉFICIT DE 10.000 ENFERMERAS
Tal y como recalcan desde el Consejo General de Enfermería (CGE), en España harían falta unas 10.000 enfermeras escolares, una cifra que deben conocer las administraciones. “Llevamos años pidiendo que se regule esta figura para que nuestros menores cuenten con toda la seguridad necesaria en su día a día porque, recordemos, los niños, niñas y adolescentes pasan en los centros escolares muchísimas horas al día. Las enfermeras acompañamos, ayudamos y cuidamos de la población desde el nacimiento hasta el fallecimiento. Por esto mismo, es incomprensible que, en una de las etapas más importantes de la vida de los menores, como es la escolar, no estén protegidos por un profesional como la enfermera”, apunta su presidente, Florentino Pérez Raya.
En este sentido, el representante del colectivo sanitario añade que las enfermeras escolar han sido siempre una "figura clave" en los colegios que cuentan con ella para el manejo de enfermedades crónicas, educación para la salud o promoción de hábitos saludables.