Las enfermeras españolas son una de las profesiones más demandadas fuera del territorio nacional. Según datos presentados por el Consejo General de Enfermería (CGE) en el “Informe de Recursos Humanos sobre Situación de la Profesión Enfermera”, en 2010, aproximadamente 2.429 enfermeras formadas en España emigraron a otros países. Esta cifra ha ido en aumento, alcanzando un pico de casi 11.000 en 2016, y que tras un descenso hasta el año de la pandemia, ha vuelto a presentar una tendencia ascendente preocupante para el sistema de salud español.
“Tenemos gran cantidad de enfermeras formadas en nuestro país que emigran al extranjero porque están recibiendo unas ofertas laborales que les permiten desarrollar su carrera profesional de manera extensa, desarrollando las competencias para las que se forman aquí en España”, ha explicado Guadalupe Fontán, coordinadora del Instituto Español de Investigación de Enfermería.
Según los datos de la OCDE, en el año 2010, 2.429 enfermeras emigraron a otros países, siendo Francia y Reino Unido los países más demandados, con 1.234 y 653 enfermeras respectivamente. En el año 2021, el número de enfermeras que trabaja fuera de España ascendió a 6.555, siendo Reino Unido el país más solicitado, con 3.233 enfermeras, seguido de Francia y Bélgica, con 1.800 y 511 enfermeras respectivamente.
“Las ofertas laborales que reciben las enfermeras españolas no sólo tienen mejores condiciones económicas sino que les permite desarrollar las competencias para las que se han formado”
En los años 2016 y 2017 se produjo el número más elevado de la emigración de las enfermeras, alcanzando 10.192 y 9.747 respectivamente. Los países de destino más solicitados fueron Reino Unido y Francia. Sin embargo, el número descendió en 2020, cuya causa podemos atribuirla a la situación mundial sufrida por la pandemia del COVID-19 que ha limitado la movilidad internacional.
Las enfermeras españolas, indica Fontán, “son profesionales muy bien valorados a nivel internacional y cuando reciben ofertas con unas condiciones laborales mucho mejores que desde aquí o con una estabilidad laboral que aquí no se les ofrece, pueden tomar la decisión de marcharse”. En países como Noruega, el principal destino preferido en el último año por las enfermeras españolas, estas profesionales pueden ver como su sueldo se multiplica por cuatro.
Sólo en 2023, un total de 1.473 enfermeras solicitaron la documentación necesaria para ejercer fuera de nuestras fronteras. Los principales destinos fueron Noruega (336), Estados Unidos (226), Reino Unido (92), Irlanda (60), Países Bajos (43), Australia (41), Francia (40), Suiza (39), Canadá (22), Bélgica (13), Arabia Saudí (11), Portugal (11). Y es que la escasez internacional de enfermeras provoca que la migración entre países sea algo común en todo el mundo.
"La migración de enfermeras hace que toda la inversión en formación que se ha realizado, se pierda"
Frente al elevado número de solicitudes para trabajar fuera de España se encuentran los profesionales que solicitan la homologación de títulos para ejercer en nuestro país, un saldo que “siempre sale negativo”, lamentan desde el CGE. “Las personas que pueden venir a trabajar en España porque tienen los títulos homologados a nivel de asistencia, vemos que es mucho menor que lo que estamos perdiendo”, sostiene Fontán.
El informe “Situación de la Profesión Enfermera” apunta que en el año 2018, se recibieron 636 solicitudes, y en 2019 fueron 1.038 solicitudes, años en los cuales se concedieron 86 y 128, respectivamente. La mayoría de las solicitudes recibidas provienen de países latinoamericanos, encabezados por Colombia, Venezuela (que suman más del 50% del total) seguidos de Cuba, Perú, Chile y Argentina. Sobre los expedientes extracomunitarios, el Consejo General de Enfermería realiza un análisis de las solicitudes de homologación de los títulos de enfermería, y emite un informe no vinculante, recayendo la concesión de la homologación en el Ministerio de Universidades.
Ante esta situación, Fontán lamenta que “la migración de enfermeras nos está haciendo perder capital humano muy preparado”. Destaca que España invierte en formar profesionales altamente cualificados “que se acaban yendo a otros países en busca de mejores condiciones, con lo que toda la inversión en formación que se ha realizado se pierde”, concluye.