A diferencia del colectivo médico, que ha luchado en muchas autonomías para que se garantizara su derecho a seguir trabajando una vez superada la edad de jubilación (los 65 años), en el caso de la Enfermería, los profesionales denuncian que tienen muy difícil poder jubilarse de forma anticipada antes de esa edad.
“La mayoría de los profesionales no desean prolongar su vida laboral, porque las condiciones de trabajo son muy duras, y acumulan trabajo a turnos, en domingos o festivos, con estrés permanente, ansiedad y alta responsabilidad”, explica Manuel Cascos, presidente del sindicato de Enfermería, Satse, a Consalud.es.
Desde Satse recuerdan que el profesional enfermero está sometido a condiciones de trabajo “muy duras” y situaciones permanentes de estrés y ansiedad dada su alta responsabilidad
Actualmente, la Enfermería puede jubilarse de forma anticipada a los 63 años pero, según Cascos, “ha de reunirse una serie de condiciones la mayoría no alcanza y además supone una pérdida retributiva importante”.
Frente a ello, el sindicato defiende la jubilación de forma voluntaria y anticipada de los profesionales de Enfermería a partir de los 60 años y con, al menos, 25 años de servicios prestados. De hecho, lograr el reconocimiento de la jubilación anticipada es uno de los principales retos que se ha propuesto la organización para los próximos años.
“Además de carga laboral, la Enfermería es una profesión que está en contacto con el dolor, el sufrimiento y la muerte de sus pacientes, lo que genera un gran desgaste físico y psíquico, por lo que debería tener derecho a jubilarse un poco antes, como ocurre en otras profesiones”, indica Cascos.