La Universidad de Stanford reconoce cada año en el Ranking of the World Scientists: World’s Top 2% Scientists a los mejores científicos en sus respectivos campos de estudio. En la edición de 2024, y como la única investigadora española del ámbito de la investigación enfermera, aparece la Dra. Adela Zabalegui. Enfermera desde el año 1982, cuando en España no se oía hablar de la investigación en enfermería, posee un máster y un doctorado en enfermería por la New York University, becada por el Ministerio de Sanidad español. Ha ejercido como subdirectora de enfermería en el hospital Bellevue de la ciudad de New York y como directora de la escuela de enfermería de la Universidad Internacional de Cataluña. Actualmente es Subdirectora de Investigación, innovación y Docencia Enfermera del Hospital Clinic de Barcelona y es profesora asociada en la Universitat de Barcelona.
En declaraciones a ConSalud.es, la Dra. Zabalegui indica que los reconocimientos como éste “siempre son un estímulo para continuar trabajando a pesar de las barreras y las dificultades que tenemos las enfermeras en investigación”. Apunta que este logro no solo es un honor personal, sino que representa un impulso para seguir enfrentando los desafíos en la investigación enfermera, un área que, aunque fundamental para la mejora del cuidado de pacientes, sigue luchando por recursos y reconocimiento.
"La investigación enfermera tiene una larga historia a nivel internacional, pero en España es más reciente", comenta Zabalegui. Recuerda que hasta el año 2008 las enfermeras para hacer investigación se tenían que formar en otras disciplinas como sociología, historia o irse al extranjero, “como fue mi caso”, reconoce. Durante esta historia se han tenido que superar barreras muy importantes, sobre todo en términos de reconocimiento y celebra que, “después del 2010, ya nadie discute que las enfermeras hacemos también investigación como una de nuestras funciones y nos hemos ganado ese reconocimiento”.
"La investigación enfermera tiene una larga historia a nivel internacional, pero en España es más reciente"
La investigadora lamenta que “el Gobierno destina poca financiación, menos que los países de nuestro entorno, a la investigación en general, pero si hablamos de investigación en enfermería, entonces, los recursos son limitadísimos y estamos muy por debajo de la capacidad investigadora de nuestro contexto”. A las barreras de financiación, se suman las barreras de tiempo necesario para dedicar a la investigación y de falta de reconocimiento.
Adela Zabalegui relata que cuando terminó la carrera de Enfermería, “de investigación ni se hablaba”. Su primer contacto con este ámbito fue cuando trabajando en el cuidado del paciente oncológico su jefe del servicio le pidió que analizara la efectividad de unos gorros que se llamaban Coldcap, un producto alemán que existía en el mercado que prevenía inicialmente la caída del cabello. “Eran muy caros, hablamos del año 85, y había que saber si funcionaban o no”. A Zabalegui la idea de hacer un ensayo clínico le motivó a empezar a “aprender, motivarme y leer”.
“Ahí descubrí que mi función como enfermera era hacer investigación para ver cómo podía mejorar la atención que le tenía que dar al paciente”, afirma la Dra. Zabalegui. Eso le llevó a ser becada por el Ministerio de Sanidad para estudiar en Estados Unidos donde realizó la tesis doctoral, ya que por aquel entonces, año 1992, una enfermera en España no tenía alternativa para evolucionar.
“Hay que convencer a los gestores para invertir en intervenciones que añaden un valor positivo al cuidado de los pacientes y que son coste-eficaces”
En Estados Unidos tuvo la oportunidad de trabajar con líderes de enfermería, como Margaret McClure, una de las cuatro fundadoras del modelo de cuidado de enfermería del magnetismo, que ahora ya llega a Europa, el Magnet Hospital. Después de esa época, relata: “Tuve la oportunidad de volver a España y todo aquello que aprendí, intentar plasmarlo, dando así retorno a todo lo que había invertido en mi sistema sanitario español”.
Zabalegui explica que siempre ha trabajado en redes “con grandes enfermeras de Alicante, Almería, Zaragoza, Tarragona, Lérida, de la Autónoma de Madrid… Grandes líderes de enfermería que intentamos hacer lobby al Ministerio de Educación para que de ofertar una diplomatura, se pasara a la licenciatura, el grado, el máster y el doctorado en enfermería. Y lo conseguimos conjuntamente en el 2010, e implementamos el primer programa de máster y doctorado en Ciencias de la Enfermería en España”.
Zabalegui pone en valor a las enfermeras de práctica avanzada, profesionales que, aunque no siempre doctoras, generan cambios significativos en los servicios de salud aplicando la evidencia científica. “Estas enfermeras, internacionalmente y también en nuestro país, realizan investigación de aplicación directa a las mejoras clínicas en pacientes, procesos asistenciales y sistemas organizativos”, explica la investigadora.
“Tenemos mucha investigación y muy buenos resultados, pero tenemos que enfatizar que esos resultados hay que ponerlos en práctica. Si tiene el beneficio para el paciente, hay que mirar cómo podemos convencer a los gestores de que inviertan para que esas intervenciones que añaden un valor positivo en el cuidado y que son coste-eficaces, se implementen y se consoliden a lo largo del tiempo”, concluye Zabalegui .