El Hospital de Viladecans ha puesto en marcha una consulta de enfermería específica para hacer un seguimiento de las personas ingresadas en el centro que hayan sufrido un infarto.
La iniciativa está coordinada desde enfermería y tiene un enfoque proactivo. Cada día, la enfermera responsable del servicio identifica a los pacientes que están ingresados con un diagnóstico de infarto agudo de miocardio y evalúa su situación personal y familiar.
Durante la primera visita se inician actuaciones de rehabilitación cardiaca y se recomiendan estilos de vida que protejan la salud cardiovascular, como cuidar la alimentación, aumentar la actividad física y abandonar el consumo de tabaco y otras sustancias tóxicas. El momento en el que los pacientes que han sufrido ataques al corazón están más motivados para cambiar sus hábitos es durante el ingreso hospitalario.
Las consultas se alargan durante seis meses o un año, dependiendo de la gravedad del caso
Entre una semana y 15 días después del alta, el paciente es citado a una nueva consulta que se repetirá cada mes alternando las consultas presenciales y telefónicas.
Este seguimiento se hace de manera coordinada con el cardiólogo responsable y, dependiendo de la gravedad del caso, las visitas se pueden alargar entre seis meses y un año. Posteriormente, el seguimiento lo hacen profesionales de atención primaria.
Las mujeres se cuidan peor después de sufrir un infarto
La iniciativa se engloba dentro del Proyecto post-IAM Cataluña, del Departamento de Salud, que tiene el objetivo de crear una red de atención a los pacientes que han sufrido un evento coronario agudo, en el marco de la atención primaria y los recursos comunitarios. El Proyecto post-IAM está liderado por la responsable del Servicio de Cardiología del Hospital de Viladecans, Paola Beltrán-Troncoso y uno de sus ejes es la formación de los profesionales de enfermería de atención primaria.
Beltrán-Troncoso estaca que en los últimos años ha habido un aumento de los episodios cardiovasculares entre las mujeres jóvenes, por lo que "el papel protector que tradicionalmente se ha atribuido a los estrógenos se ha visto atenuado por el impacto ambiental del tabaco, el estrés, la mala alimentación y también los anticonceptivos orales.”
Además, advierte que "las mujeres se cuidan peor después de sufrir un infarto." Los motivos de esta desatención son de tipo sociocultural: "La mujer tiene el rol social de cuidadora y prioriza el cuidado de los demás por encima de ella misma.”