Ya ha comenzado un nuevo año, en el que las enfermeras españoles esperan poder conseguir, de una vez por todas, un objetivo por el que llevan luchando durante años: que el Gobierno les tenga en cuenta como miembros del grupo profesional A unificado, para que así se refleje la formación, capacitación y competencias que tienen realmente. Así, señalan a ConSalud.es desde el Consejo General de Enfermería (CGE), ya es hora de que, después de los avances recientes que han logrado, las administraciones vean la “enorme discriminación” que sufren.
“Lo hemos repetido muchísimas veces: las enfermeras tenemos una formación de grado de cuatro años, y en muchas ocasiones dos más de especialidad y otros cuantos más de máster y doctorado. Por eso, resulta inadmisible que existan profesiones con la misma formación que nosotras que estén un peldaño por encima, mientras las enfermeras seguimos en el grupo A2, lo que nos impide optar a puestos de trabajo para los que estamos sobradamente preparadas”, insisten desde el CGE sobre una problemática que esperan que se pueda resolver con la reforma del Estatuto Marco que está actualmente en proceso de materializarse.
Con esta reforma, se modificará también la Ley Básica del Empleado Público (EBEP), que es la que permitiría recolocar a las enfermeras en el citado Grupo A unificado, “donde se merecen”. “Es importante que el Ministerio de Sanidad sepa que vamos a estar muy pendientes de todos los pasos que se den, porque bajo ninguna circunstancia vamos a permitir que se nos vuelva a ningunear. Llevan meses anunciando una nueva reclasificación de las profesiones, pero desconocemos cómo se va a llevar a cabo”, alertan las enfermeras españolas. La modificación de la norma actual, además, esperan que esté acompañada de la inclusión de la jubilación anticipada por penosidad, otra de las grandes reivindicaciones históricas de los médicos.
“Es importante que el Ministerio de Sanidad sepa que vamos a estar muy pendientes de todos los pasos que se den, porque bajo ninguna circunstancia vamos a permitir que se nos vuelva a ningunear"
Pero los deseos del CGE al nuevo año van mucho más allá. Por ejemplo, piden reforzar la prescripción enfermera a través de la modificación de otra norma, en este caso la Ley del Medicamento: “Llevamos años con un Real Decreto aprobado que todavía no se ha materializado al 100%, y desde nuestra parte seguimos trabajando, de manera consensuada con otras profesiones, en nuevas guías de prescripción que aporten la seguridad jurídica necesaria para que las enfermeras puedan llevar a cabo su trabajo de forma autónoma y como manda la ley”. “Es el momento de que esta norma incorpore ya de una vez por todas a las enfermeras como prescriptoras de pleno derecho como lo son los podólogos, médicos u odontólogos, cada uno dentro de sus competencias profesionales, y esperemos que las promesas del Ministerio salgan adelante en los próximos meses”, reivindican.
Pero de poco van a servir todas estas demandas si no se empieza por la base del problema, que es la falta de profesionales. Y es que, mientras que en Europa la ratio de enfermeras por cada mil habitantes es de 8,73, en España baja hasta el 6,3, una situación que, aseguran, pone en riesgo el Sistema Nacional de Salud (SNS) al desproteger a las enfermeras; tanto que, indicen, cada vez son más las que presentan problemas de salud mental debido a la elevada carga de trabajo a las que está sometidas, “que se traduce en mayores riesgos para los pacientes”. “Tenemos las enfermeras y enfermeros mejor valorados del mundo, son muchos los países que se pelean por conseguir este talento y nosotros debemos retenerlo y no dejarlos marchar. No podemos permitirnos un déficit tan grande de profesionales y a la vez ver cómo después de formarse aquí, se terminan marchando a otros lugares que les ofrecen mejores condiciones y mayor estabilidad”, critican desde el Consejo General de Enfermería.
Falta, además, conciliación, para que las enfermeras puedan desarrollar su actividad investigadora y sus conocimientos sin renunciar a la actividad asistencial ni a su tiempo libre. Y es que este, el desarrollo profesional de las enfermeras, es otro de los “grandes estandartes” del CGE, pero que muchas veces es difícil llegar a conseguir. “Esto debe estar regulado, deben tener tiempo para hacerlo sin perder horas de sueño porque la evidencia científica conseguirá mejorar la calidad de la atención y los cuidados de los pacientes”, pide la institución.
FOMENTO DE LA ESPECIALIZACIÓN
En España, aunque mucha gente todavía lo desconoce, disponemos de enfermeras especialistas que han pasado por un periodo de formación de dos años vía residencia (EIR). Sin embargo, hay todavía muchas comunidades autónomas que o bien no tienen las especialidades implantadas al completo o bien no convocan plazas específicas para ellas. “¿Es normal que existan miles de enfermeras especialistas que no pueden trabajar de ello y que tienen que hacerlo como enfermeras generalistas en otros ámbitos? Absolutamente no”, denuncian desde el CGE, que también pide la convocatoria de más plazas EIR y la creación de nuevas especialidades, como Cuidados Críticos o Urgencias y Emergencias.
“En este ámbito no debemos olvidar la creación e implantación real de los diplomas de acreditación y acreditación avanzada en áreas de actividad específica para enfermeras como las educadoras en diabetes, las enfermeras escolares -cuya implantación en todos los centros escolares de España es otra de sus demandas-, los cuidados de lesiones cutáneas y heridas complejas, las ostomías, los cuidados neurológicos la perfusión o los cuidados oncológicos”, añade el Colegio. Estos diplomas, de hecho, ya se han puesto en marcha con la acreditación de los de cuidados paliativos, “y las autonomías deben potenciarlos y seguir trabajando en ellos”.