Hace ya cinco años, el Sindicato de Enfermería (SATSE) consiguió llevar al Congreso de los Diputados una Proposición de Ley sobre ratios enfermeras “para garantizar la seguridad del paciente en centros sanitarios y otros ámbitos”. Desde entonces, no obstante, se han encontrado siempre ante la férrea oposición de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), que rechaza la intención de SATSE de establecer, entre otros, unos cupos máximos de pacientes que pueden ser atendidos por las enfermeras. Es, en palabras de Rafael Reig, secretario general de Acción Sindical de SATSE a nivel estatal, una “agresión” a su profesión.
“Entendemos que tiene que haber un número máximo de pacientes por enfermera, para que la enfermera pueda hacer su trabajo con toda la seguridad para el paciente y para su propia situación”, asegura Reig en una entrevista concedida a ConSalud.es. Y es que el estrés derivado de la sobrecarga asistencial a la que están expuestas es, afirma, el “día a día” de las enfermeras que forman parte del Sistema Nacional de Salud, incluida la sanidad privada.
"Nadie se lleva las manos a la cabeza ni se escandaliza porque haya una limitación de alumnos en la clase de un colegio"
“En la sanidad privada, las ratios de pacientes por enfermera son altísimas, y prueba de ello es que en el periodo posterior a la pandemia hubo muchas que se marcharon hacia la sanidad pública por las exigencias y condiciones de trabajo que tenían. Por eso, la sanidad privada tiene ahora el problema que tiene”, apunta Rafael Reig sobre una Proposición de Ley que, recuerda, está respaldada por casi 700.000 firmas de ciudadanos, y es precisamente eso: una proposición, que, como cualquier otra, es de carácter flexible y está abierta a cambios y aportaciones.
A pesar de ello, ASPE se mantiene firme en su decisión de rechazarla. “Lo único que pretende nuestra propuesta es que se regule algo que ya está regulado en otros ámbitos. Nadie se lleva las manos a la cabeza ni se escandaliza porque haya una limitación de alumnos en la clase de un colegio. Todo el mundo entiende que, si no, el profesor no va a tener tiempo para prestarle la atención suficiente a cada alumno, y no va a poder hacer bien su trabajo. No entendemos por qué esto en sanidad es intocable”, expone el secretario de Acción Sindical de SATSE.
NO ES NADA PERSONAL
La Proposición de Ley de Seguridad del Paciente, explica Reig, no tiene intención de confrontar con la sanidad privada“bajo ningún concepto”: “Es más, les hemos expresado personalmente a los responsables de ASPE que entendíamos que, cuando esta Ley se debatiera y los grupos parlamentarios hiciesen sus enmiendas, habría que matizarla en muchos aspectos. Entre ellos, estamos abiertos a que se matice todo lo que tiene que ver con el establecimiento de una ratio que ellos consideran ‘inflexibles y automáticas’ para todos los servicios de salud y ámbitos”.
"En ningún caso es un texto absolutamente cerrado, y así se lo hemos expresado siempre a ASPE, pero ellos han salido totalmente en contra"
Sin embargo, ellos sí que han sentido esa confrontación por parte de ASPE en reiteradas ocasiones: “Han salido con toda la artillería en nuestra contra, y por eso nos vemos obligados a responder”. “Tampoco podíamos entrar al detalle en un montón de cosas que, una vez hechas las enmiendas, sí que se podrían matizar. En ningún caso es un texto absolutamente cerrado, y así se lo hemos expresado siempre a ASPE, incluso que entendíamos que se flexibilizasen aun más las ratios y el periodo de implantación en el ámbito de la sanidad privada, pero ellos han salido totalmente en contra porque lo consideran una amenaza. Nosotros lo consideramos una agresión”, insiste Reig.
Y es que España tiene, con 6,2 enfermeras por 1.000 habitantes, una de las ratios más bajas de Europa. “Lo único que pedimos es que se establezca una ratio aproximada según el grado de dificultad del pacientes y el tipo de servicio o ámbito asistencial”, sentencia el representante de SATSE, sindicato que hace unos días ya emitió un comunicado en el que aseguraban “no entender” su empeño porque no salga adelante la Proposición de Ley, a la par que confiaban en que su rechazo “no se base solo en una cuestión de índole económica”.