La mitad de los profesionales de enfermería en España sufren el síndrome del profesional “quemado” y ocho de cada diez, estrés, mientras que cerca de nueve de cada diez considera que el ambiente laboral se ha deteriorado y siete de cada diez está convencido de que la atención que se presta a los pacientes en nuestro Sistema Sanitario ha empeorado en los últimos años.
Estas son algunas de las principales conclusiones del Estudio “Percepción del Estrés en los Profesionales de Enfermería en España. Comparativa 2012-2017”, que ha elaborado el Sindicato de Enfermería, Satse, gracias a la opinión reflejada por el colectivo en una encuesta realizada a enfermeras en activo de todo el país durante los meses de febrero y marzo
Siete de cada diez profesionales de la Enfermería españoles está convencido de que la atención que se presta a los pacientes en nuestro sistema sanitario ha empeorado en los últimos años
En su presentación, la responsable del estudio y secretaria general técnica de Satse, María José García, explicó que el principal objetivo del estudio ha sido realizar un diagnóstico sobre la situación actual de los profesionales enfermeros (salud, condiciones laborales…) y de nuestro sistema sanitario, así como su evolución en los últimos años después de los recortes en recursos humanos y materiales sufridos en todos los servicios de salud.
En la encuesta los profesionales alertan sobre sus malas condiciones laborales, así como del déficit de plantillas, lo que provoca un deterioro de la calidad asistencial que se presta a los ciudadanos. Reconocen que sufren un pésimo ambiente laboral y que no tienen tiempo ni recursos necesarios para prestar la atención más adecuada a sus pacientes, señaló. Como consecuencia de esta situación, su salud e integridad física se sigue resintiendo, año tras año, y continúan sufriendo estrés y otras dolencias y enfermedades en un porcentaje muy alto.
Los principales resultados del estudio son que ocho de cada diez profesionales (80%) se siente estresado, cinco de cada diez (51%), “quemado”, y siete de cada diez (71%) sufre agotamiento emocional. Asimismo, muchos profesionales manifiestan dolencias y síntomas físicos. Por ejemplo, un 96% padece tensión muscular; un 90%, nerviosismo, temor o angustia; un 44% sufre problemas sexuales, y un 85% tiene trastornos del sueño.
PEOR ATENCIÓN A PACIENTES
De otro lado, siete de cada diez (72%) cree que la atención a los pacientes ha empeorado, ocho de cada diez (81%) considera que no hay personal suficiente, y también ocho de cada diez (83%) no dispone del tiempo necesario en su jornada laboral para atender a los pacientes como desearía. Además, cerca de nueve (89%) de cada diez enfermeras entiende que han empeorado sus condiciones de trabajo y un porcentaje similar (86%) cree que el ambiente laboral se ha deteriorado.
Ante esta realidad, Satse asegura que demandará a las distintas administraciones públicas “que realmente demuestren que la crisis ha pasado e inviertan en los recursos humanos y materiales necesarios para mejorar la atención sanitaria y las condiciones de los profesionales. De manera urgente, hay que aumentar las plantillas en todos los servicios de salud”, señala.