Los enfermeros españoles son, en relación al resto de Europa, los profesionales del sector a los que más les ha afectado el Brexit a la hora de buscar empleo en Reino Unido. La cifra de enfermeros y comadronas que se registraron para trabajar en el país británico ha decaído en un 95% en menos de un año, según datos dados a conocer por el Consejo Británico de Enfermería y de Comadronas (NMC). De hecho, España, que es uno de los estados que más enfermeras envía al país británico que tiene actualmente unos 6.000 profesionales trabajando allí, es el país europeo que más ha reducido la exportación de mano de obra en este sector, pasando de 1.966 registros a 104.
Desde que la ciudadanía británica votó la salida de la comunidad europea, el número de profesionales de la enfermería europeos que solicitan trabajar en el país ha ido cayendo cada vez más. En este sentido, la tendencia española sigue en la línea del resto de los países de la UE, ya que las migraciones a Reino Unido en el marco europeo han “bajado drásticamente”, de 10.178 hasta las 1.107, una caída del 89%. Paralelamente, las bajas de los profesionales sanitarios de la Unión Europea han aumentado hasta un 67%.
Para el NMC, el “continuo aumento” de enfermeras y comadronas que abandonan el registro es preocupante. "Estos datos continúan señalando los mayores desafíos que enfrentan los sectores de salud y atención del Reino Unido en torno a la contratación y retención de personal", apunta la directora ejecutiva del consejo, Jackie Smith.
"Estos datos continúan señalando los mayores desafíos que enfrentan los sectores de salud y atención del Reino Unido en torno a la contratación y retención de personal"
Aunque considera que estos datos aún no pueden relacionarse directamente con el Brexit, Janet Davies, directora ejecutiva del Real Colegio de Enfermería, sí teme que "si este es el comienzo de una caída a largo plazo en el número de enfermeras que vienen al Reino Unido desde otras partes de la UE, supondría una preocupación en un momento en el que ya nos estamos enfrentando a una crisis por la falta de personal".
Y es que, un total de 9.388 enfermeras y matronas colegiadas en el Reino Unido proceden de otros países de la Unión Europea por lo que, teniendo en cuenta las 24.000 vacantes que Davies estima que ya hay actualmente, el sistema sanitario “no podría hacer frente a la demanda sin la contribución de las enfermeras europeas” por lo que solicita “una garantía para proteger a los nacionales de la Unión Europea que trabajan en el sistema sanitario inglés. Sin esta garantía, va a ser mucho más difícil mantener y requerir trabajadores de la UE necesarios para mantener los estándares de calidad en el cuidado de los pacientes”.
Hace unos meses diversos miembros del Gobierno de Theresa May, defendieron la idea de reducir el número de profesionales sanitarios extranjeros en el sistema público de salud (NHS), con la finalidad de que sea “autosuficiente”. Para ello el Ejecutivo propuso tratar de lograr que en diez años todos los médicos que ejerzan tengan nacionalidad británica.