El Consejo General de la Enfermería (CGE) ha realizado la encuesta 'Radiografía de la situación profesional y emocional de la profesión enfermera' durante las primeras semanas de enero de 2022 para cuantificar y conocer con exactitud el impacto generado por la COVID-19 entre las 275.000 enfermeras y enfermeros en activo que trabajan en centros sanitarios, públicos y privados, de toda España. Los resultados de esta encuesta dan una radiografía fiable, rigurosa y completa de la situación emocional y profesional en el sector.
Esta "macroencuesta histórica", que ha contado con una participación de 19.300 enfermeras y enfermeros en apenas una semana, ha centrado buena parte de sus esfuerzos en el ámbito de la salud mental, donde se extraen datos que deben hacer reflexionar a los gestores políticos y sanitarios.
Un tercio reconocen haber sufrido depresión (33,0%); seis de cada 10 confirman haber padecido insomnio (58,6%) y algo más de dos terceras partes ha tenido episodios graves de ansiedad (67,5%) por culpa de la pandemia
Uno de los datos más impactantes de la encuesta es la evidencia del coste psicológico y emocional que ha supuesto la pandemia por la COVID-19 para las enfermeras y enfermeros españoles. Así el 84,7% de profesionales reconoce que se ha visto afectada su salud mental por culpa de la crisis sanitaria.
Aunque el estudio viene a demostrar el fuerte impacto psicológico que el Covid ha supuesto para toda la profesión, el análisis de los resultados en base a las áreas de trabajo pone de manifiesto que la pandemia ha dejado una huella todavía más profunda entre las enfermeras que trabajan en cuidados intensivos, atención primaria, sociosanitaria y urgencias.
El estudio también ha preguntado por la afectación a nivel psicológico y mental que han podido experimentar las enfermeras como consecuencia de la pandemia por COVID: depresión, ansiedad, insomnio, estrés y temor o miedo.
El resultado es demoledor porque un tercio reconocen haber sufrido depresión (33,0%); 6 de cada 10 confirman haber padecido insomnio (58,6%) y algo más de dos terceras partes ha tenido episodios graves de ansiedad (67,5%) por culpa de la pandemia. Asimismo, la COVID-19 ha generado episodios de estrés en el 88,5% de los profesionales y el 58,4% temor y miedo.
El estudio pone de manifiesto que el 16,5% de las enfermeras se han visto obligadas a pedir la baja por ansiedad, estrés o agotamiento mental
Si analizamos las consecuencias psicológicas y emocionales de la pandemia por COVID en base al área de trabajo asistencial de los profesionales, los resultados dejan muy claro que Cuidados Intensivos, Urgencias y Sociosanitario son las áreas donde se manifiestan con más fuerza las consecuencias emocionales del COVID en la profesión.
El estudio pone de manifiesto que el 16,5% de las enfermeras se han visto obligadas a pedir la baja por ansiedad, estrés o agotamiento mental. Y la mayor incidencia de bajas por estos motivos la presentan las profesionales del área sociosanitaria (19,1%).