María Díaz de Mayorga acabó el grado de Enfermería durante la pandemia. Un día de confinamiento, buscando en internet, descubrió las empresas de trabajo temporal que ofrecen puestos de enfermera en Noruega. ¿El requisito? Tener el título de Enfermería en Europa y un nivel B1 de noruego. El primer requerimiento lo cumplía. El segundo no, pero no era problema. Le ofrecían un curso de noruego de seis meses gratuito si se iba a este país nórdico.
Por si el salario – más que competitivo – no fuese suficiente convencimiento, la empresa le ofrecía una casa individual o compartida con internet; facturas de agua y luz pagadas; coche y gasolina o, en su defecto, transporte al trabajo; y tres vuelos de ida y vuelta al año para ir de España a Noruega y viceversa. Un chollo.
Con 28 años, esta enfermera andaluza se fue a Noruega hace ya un año y medio y no puede estar más contenta. Atiende a ConSalud.es desde Bergen, la ciudad más poblada de Noruega por detrás de Oslo, la capital, para contar su experiencia ejerciendo la Enfermería en este país.
Su andadura nórdica comenzó en un pueblo perdido entre los fiordos. Allí cobraba 223 coronas noruegas por hora – unos 22,7 euros – con los pluses aparte. La retribución económica que percibe depende de la empresa, experiencia y el lugar en el que ejerza. En Noruega, hay pocas enfermeras y en estas zonas rurales con clima extremo y poca densidad poblacional, el déficit es aún más notable, por lo que el salario es mayor. Ahora, en otra empresa, esta enfermera andaluza cobra unas 280 coronas por hora – 28,50 euros – y en verano hasta 380 – 38,7 euros –.
"En Noruega faltan muchas enfermeras, por eso las contratan de fuera. Aquí los sueldos son muy altos, pero el de enfermera es normal tirando a bajo"
“El sueldo siempre oscila entre 2.500 y 3.500 euros. Ahora en verano, supera los 4.000 trabajando unas 45 horas y media a la semana. Eso en Noruega es un salario bajo”, comenta Díaz. Esta es una de las razones que explican la falta de enfermeras en Noruega. Y es que el precio de la vida en este país es alto. Con un salario base de alrededor de los 55.000 euros anuales, una cerveza en un bar puede costar unos 10 euros, mientras que un estudio “muy pequeño” en el centro de Bergen, de una habitación y un baño, ronda los 1.000 euros.
“En Noruega faltan muchas enfermeras, por eso las contratan de fuera. Aquí los sueldos son muy altos, pero el de enfermera es normal tirando a bajo. Si cuentas con pagar un piso y todos los gastos, no sale rentable”. De ahí que las empresas de trabajo temporal ofrezcan tantas facilidades a las enfermeras para que vayan a trabajar a Noruega. Este país “paga mucho a las empresas de trabajo temporal para que traigan enfermeras porque aquí no hay. Con ese dinero, nos ofrecen muchas cosas para convencernos de venir”, explica María.
Gracias a los contratos temporales, la joven puede compaginar la vida entre España y Noruega. El sueldo le permite ahorrar bastante, por lo que trabaja entre tres y cuatro meses y puede permitirse pasar un mes en España sin cobrar. “Voy al buen tiempo, estoy con mis amigos, recargo pilas y luego vuelvo. Aquí te vienes cuatro o cinco años y con el dinero que ganas, tienes para comprar una casa en España”, apunta la enfermera.
En España, la media de enfermeras por paciente cada 1.000 habitantes se sitúa alrededor de las 5-6 por cada 1.000 habitantes, mientras que en Noruega asciende hasta las 16-17 enfermeras por cada 1.000 habitantes
Es por ello que, a sus amigas con dificultades para encontrar trabajo, les recomienda estudiar para auxiliar de enfermería, un grado medio de dos años de duración. “Que estudien y se pongan con el noruego y se vengan. Estás unos años aquí y casi te solucionas la vida con los ahorros”. Estos contratos temporales le permiten además moverse por distintas zonas del país y conocer Noruega a fondo.
SANIDAD NORUEGA VS ESPAÑOLA
María trabaja en la sanidad pública noruega. Ahora, está en una residencia de ancianos con hospital, algo diferente a las habituales. “Son bloques de pisos donde viven los pacientes que son más independientes, pero no al 100%. Les ayudamos en el baño y aseo, les damos la medicación…”
La forma de trabajar es diferente a la española. Para empezar, porque las ratios de enfermera/paciente son radicalmente opuestas. En España, la media de enfermeras por paciente cada 1.000 habitantes se sitúa alrededor de las 5-6 por cada 1.000 habitantes, mientras que la media europea está en torno a las 8 por cada 1.000 y en Noruega asciende hasta las 16-17 enfermeras por cada 1.000 habitantes.
“Estoy muy contenta aquí. Siempre digo que parece que estemos de Erasmus, pero cobrando. No está en mis planes volver”
“En España tienes muchos más pacientes. Aquí es más tranquilo, les puedes prestar más atención y no te quemas”. Asimismo, si en España la asistencia sanitaria se divide por actividades entre auxiliares y enfermeras, en Noruega se divide el trabajo por pacientes.
Por ejemplo, una enfermera noruega puede tener cuatro pacientes cada día y tiene que “hacerlo todo”: desde ayudarles a levantarse de la cama, acompañarlos al baño, llevarles la comida, darles la medicación… “Eso en España no es Enfermería, pero aquí sí. Tiene su parte buena y mala. Gracias a eso, he visto muchas veces heridas en pacientes por roce o humedad, que igual de otra forma no habría visto. Personalmente, no veo que me valoren como enfermera, pero por cómo estoy acostumbrada en España. Si me valoraran, a lo mejor, me dejarían curar las heridas de todos los pacientes en vez de ayudarles a asearse”, explica.
Con todo, los salarios y las condiciones laborales, sobre todo al compararlas con la retribución económica y la sobrecarga asistencial en España, le compensan. Al menos en el corto-medio plazo, María no se plantea volver a España. Su siguiente destino, si todo va como está planeado, es Oslo, la capital. “Estoy muy contenta aquí. Siempre digo que parece que estemos de Erasmus, pero cobrando. No está en mis planes volver”.