El Consejo General de Enfermería (CGE) realiza una campaña para visibilizar las situaciones machistas que siguen sufriendo a día de hoy las enfermeras en su puesto de trabajo. Para ello, subirán este martes, Día Internacional de la Mujer, imágenes y vídeos con mensajes de reivindicación en redes sociales mediante el hashtag #Enfermeras8M.
Para poder observar que estas injusticias siguen sucediendo, han preguntado sobre sus vivencias a distintos profesionales de ambos sexos. Denuncian que en muchas ocasiones pacientes, e incluso los propios profesionales, no se toman en serio lo que hacen o incluso llegan a cuestionar las decisiones que toman en su ámbitolaboral, además de los casos de acoso sexual que todavía sufren.
“Hemos avanzado mucho, pero aún queda mucho camino por recorrer. El punto en el que se encontraba la profesión hace pocas décadas no tiene nada que ver con su reconocimiento actual en el sistema sanitario y la sociedad, es el ejemplo de que las mujeres pueden luchar por sus derechos. No obstante, por desgracia, algunas personas siguen teniendo un concepto trasnochado de las enfermeras como una profesión supeditada a otra antiguamente copada por varones o tienen que aguantar que se dirijan a ellas de forma inadecuada”, señala Pilar Fernández, vicepresidenta del Consejo General de Enfermería.
“Hemos avanzado mucho, pero aún queda mucho camino por recorrer"
Desde el CGE señalan directamente a la educación de la sociedad en general y a los pacientes en particular, desde pequeños, como forma de frenar el machismo que existe actualmente. “Hay que cambiar mentalidades, hay que empezar desde la infancia, en la adolescencia, en la escuela, en la universidad, en todos los contextos tenemos que hablar de la igualdad de género en la sociedad en general y recordarles que el trabajo de la enfermería consiste en cuidar y curar al paciente, no en escuchar impertinencias de pacientes maleducados”, recalca Fernández.
“Nuestra profesión requiere una alta cualificación, una formación académica de cuatro años y dos de especialidad contando en estos momentos con un gran número de profesionales enfermeros con grados de máster y doctorado; una carrera universitaria que requiere una exigente nota de corte para acceder a ella; y unos profesionales que gozan de un gran prestigio en el ámbito internacional”, añade Pilar Fernández.
Pese a ello, la presencia de enfermeras en la toma de las grandes decisiones sanitarias sigue siendo meramente testimonial, fruto del techo de cristal que todavía supone ser mujer en muchos ámbitos, algo que es preciso cambiar.
A ello se suma el perpetuo estereotipo sexual vinculado a la profesión que, aunque cada vez en menor medida, se sigue viendo en fiestas, tiendas de disfraces, en publicidad, en series, películas o en los medios de comunicación.
Como señal de apoyo hacia las mujeres y a favor de la lucha por la igualdad, el CGE cambiará su logo de azul a morado, además de difundir por redes sociales este mensaje sobre la necesidad de acabar con el machismo.