La muerte perinatal es aquella que se produce desde la semana 24 o 25 de embarazo, hasta el primer mes de vida del recién nacido. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de muerte perinatal es de cuatro fallecimientos por cada 1.000 nacidos vivos. "Ayudar, cuidar y asistir a aquellas mujeres y sus parejas que sufren una muerte perinatal es fundamental para conseguir que logren afrontar el duelo de la mejor manera posible. Para ello, es imprescindible contar con protocolos estandarizados que sienten las bases de cómo debe ser la atención en estos casos para evitar problemas posteriores de salud mental y prevenir duelos complicados en el futuro", informa el Consejo General de Enfermería (CGE).
Con este fin y con motivo del Día Mundial por la Concienciación y Visibilización de la Muerte Perinatal, que se celebra hoy 15 de octubre, el CGE "insta a todas las administraciones, hospitales y centros de salud a contar con estos protocolos", pues ayudan "enormemente a las familias que sufren la pérdida de un bebé".
El presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, asegura que "sólo aquellos que lo han sufrido pueden empatizar con el dolor de estas familias. Por este motivo, escucharlos, aprender de ellos y poner en práctica sus recomendaciones ayudará a mejorar la experiencia en un momento tan traumático. Somos conscientes de que cada vez está más normalizado tratar a estas familias con la mayor empatía posible, pero todavía queda mucho por hacer. Debemos desterrar comentarios, miradas o actitudes que pueden hacerles un daño enorme".
"Cada duelo es diferente y cada familia lo afronta de una manera"
En esta línea, la vocal del CGE en representación de la especialidad de Enfermería Obstétrico-Ginecológica, Montserrat Angulo, explica que es necesario seguir pautas y saber qué no hay que decir a las familias. "Tal y como se apunta en la Guía para la atención a la muerte perinatal y neonatal, es importante escuchar, darles el tiempo necesario, explicarle las opciones y apoyarles en sus decisiones, mantener la calma, cuidar el lenguaje corporal, aconsejarles sin obligarles a nada, hablar a ambos padres equitativamente y, sobre todo, no intentar encontrar algo positivo a la muerte del niño ni decirles que entiendes su dolor si no se ha pasado por algo similar".
"Cada duelo es diferente y cada familia lo afronta de una manera. De la misma forma que antiguamente se recomendaba no ver al bebé para no sufrir más, las experiencias en la actualidad aconsejan que haya una despedida, que los padres puedan guardar recuerdos del recién nacido e, incluso, que se fotografíen con él. Además de esas fotos, muchos hospitales ofrecen una cajita de recuerdos en la que pueden guardar moldes de las huellas, un mechón de pelo, alguna pulserita, el gorrito que se les pone cuando nacen…", subraya el CGE en nota de prensa.
Por su parte, la vicepresidenta del CGE, Pilar Fernández, apuesta por "dejar que sean ellos los que deciden, pero siempre dándoles la oportunidad de hacerlo, que sepan que existe esa posibilidad e, incluso, algunos hospitales se prestan a guardar esos recuerdos hasta que los padres están preparados para tenerlos".
"Las enfermeras debemos estar cerca de la madre y del padre en todo momento y un nuevo embarazo puede suponer momentos de ansiedad durante los nueve meses"
Lo principal: dejar de lado frases paternalistas como "todavía eres joven", "tienes tiempo de tener otro" o "le pasa a muchas mujeres". "Son palabras que no necesitan y que, además, los lleva muchas veces, a sufrir un duelo desautorizado e invisible", aseguran las enfermeras. Un duelo que "debe estar complementado por la visibilidad de esta situación", que en muchas ocasiones se oculta por vergüenza o miedo. "Días como el 15 de octubre, en el que se conmemora el recuerdo de estas pérdidas, deben ser visibles con campañas de concienciación. También hay que llevar a cabo cursos de formación para todo el personal que tenga contacto con la familia en situación de muerte perinatal, desde la puerta de urgencias a paritorios, quirófanos, salas de maternidad…", apostilla Angulo.
La pérdida del bebé no debe ocultarse tampoco cuando hay hijos anteriores, sino que debe explicarse a los niños para que sean parte del duelo. "Muchas veces se hace muy complicado explicar esta situación a los más pequeños, pero deben conocer lo que ha pasado, utilizando metáforas o de la forma en la que los padres se sientan más cómodos", defiende Pilar Fernández.
"Las enfermeras debemos estar cerca de la madre y del padre en todo momento y un nuevo embarazo puede suponer momentos de ansiedad durante los nueve meses. Desde Atención Primaria y también hospitalaria, tenemos un papel fundamental en el seguimiento de este embarazo y así deben conocerlo las instituciones para que se implante y se visibilicen los protocolos y la formación necesarios", concluye la vicepresidenta del CGE.