El Consejo General de Enfermería (CGE) ha recordado que "independientemente de colores políticos, intereses o situaciones coyunturales", la organización enfermera está "firmemente comprometida con la ciudadanía y con la supervivencia de un sistema sanitario público, universal y gratuito".
Al hilo, las enfermeras apuntan que nuestro país necesitaría de alrededor de 100.000 enfermeras para alcanzar la media europea de profesionales. Y es que con una media de 652 enfermeras por cada 100.000 habitantes, España ocupa el sexto lugar por la cola en la Unión Europea, donde la media se sitúa en 827 profesionales por cada 100.000 habitantes.
"Sin las enfermeras y enfermeros que España necesita, resulta imposible dar respuesta al envejecimiento de la población y al incremento de las enfermedades crónicas que requieren cuidados específicos", insiste el CGE.
"Las consecuencias de la escasez de profesionales ya se empiezan a ver reflejadas en la calidad y la seguridad de los servicios ofrecidos a la sociedad"
Mientras, el presidente de la organización, Florentino Pérez Raya, defiende "un sistema sanitario público fuerte, que requiere de los profesionales necesarios y no sólo médicos como se dice - que también, por supuesto - sino que el déficit de enfermeras de nuestro país es alarmante y la situación afecta a casi todos los territorios. Las denuncias de la falta de enfermeras y la dejación de las Administraciones vienen desde hace décadas. Es un mal endémico de nuestro país que han tolerado e ignorado muchos dirigentes desde hace demasiados años".
"No se refiere a Gobiernos ni regionales ni centrales ni tiene que ver con elecciones ni luchas políticas. Nadie nos va a usar como arma arrojadiza pues nosotros sólo defendemos a los ciudadanos y a las 330.000 enfermeras y enfermeros. Es hora de que los políticos, de todo signo e ideología, aborden esta urgencia vital y se dejen de sus habituales luchas cainitas. Las consecuencias de la escasez de profesionales ya se empiezan a ver reflejadas en la calidad y la seguridad de los servicios ofrecidos a la sociedad. Una consecuencia que no se debe tolerar. Y no se trata de una cuestión meramente cuantitativa. Las enfermeras españolas no tienen ni el reconocimiento ni los derechos ni las condiciones que merecen. La situación cada día es más crítica”, concluye Pérez Raya.